18/05/2024 04:25
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La trayectoria literaria de José Luis Hernández Garvi (Madrid, 1966) abarca diferentes géneros, desde la novela al teatro, pasando por, la poesía, el relato y el ensayo histórico. Ganador de más de una treintena de galardones literarios, es colaborador habitual en varios medios de comunicación.

¿Qué ha supuesto para usted el poder coordinar este libro?

Mi labor como coordinador ha sido gratificante. En primer lugar, he contado con un equipo de autores entre los que se encuentran destacados historiadores, periodistas especializados y escritores que desde un primer momento aportaron sus conocimientos y experiencia al proyecto.

Por otra parte, también la he disfrutado personalmente como escritor, al colaborar con un capítulo titulado «Operación Urano: se estrecha el cerco», que me ha permitido desarrollar mi faceta como divulgador histórico. Puedo decir que ha sido una experiencia en la que he descubierto aspectos poco conocidos de la batalla, los mismos con los que esperamos despertar el interés de nuestros lectores.

¿Hasta qué punto la batalla de Stalingrado fue realmente decisiva en la II Guerra Mundial?

Existe unanimidad entre los historiadores a la hora de afirmar que en la Segunda Guerra Mundial existe un antes y un después de la Batalla de Stalingrado. La humillante derrota de las tropas alemanas entre las ruinas de la ciudad demostró a todos que era posible vencer a la hasta entonces imparable máquina de guerra de Hitler. También influyó directamente en la moral de ambos bandos: la de los alemanes comenzó a resquebrajarse en lo que fue el anuncio de su posterior colapso, mientras los soviéticos empezaron a creer en la posibilidad de la victoria.

No solo es sino que ha determinado radicalmente la historia reciente de toda la humanidad.

El resultado de la batalla tuvo una importancia decisiva en el desarrollo posterior de la guerra. Habría que realizar un ejercicio de política-ficción para imaginarnos que hubiera pasado en Europa y en el resto del mundo si finalmente se hubiera producido una victoria de las fuerzas del Eje en Stalingrado y sobre el resto de Rusia. Posiblemente los aliados se hubieran visto obligados a dialogar con Hitler y el mundo hubiera sido muy diferente, tal y como han reflejado algunos libros y películas distópicos.

La retirada alemana hacia sus fronteras ante el empuje del Ejército Rojo, la ocupación aliada de Alemania durante la posguerra y el Telón de Acero que dividió Europa son consecuencias indirectas de lo que ocurrió en Stalingrado.

¿Por qué con frecuencia se hace más hincapié en destacar el desembarco de Normandía, que no deja de ser algo icónico?

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Hay que tener en cuenta que la propaganda norteamericana siempre ha tenido mucho más eco en Occidente. A la difusión del mensaje que se pretendía transmitir también ha contribuido la labor de difusión realizada por los historiadores y narradores anglosajones, que han sabido vender muy bien la épica del Día D ante un público que ya se mostraba receptivo. No ocurre lo mismo en Rusia, donde la Batalla de Stalingrado es uno de los símbolos, por no decir el más importante, de la Gran Guerra Patriótica.

La visión rusa de la Segunda Guerra Mundial es muy diferente a la que se tiene en el resto de Occidente, al conceder una importancia relativa a la apertura de un segundo frente en Europa con el Desembarco de Normandía. En la misma línea, consideran que ellos llevaron casi todo el peso de la lucha contra los nazis en un sacrificio que se cobró la vida de millones de compatriotas.

¿Cuáles fueron los factores determinantes para que los alemanes fuesen frenados bruscamente en Stalingrado?

Son varios los que intervinieron de forma decisiva. En primer lugar, la superioridad basada en el odio racial y el orgullo ciego en la que Hitler confió su apuesta en Rusia generó un exceso de confianza en algunos de sus generales más aduladores. Incapaces de contradecir sus órdenes más descabelladas, creyeron en una rápida victoria en la que ha sido descrita como una guerra de aniquilación. El desprecio ante un enemigo más poderoso de lo que creían y que supo reponerse de las primeras derrotas, la capacidad de sacrificio del Ejército Rojo y del pueblo ruso, la crueldad despiadada del general Invierno y unas líneas alemanas de suministros excesivamente dilatas sobre un frente inabarcable, hicieron el resto.

¿Cuáles han sido los diferentes apartados desde los que ha abordado este trabajo?

A la hora de afrontar el reto de escribir este libro hubo que plantear la forma en la que íbamos a abordar los diferentes temas. Desde un primer momento no queríamos que tratase este episodio de la Segunda Guerra Mundial desde una perspectiva limitada a cuestiones militares. Con esa premisa se seleccionó al equipo de colaboradores para que pudieran dar su visión sobre los diferentes temas tratados en el libro.

Tuvimos claro que tampoco queríamos abrumar al lector con cifras y datos que diseccionan la guerra con frías estadísticas del horror. Por el contrario, buscamos construir un relato coherente que nos sirviera para humanizar la batalla y que el lector pudiera identificarse con los personajes dentro de un contexto.

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¿Ha sido difícil encontrar a los diferentes especialistas de los diversos aspectos de la batalla?

Siempre resulta complicada la tarea de encontrar a las personas más adecuadas para escribir sobre episodios trascendentales de la Historia. En este caso, he tenido la suerte y el honor de poder contar con colaboradores de primer nivel procedentes de diferentes ámbitos, que desde un primer momento pusieron su talento, conocimientos y tiempo a disposición de un proyecto que no hubiera podido salir adelante sin sus valiosas contribuciones.

¿Qué es lo que aporta este trabajo en relación a todo lo que se ha escrito de la II Guerra Mundial?

Considero que la originalidad de este libro radica en la variedad de enfoques desde los que se ha abordado el tema. En sus páginas, además de encontrar capítulos dedicados a analizar cuestiones puramente militares también podemos conocer como era el día a día de los soldados de ambos bandos, con sus padecimientos y miedos, o la personalidad de algunos de sus principales protagonistas, sin olvidar el impacto que la batalla de Stalingrado ha generado en la cultura popular. Todo en un único volumen y contado de forma amena y rigurosa.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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