21/05/2024 16:14
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Iniciados por Zapatero y su 11-M, vivimos tiempos en que todo está permitido, como la justificación de los criminales para tener eco en una sociedad que ha olvidado los principios morales. Las jaurías, los monos escandalosos se hacen respetar. Es prebenda del sanchismo.

El error letal contra la democracia fue considerar igualitariamente los derechos de quienes pretenden desintegrarla. Demasiada ventaja para los forajidos que convierten la libertad en libertinaje al amparo de una ley injusta contra los ciudadanos honrados y dignos. Desde hace tiempo y acaso como una planificación premeditada contando con el ignaro apasionamiento de una prole desorientada, algunos jóvenes maman las debilidades del sistema que permite que los delincuentes equiparen sus derechos con los de las víctimas. La tendencia es transformar en héroe al desalmado; lo santifican y enaltecen como ejemplo de venideras generaciones. No hay solución con seres amorales, pedazos de carne con ojos sin sensibilidad ni cultura.

Intercambiando opiniones con estudiantes que denuncian la situación en las aulas intervenidas, corroboré la sospecha de esta decadencia visceral que se ceba en el ámbito universitario. Ya en el año 1982 cuando me matriculé en Ciencias Políticas de la Complutense el aire era irrespirable con las aulas tomadas por manadas escandalosas y hostiles. Era un caldo de cultivo al principio de la democracia para este presente aberrante y definitivo. El futuro de la indigencia cultural en realidad es el presente de lo que se fragua en las universidades. Grupúsculos de fracasados, unidos en la mediocridad, se conforman en un frente popular de vagos que pretenden cambiar la sociedad para malearla a medida de sus inutilidades. Afortunadamente, la influencia de esos caraduras que surgieron del artificioso 15 M , ya crían malvas metafóricas, enterrados por la indignación popular reflejada en las urnas.

Sánchez llegó ilegítimamente y organizó un gerontocidio oculto tras los subterfugios creados a través de la intervención del Estado. Politizar el dolor, decía un miserable Pablo Iglesias.  No se olvidará nunca el crimen que supuso el asesinato protocolario de nuestros padres, de decenas de miles de personas ejecutadas protocolariamente bajo los auspicios de un maléfico orden mundial. Tampoco el ocultamiento de las muertes reales que se practicaron masivamente por sedación, organizada una eutanasia ordenada desde los despachos de Satanás en España. Así, bajo el paraguas de una hecatombe generalizada, de una estrategia de masacre con la OMS  supeditada al soborno de las farmacéuticas, el extremismo sólo necesitaba después de 40 años, un nuevo germen donde sobrevivir y expansionarse. Las nostálgicas generaciones del sectarismo arbitrario que votan incondicionalmente la criminalidad y la corrupción reiteradas, se han juntado con las nuevas que se creen lo que se les dice por no molestarse en saber lo que se ha escrito. La ignorancia es un valor añadido en la radicalidad que reinventa la historia y se la cree. Con razón puede llamarse generación perdida a la que no se integra con el continuismo constructivo que hizo posible una libertad constituyente, imperfecta pero libertad, durante décadas.

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La Universidad se ha convertido en el foco desintegrador de las libertades mantenidas durante cuarenta años. El fundamento de los mediocres que inspiran violencia para conseguir propósitos destructivos está asentado en el inconsciente colectivo de los que eligen la beligerancia a la oportunidad de futuro; en realidad, una actitud lógica de resistencia activa por la deficiencia de preparación profesional que augura nula capacidad competitiva. Es más fácil la confrontación y la holganza de la rebelión contra todo aquello que no se puede superar en condiciones de integridad personal. Vence así el afán delictivo disfrazado de voluntad social y camino vamos de la desintegración jaleada por miríadas de osados desestabilizadores sociales que acabarán siendo víctimas de sí mismos después de perjudicar al resto. La ignorancia no posee límites en sus osadas ambiciones.

