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Lo decía en el último párrafo de mi artículo del día anterior a que estallase en el PP la explosión nuclear (Aznar dixit en una inoportuna gracieta-sin gracia de las suyas) que acababa de esta guisa: «de victoria en victoria hasta la derrota final». Estaba cantado y se ha cumplido.
El PP está roto en dos, sin posibilidad alguna de recomponerse y no creo que ninguno de los protagonistas que hasta ahora conocemos: Casado, Egea y Ayuso vayan a dar su brazo a torcer y si lo diesen sería un mero parche temporal hasta llegar al próximo congreso nacional del partido. Lo único que queda por ver es si la presidente de Madrid crea un nuevo partido y se lleva con ella a buena parte de la militancia, simpatizantes y votantes del PP. Si es así, se acabó el Partido Popular, al igual que ocurrió con los extintos UCD, CDS, UPyD, y a punto de ocurrir con C´s.
Pablo Casado bajo ningún concepto ha querido más poder para Ayuso y por ello se negó a celebrar el congreso madrileño del partido en todas las ocasiones en que la presidente lo ha demandado. Poco a poco, la envidia por el apoyo popular de los simpatizantes peperos y de otros partidos le ha ido minando, hasta el punto de declararle la guerra.
En este asunto, lo de menos es si el contrato del hermano de Ayuso es de un comisionista o una remuneración por un trabajo como freelance, legal, ilegal o medio pensionista, cuestión que deben dilucidar los jueces. El que se hayan seguido todos los trámites contractuales preceptivos como dijeron los consejeros en su comparecencia, tampoco significa nada si el pecado está en el origen. O si la cuantía de la presunta corruptela fue de 283.000 o de 55.300 €. Tampoco sabremos nunca si ha mentido el uno o la otra, o ambos, que es lo más probable. Lo importante para España y los españoles es que muy, muy probablemente el sanchismo y sus socios comunistas, secesionistas y terroristas se sienten en el gobierno ocho, diez o doce años más y logren su fin último de destruir España.
Casado ahora se la coge con papel de fumar con el contrato del hermano de Ayuso, pero no ha pisado la fiscalía para denunciar todos los casos similares que tiene el Psoe: los contratos guarros de Ábalos y los de Illa con sus amiguetes, donde se esfumaron casi 300 millones en basura china, ni el affaire de la ministra Calviño a pachas con la empresa de su marido a costa del timo de la digitalización, ni el asunto parecido de la directora general de la Guardia Civil con su marido, ni el del presidente valenciano Ximo Puig concediendo a las empresas de su hermano más de 2 M€, ni las subvenciones de 80 M€ de la ágrafa y basta alcaldesa Colau a sus chiringuitos amigos y un largo etcétera de casos. Todos ellos de los que no se habla, ni el presidente del PP, ni los medios corruptos comprados por el gobierno.
El ganador de todo esto no es otro que el trilero, traidor y psicópata Sánchez que le puso en bandeja a Casado el caramelo envenenado que necesitaba para cargarse a su competidora y respondona Ayuso y cayó en la trampa. De esa manera el infame se quitaba de en medio a su verdadera oponente que es Ayuso y no el melifluo Casado, porque el verdadero enemigo -que no rival- de éste no es Sánchez sino Vox y Abascal y ahora Ayuso.
Otro posible ganador en esta debacle es el astuto y siempre agazapado Núñez Feijóo que cumple a la perfección el papel de progre euro-globalista, centrista e incluso con esencias y perfumes indepes, sobre todo en trabajar por la extinción del español en Galicia. ¿Por qué digo esto? Pues, porque sorprendentemente ha más que insinuado que en esta contienda está más de acuerdo con Ayuso que con el oficialismo de Casado. A ambos les une un cierto aire progre que afecta a postulados izquierdistas como la ideología de género, el lobby homosexualista, el adoctrinamiento escolar y las leyes de género y de memoria histórica a las que no le hacen demasiados ascos. La diferencia entre ambos es que al uno no le importa mucho España y a la otra, parece que sí ¿En el caso de Feijóo será quizá, porque como buen gallego que es, ya ha visto pasar en procesión de la santa-compaña el ánima de su «presidente Casado»?
Decía también en el artículo del día 16 que a Casado la casta bruxelense que dirige la dictadura de la UE, que ha sido abducida por el globalismo imperante, le exigió la ruptura con VOX y el abrazo incondicional a los postulados de ingeniería social de la agenda 2030. Pues bien, una de dos, o Casado aprovechando el toque de atención que le dieron a él, quiere ser más papista que el Papa y aprovechar la ocasión para cargarse a su verso suelto que pone en peligro su futura e hipotética presidencia, o la guerra con Ayuso ha sido una exigencia más de Bruselas. O ambas.
El clamor social de gran parte de los militantes y simpatizantes del PP culpan a Casado y Gª Egea del desastre y la ruptura en dos del partido, mientras que el aprecio y la reputación social están del lado de Ayuso. Después de la manifestación de ayer frente a la sede de Génova, 13, alea delenda est. El presidente del PP ha fra-Casado y él y su segundo deben irse. Casado ha preferido hacer la guerra contra Ayuso y Vox en detrimento de la que debería haber hecho, al menos con la misma saña, contra el psicópata presidente del desgobierno. Algo imperdonable.
Estas son las consecuencias de estas generaciones de la inmensa mayoría de partidos que parió la partitocracia (que no democracia) que sólo conocen el chusquerismo de las nuevas generaciones y que consiguieron un título, si lo consiguieron, mintiendo, copiando y con malas artes. Ni son políticos, ni tienen talla de nada y viven de la política porque si no están farfolleando y chapoteando en sus detritus, no tendrían donde caerse muertos. España y los españoles les importamos una higa.
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