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Lo contado, todo, falso de toda falsedad. ¿Álvaro Prieto asesinado como parte de un ritual masónico? Poseyendo una cada vez más inmarcesible certidumbre de que el mundo que vivimos se mueve dentro del perenne andamiaje de la ocultación, el encubrimiento, el embuste. Contra la realidad, el mito. Y más fresco y saludable, henchido e hinchado según devenga el tiempo y cuanto más se le invoque. Plandemia, un poner, uno de los cúlmenes. O, en el caso que nos ocupa, Alcácer. O Alcasser, si prefieren. En nuestras crédulas sociedades, lindando lo patológico, prevalece la amnesia colectiva, la completa derogación de la más nimia racionalidad, la estrecha, estrechísima simbiosis con la mentira, el autoengaño de masas frisando el delirio psicótico.
11 simbología y el hiato o impasee parabrisas
Teatro, lo vuestro es puro teatro
Caso del futbolista cordobés Álvaro Prieto, pura patraña la versión oficial. Factores a tener en cuenta. Los discotequeros ligoteos y la gitanofobia como coartada. Fútbol de élite. Adopciones en Ucrania. El papel de los trabajadores de Renfe/Adif, segurratas de dos patas ( y su nula humanidad, ¿ seguro?) y madera varia. Y la soldadesca, obvio, UME mediante ( ¿ qué coño pinta esta unidad militaresca que aparece en todos los “escenarios delicados»? ), pululando y jodiendo, lo propio. El montaje de escenarios, un arte, muy macabro. Con banderita rusa incluida. Mensaje claro de la terrorista OTAN a los rusos del fin de su «extraña» guerra. Reseteando Israel.
Ejemplos a vuela teclado de la mierdera versión oficial: electrocutarse y justo colarse por el hueco entre dos vagones. Imposible, materialmente imposible. O Álvaro a un par de kilómetros de distancia de la estación de Santa Justa dónde se cogen los trenes, saltando una valla metálica de espinos de tres metros. Y qué decir de la pamema de la cámara de Televisión Espantosa que se halla una hora antes en el lugar donde por primera vez en tres meses se mueve un tren, a 40 minutos caminando de la propia estación (el tren, fuera del acceso al público). Alguien dio la señal. Y precio pagado: borrado de las imágenes por orden de arriba. Muy arriba. Quia. A jiñár, farsantes, con vuestras satánicas masonadas.
Entre TeleUcrania y TeleIsrael, paréntesis de órdenes de caballería
El vagón es el S599. El de enfrente el S449 al que saltó según la versión oficial. 11- M de 2004 explota el tren de Atocha a las 7:36. El tren venía del SUR de Madrid. Álvaro Prieto murió a la mismísima hora. 221 meses después encima del mismísimo modelo de tren. Seccionadas sus piernas un 11. El cuerpo fue levantado a las 3:30. 33, faltaría más.
Sacrificio ritual, pues: electrocución de fuego (calor y explosión del 11-M, transicionando en Bozalistán) y agua (bendición bautismal del nuevo bautismo prohibido en Rusia). Y esa celebérrima orden de caballería de la capital andaluza ( ains, Marta del Castillo) del 11-M. Los herederos pues del narcorrégimen pedófilo del 78.
¿ Entonces?
El día del Pilar ( y de la Hispanidad), curioso, a Álvaro no le dejan subir a un tren por no tener el móvil encendido y prueba a colarse en un Media Distancia (sin matrícula, fuera de servicio, meses quieto). Descubre una tórrida secuencia de reputados políticos sociatas, dizque españoles, claro. Esclavas sexuales extranjeras con menores incluidos y rituales satánicos con libelos de sangre. El chaval ha visto demasiado ( como Mario Biondo).
Los guardias que protegían a los políticos vistos, presuntamente, ¿apagan su móvil con descargas taser de muy alto voltaje, le estrangulan y esconden su cuerpo, incrustando su cuerpo entre dos vagones, puro atrezzo, mientras se busca como chivo expiatorio a una inexistente familia gitana, con un piquito ( memento, la astracanada Rubiales/Hueviales) en la disco como burdo, grotesco e irrisorio pretexto?
En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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Las versiones oficiales, «para eunucos mentales» (Martin Sánchez). Nadie puede creerse una versión oficial. Esta la habrán creado para los padres.
No estoy al loro del caso, pero lo que sale es, al menos, «curioso».
No creo nada de la información oficial sobe el caso…
¡Demasiado interés en dar una «versión oficial» que no se sostiene!
Y vaya adejadez, incompeptencia o pasotismo de la Policía Nacional de Sevilla. Se han cubierto de gloria, digo de mierda.