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El Mundo, tres días antes de la Elecciones Generales (julio, 2023) entrevista a Aitor Esteban, el portavoz del PNV en el Congreso y esposo de la presidenta del PNV en Vizcaya. Un personaje que es más que “presunto” enemigo de España, pese a esa actitud hipócrita de pose estúpida tan peneuvista, que no logra engañar a nadie. Una actitud perfectamente evidenciada en lo que dice en la entrevista… “Nosotros (PNV) siempre vamos a intentar buscar la estabilidad”. ¿De qué estabilidad habla el esposo de Itxaso Atutxa? ¿De la estabilidad con los herederos de ETA?
La historia del PNV, la de sus dirigentes y militantes, comenzando por la de su fundador, Sabino Arana, ha estado determinada por la voluntad de ir contra España, a la que odian a muerte. Historia que, salvo el tiempo que fue embridada, ha pasado por diferentes fases: indiferencia o lucha abierta. Y en esa historia, el PNV ha buscado cualquier colaboración que le permitiese alcanzar su objetivo, no otro que el separarse España. Desde su colaboración con el Nazismo, pasando por la CIA y terminando por recoger las nueces del árbol que movía ETA.
Pese a todo, el tal Aitor Esteban, su mujer y el resto de la tropa que forma y conforma el PNV, se pueden dar por contentos, porque casi se puede decir que Vascongadas es una nación independiente de España. Otro Gibraltar.
Eso sí, así como de la colonia inglesa sabemos que es un puerto franco del tráfico ilegal, paraíso fiscal y asentamiento de mafias. De Vascongadas sabemos que no es seguro pasear por sus calles, pongamos, con un jersey con la bandera de España. O si la persona que pasea es un conocido “patriota español”. ¿Le preocupa esto a Aitor? ¿Le preocupa a su mujer?
De ahí, muchos entenderán, que los gobiernos de José M.ª Aznar promocionasen con costosísimas campañas publicitarias-institucionales el turismo en Vascongadas, cuando la citada región de España estaba tachada por todos los operadores turísticos del mundo, advertidos por la Organización Mundial del Turismo (OMT) que califica a Vascongadas como lugar poco recomendable por su “violencia”.
Seamos claros, el PNV es un partido enemigo de España, de la que se quiere independizar, y el estúpido Estado español se lo facilita. El resto de comensales institucionales, haberlas venir… ¡Qué vendrá! Y cuando venga, la Justicia desestimará la recusación por connivencia criminal que hagamos a quienes vayan a juzgar el alzamiento. Y España, ni siquiera tendrá la posibilidad de presentar recurso de amparo ante el Constitucional, ni podrá, agotadas las instancias nacionales, llevar la causa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
¡España en peligro!
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Creo que ese «haberlas venir» debería ser «a verlas venir»…por lo demás buen artículo ; efectivamente , las Vascongadas se comportan de facto como otro Gibraltar más: hay que ser obtuso para no ver lo fuerte que es España si permanecemos todos unidos.
Ya, sí, bueno, sin ánimo de trivilializar la cuestión, lo cierto es qeu en ninguna aprte de España es seguro pasearse con la bandera nacional, y a ver si alguien se acuerda de Víctor Laínez, asesinado cuando llevaba unos tirantes con dicha bandera, por un chileno que ya había dejado tetrapléjico a un policía y al que nadie, por lo visto, ha querido expulsar de España, y digo NADIE. En mucho menor grado, perfectamente te pueden pegar un buen soplamocos en Madrid por llevar la mencionada bandera o romperte los cristales de tu casa si has osado colocar la enseña nacional en la terraza ( y, de postre, aguantar los ayes y reproches de los vecinos, más a algunos miembros de la policía actuando como si el criminal fueses tú, porque, ¿a quién se le ocurre? )
No podía faltar la alusión al nazismo ( y con mayúscula, toma ya ) para dar fe, cual notario, de que el artículo tiene condición de intocable e irrebatible. Pues bien, las colaboraciones o no con el «Nazismo» ( venga con ello ) nada tienen que ver con la unidad de España, más allá de que «colaboración, colaboración»… lo que hubo fue las ganas de colaborar, que no es lo mismo; pero, ya ve, también se dirigieron a los «nazis» ciertos separatistas catalanes que fueron olímpicamente despreciados y hasta, según Don Pío Moa, Don Juan ( el que nunca sería Juan III ) para ver si alguien le conseguía la corona, aunque Hitler fuera de inmediato a Franco con el cuento. Así que la referencia tiene poco o escasísimo peso. Se puede y debe criticar a los Aitores de turno, y a lo bestia si se quiere, pero con argumentos y no con palabras mordaza.