El desconocimiento visceral ha derivado en una «kultura» aceptada por una muchachada errática. La consigna estriba en la ruptura de reglas sociales como de las ortográficas. Un todo vale en la igualdad que los acomplejados y aprovechados del sectarismo han impuesto como religión a la sociedad que no ha sabido defenderse de sus múltiples depredadores que buscan vanaglorias y beneficios tabernarios al margen del interés mayoritario.

La democracia ha engendrado sus propios monstruos. La libertad mal entendida se convirtió en el sueño megalómano de mamarrachos llamados a hacer historia en cuanto se les ha dado un poco de cancha mediática. No hay nada peor que un energúmeno con aires de grandeza que sale de las cuatro paredes de sus ensoberbecidas veleidades para convertirse en dueño de un mundo idiotizado a su imagen y semejanza.

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Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
https://www.linkedin.com/in/ignacio-fern%C3%A1ndez-candela-59110419/
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Geppetto

llorar sobre la leche derramada solo lleva al desanimo y la amargura
Esta España es fruto del desastre social creado por una democracia salida de una traicion inicua a los españoles.
Bien, no hay vuelta de hoja
Se puede remediar ¿SI?
Pues habra que buscar dichas soluciones sin mas geremiadas

Miguel Sánchez Asenjo

Buenas tardes Ignacio:
 
En su artículo de hoy y yo como siempre, he sido y considerado como un Caballero,
justo, leal y sincero, debo decirle sobre el mismo, que me agrada mucho su
contenido, porque es absolutamente la verdad y la realidad que padecemos. NO
PUEDO AÑADIR NADA MÁS.
 
Son embargo, no hace mención alguna, a un tal Mariano Rajoy, un masón y mentiroso compulsivo, que consiguió mayoría absoluta para derribar todas las malditas Leyes impuestas por el Rojo Zapatero y su puto abuelito. No solo, no derogó ninguna de ellas, sino que las aplicó contundentemente.  Y de ese nefasto, vergonzoso e infame masón y su gobierno, alimentaron a la bestia, que ahora padecemos.
 
Pero sin embargo, para llegar a donde hemos llegado, hay un principio, un
punto de salida, en esta carrera de engendros avispados, que han ido sembrando
el terror por doquier.
 
Antes de fallecer mi Caudillo, el General Invicto, los traidores estaban en marcha y preparando el hundimiento del Régimen del 18 de Julio, comiéndose su inmenso botín.
 
¿Cuáles fueron las bases hasta llegar a esta seudo democracia, que enmascara una dictadura atea, anti patriota y criminal?
 
 
No hay que olvidar, que un monarca felón a la Patria, puso en mano del enemigo una tercera parte de España. Regaló sin pestañear nuestro Sahara Occidental Español, de la mano y dirección de los Gringos. Nadie se opuso, nadie protestó.
 
¿Alguien arresto y puso en manos de la justicia al traidor?
 
Para envolver la traición, en papel de plata, a ese vil comienzo le llamaron “La Transición Democrática”, cuando en realidad era, “LA GRAN TRAICICIÓN” y por tanto, la comisión de un gravísimo delito de Perjurio.
 
¿Alguien le excomulgó?
 
Tampoco debemos olvidar, que los dos conductores de la destrucción de la España grande, católica y en la excelencia, para más inri, sacaron de la cárcel a todos los criminales de ETA, GRAPO, TERRA LLIUERE  y demás criminales con delitos de sangre de inocentes. Ya dijo ese otro perjuro, que en lugar de ser excomulgado, se le asignó como sepultura la Catedral de Ávila, que:
 
“Muerta la Dictadura, estos ya no matarán, estamos en una Democracia y podrán ejercer sus derechos políticos, formando un Partido Democrático”
 
Dicho y hecho, pues una vez sueltos, la Banda de criminales no solo no montó un Partido Político criminal, sino que se hizo más grande y fuerte, teniendo el camino libre para asesinar a más de 1.300 inocentes, de los que 24 eran niños.
 
¿Alguien, les detuvo y les puso en manos de la justicia, al ser auténticos culpables y colaboradores, en tantos crímenes?
 
