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Debatiendo sobre el latido de corazón y la polémica surgida en Castilla y León.
También se ha tratado el tema del conflicto de Ucrania y la demonización de Vladimir Putin.
Terminamos valorando el último informe del CIS en el que deja a VOX con un 10% y a PODEMOS como tercera fuerza política.
Autor
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Madrid 1968. Hasta 2013 se dedicó al mundo de la automoción. En Mayo de 2013 comienza su andadura en el mundo editorial con la publicación de diarios digitales. Sierra Norte Digital (de 2013 a 2018)y El Correo de Madrid desde Mayo del 2018 y el Correo de España hasta la actualidad.
En paralelo funda la editorial SND Editores (2014) y el Canal "Con Ñ de España" en Youtube donde emite todos los días.
Es columnista y tertuliano habitual en varios medios de comunicación, entre ellos Mediterráneo Digital, Radio Inter y Radio Ya, Decisión Radio e Informa Radio.
Escuchar el latido de un feto antes de abortarlo es información y la información es esencial para el consentimiento y el libre ejercicio de la voluntad. Los que niegan el acceso a la información o impiden que dicha información sea presentada -la siniestra globalista y sorosiana- están adulterando el consentimiento con pleno conocimiento de causa o, simplemente, consentimiento en términos jurídicos auténticos. La menestra verdulera, Pirene Tontero, habla mucho de consentimiento pero no sabe lo que es. Lo confunde con aquiescencia en el caso de los menores o con una brusca decisión irreflexiva y ofuscada en el caso de los mayores.
Como pista para mejorar el argumentario, podían haber formulado mejor lo de la naturaleza del feto, incluso tal vez la del embrión, recurriendo a la noción de la neotenia humana. Al margen de la biología, se impone la necesidad de contar con una teoría moral racional para poder pronunciar un juicio sobre el aborto provocado
El aborto no es una «interrupción». Sólo se interrumpe lo que se puede proseguir y, por tanto, se trata de un sibilino eufemismo creado por los adversarios. Es más descriptivo llamarlo feticidio o reventamiento de embarazo.
Por cierto, el inculto de Armando otra vez destruyendo la sintaxis castellana con su «no pueden haber excepciones» (8:14). Será que no puede haber excepciones…