21/11/2024 18:53
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Somos como una torre venida a menos. ¿Derribada? No, pero todo se andará. Pues empieza usted bien su croniquilla, hoy, además, 18 de julio, día en el que murió la II República. No. Esto no es más que un envite al toro a ver cómo respira. Hay que saber cómo se pajea el bicho. Además, dicen los gitanos que no quieren ver a los hijos con buenos «prencipios». Las cosas se miden por sus resultados finales; por lo que dejan en la memoria. ¿Memoria? La palabra República, (Del lat. respublica) y que tanto nos remite a Platón, es una bonita palabra. Pero en España la cosa no funcionó y los resultados finales no pudieron ser más desastrosos, hasta concluir en la guerra civil.

Bajo ese nombre y esa bandera se protegieron y se protegen los que se consideran hijos de la república, y que no son otros que los españoles a medias, acomplejados y seres inferiores, o sea, los enemigos de España. Los mismos que en su día pasado hace pocos meses, bandera en ristre, alardearon a la república en varios puntos nacionales, hasta la saciedad.

«Si pública es la mujer / que por puta es conocida / república viene a ser / la puta más corrompida. / Y siguiendo el parecer / de esta lógica absoluta / todo aquel que se reputa / de la República hijo, / debe ser a punto fijo / un hijo de la gran puta».

Décima atribuida a José María Pemán. ¿Será por lo que liquidaron sus recuerdos en Cádiz?

– Prosiga el mosén con su Desafío Español

– ¡Aleluya…! El Desafío no es un género literario, y menos, periodístico. Tampoco se puede encuadrar en categoría, de cualquier otro orden natural o artificioso de rictus intelectual. Es un género escrito particular que toma una parte de todos sin pertenecer a ninguno. Sus orígenes son tan difíciles de entender, como sus fines a quien la literatura le suene a chino. Participa de la prosa poética.  Es el resultado final de una vida. El acabose del empezose.

Lo que pudo haber sido y no fue; lo que ya nunca será. Asuntos de la existencia y del misterio de vivir. Una propiedad de mayorazgo colectivo sin dueño; especialmente desde que he sido nombrado «Mayoral de las Majadas del Caserío»; la sencillez de quedarse atónito ante el gran teatro del mundo, el espectáculo reiterado de nacer, crecer, reproducirse y morir; no la embriaguez de la tristeza perturbadora del alma que acorta el tiempo y adelanta la muerte; todo lo contrario. El Desafío no es un relato al uso doctrinario, no es más que la purga de mi corazón.

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La celebración de un oficio de tinieblas cuando una lluvia abyecta desgrana su sonrisa de gratitud sobre los cristales. Lo que la naturaleza -loca como el género humano-, pare y sólo a ella se le parece y pertenece.

– ¿El parto de los montes? Horacio lo expresa con esta frase: «Parturient montes, nascetur ridiculus mus». (Parirán los montes, nacerá un ridículo ratón) Le va como ni pintado al nuevo gobierno que se regenera para no cambiar nada y dejar todo como estaba, ya que para regenerarse debe cambiar el mismo y desaparecer por completo de la faz de la tierra, por maldito.

El Desafío es de generación espontánea y no corresponde al autor -padre de la criatura- decir nada sobre el resultado final del parto. Aunque quiere adelantar que tiene algo que ver con la escritura automática de los surrealistas y el amor loco. Es sólo un desahogo.

La Naturaleza, conjunto de todos los seres naturales y dividida en los reinos, animal, vegetal y mineral, es el ser, estar, nacer, desarrollarse y resistir de todos los seres vivos. Sobre todo resistir a este gobierno, socio-comunista. Los minerales no tienen vida, pero son imprescindibles para vivir, tal es el aire, mineral gaseoso, o el líquido elemento, el agua. La naturaleza es el gran misterio, y mal se entiende sin ponerle detrás la divinidad, a la que siempre se llamó por su nombre. Pero desde que tal término y concepto fue apartado, y condenado al ostracismo; desde que las cosas dejaron de llamarse por su nombre, por los que las manipulan, aumentó el peligro de que fusilen al amanecer a quien use ese lenguaje natural que representa toda una vida de paz, orden, respeto, y amor al prójimo. Así ocurrió en la guerra civil, y así ocurre hoy, pues si entonces fusilaban los ateos y marxistas, a los que no lo eran, hoy matan o lo intentan los mismos perros con distintos collares, pero además y casi por todo lo contrario; los islamistas, para los que infiel es quien no sea musulmán y que al parecer, según lo que llaman el libro de Mahoma, el profeta, deben matar allí donde los encuentren. Lo tenemos claro… Con la muerte a los talones; con la muerte no se debería nunca jugar; ya basta con jugar con las personas, o con el lenguaje, la mejor herramienta para vivir, y para confundir y engañar. Jugamos con las palabras, en el lenguaje, pero no confundiéndolas.

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Hay que distinguir el género, del sexo. A lo mejor de este Desafío, espontáneo como el que se lanza al ruedo, sin más, me sale una «miembra»… de las juventudes socialistas, feministras, comunistas, o sabe dios qué, pero imponiéndonos mediante el BOE. lo que tenemos que pensar y decir.

– ¿No tendrá nada que ver -eso del sexo; de bello sexo- con el Sexto Mandamiento de la Ley de Dios? Aquel pecado tan viejo como el mundo y gracias al que se reproduce la especie humana, aunque no sepan muchos bien para qué, y otros lo duden o lo nieguen… ¡Más cornadas da el hambre…! Así se lanzó al ruedo el espontáneo, sin saber bien lo que hacía, y su aventura republicana fue un fracaso. Así andamos en España. A la que salta. 

Autor

REDACCIÓN