Pero ese maldito Borbón, con su lugarteniente, metieron por la puerta grande, al mayor genocida de la historia española del siglo XX. El tal Carrillo, desgraciadamente con nombre de Apóstol. Siendo abrazado efusivamente, por un despreciable vividor e infame reyezuelo
 
Podríamos decir la expresión tan manida:

“De aquellos polvos estos lodos”
 
Sentada esa endemoniada y despreciables base, digo:
 
¿Alguien, puede juzgar a este sujeto, miserable, pro etarra, pro separatista, pro comunista, pro criminal, …, para que pueda ser linchado, sin mencionar, todo lo que le rodea y las bases de esas raíces, de un Sistema Deplorable, embutido en una Constitución Bolivariana?  
 
Pues sí señor Editor, la comida está servida, huele mal, está podrida, pero a Vd. se le olvidó los ingredientes.
 
Buenas tardes,
 
Miguel Sánchez
 
Un lector más, antes, articulista en este medio

Hakenkreuz

La facultad de ciencias políticas, sociología y trabajo social de la UCM, en Somosaguas, Pozuelo de Alarcón (Madrid), ya en el primer lustro de los noventa del siglo pasado, era un estercolero bolchevique y pro etarra.

En la aneja de económicas y empresariales no existía nada parecido, a pesar de estar próximos sus pabellones a la citada pocilga. El plan de Economía y Empresa de 1979 era excelente, como los cursos de doctorado en todas sus especialidades, hoy bastante desmejorados y politizados, es decir, destrozados.

Pero lo de las carreras que no requieren matemáticas y, por lo tanto, esfuerzo investigador y de meditación, son un desastre. Y no solo ciencias políticas, sociología y trabajo social. La de periodismo, historia, antropología, filosofía, derecho, bellas artes, filología y demás humanidades ya quedaron reducidas a pocilgas por aquellos últimos años del siglo pasado, carreras que nadie serio quería estudiar, pues no aportaban nada de sabiduría al estudiante. Eran elegidas por los que peor nota tenían de selectividad. De hecho, no deberían existir como carreras universitarias, pues no necesitan cualificación alguna para ser estudiadas, ni siquiera el bachillerato. Hasta los presos analfabetos de las cárceles se han licenciado en ellas, lo que indica su pésimo nivel.

Las únicas carreras serias son las que llevan elevado contenido matemático en sus planes de estudios, esto es, las ingenierías, las de ciencias naturales y las de Economía y Empresa. Todo lo demás es gasto inútil a cargo de todos los españoles pobres, para alimentar vagos de todo jaez. No es de extrañar que la mayoría de políticos sean licenciados en derecho, periodismo, sociología, «ciencias» políticas, «historia», filosofía y demás pasatiempos inútiles. Y lo que es peor, éstos son los que han traído la horrorosa democracia y sus pésimos frutos.

aliena

Muy cierto, aunque a mí en la ETSI de Telecomunicación trataban de endosarme – gratis – «El País» a diario y un profesor de vez en cuando interrumpía la clase para contarnos 1) Que los juicios de Núremberg habían sido legítimos. 2) Que teníamos que ver «Ay, Carmela» porque «fue así». 3) Que la ley del aborto de Zapatero respondía a un clamor social 4) Cuando él estudiaba, de vez en cuando se veía a «los grises» en los despachos pegando palizas a estudiantes ( sic ). Pero los demás iban a lo suyo, es decir, a las materias lectivas.
Y, de remate, lamento decir que demasiados «periodistas» han estudiado estas mismas carreras, por ejemplo Periodismo en esa escombrera de Facultad, pero después se enervan si alguien insinúa que no están bien preparados para hablar de historia, Literatura, Física Cuántica o Campos Electromagnéticos ( verbigracia, una tal Ketty Garat que ni sabía qué eran las Baader-Meinhof ni tenía interés en saberlo ) y la mayoría si sabrían hacer un análisis sintáctico.

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