Objeto Volador No Identificado, OVNI. Si supiesen lo que está pasando lo llamarían drones, pero eso es sólo una referencia somera y peregrina para calificar objetos flotantes sin identificar. La realidad es que ignoran qué es lo que ha traspasado la seguridad nacional a pesar del mayúsculo presupuesto en defensa de todo el país.
Las autoridades sobrepasadas por la irrupción de objetos volantes sobre el territorio estadounidense han usado con artera precisión la denominación de drones a la anomalía que está alertando a los ciudadanos en lo que parece un festival de avistamientos con aparatos de características muy singulares, que se mueven en formación coordinada entrando y saliendo del océano, acompañando a lo que se describe como un monolito o creando una cascada de luz a través de un enjambre de luminosidades a cada cuál más original. Calificar de drones a los miles de objetos volantes que se están mostrando con absoluta indiscreción es sólo posible en estos tiempos en que se han inventado estos aparatos que proliferan en el mundo. Pero si esto llega a suceder décadas atrás estaríamos vislumbrando un apoteosis OVNI de elementos con apariencia de drones, siendo en realidad objetos de cariz extraterrestre, mostrados sin ambages después de sospechas de su existencia, convirtiendo el misterio de los últimos tiempos en una certeza que desfila ante los ojos de los humanos que desconocen a través de sus máximos responsables qué es lo que está sucediendo verdaderamente y qué intención subyace en esta revelación probablemente devenida de los mares, del interior de la tierra o de otros mundos… ¿Tal y como se ha sospechado con las investigaciones llevadas a cabo sobre el fenómeno UFO? Eso es lo que parece al menos.
La contradicción es patente. No tranquiliza que de la estupefacción de las FFAA estadounidenses, del FBI , de la NASA y cuantas agencias se han visto sorprendidas por estos masivos avistamientos, de repente salga un general para quitar gravedad al asunto pretendiendo pasar por aviones, helicópteros o drones de aficionados y comerciales controlados a lo que con evidencia se está mostrando como un espectáculo incrementado de innúmeras manifestaciones visuales que en nada se parecen a lo conocido hasta ahora, salvo que naves espaciales puedan parecerse a drones ahora, cuando no siendo previsibles lo habrían parecido años atrás.
Las autoridades han barajado diversas hipótesis y ninguna es capaz de explicar lo que sigue sucediendo con mayor frecuencia en los cielos de muchos estados norteamericanos. Desde la acusación de que China está detrás de estas vigilancias sobre instalaciones militares USA incluso en bases asentadas en Reino Unido, a que se trata de tecnología del ejército que se ha desplegado en misión secreta. Lo cierto es que unos y otros no dan confianza, sea quien sea el que sale a dar explicaciones, mientras sigue inexorable y sin freno la toma de imágenes en lo que parece una intención abierta para que se reconozca, desde la más epatante extrañeza, que el fenómeno OVNI se está paseando sobre la tierra más allá de las previsiones de una de las mayores potencias mundiales que no sabe cómo abordar lo que se ha convertido en un problema controvertido, exhibido a la luz pública de modo inevitable, de la comprometida Seguridad Nacional.
Y no siendo un hecho aislado e independiente de la voluntad humana, podría con el tiempo extenderse esta fenomenología a otros lugares del mundo, cuando a la vista está que detrás de la intención de estos vuelos está el conocimiento intrínseco de que el misterio OVNI quede absolutamente desvelado ante millones de testigos. Veremos cuál es la intención, pero al día de hoy la capacidad limitada del todopoderoso hombre queda sesgada por este acontecimiento que podría convertirse en un punto de inflexión en la historia universal todavía por escribirse. Son demasiados testigos con teléfonos móviles los que se han convertido en una certeza del fenómeno que otros ya no podrán ocultar tras secretismos y conveniencias.
Con el lógico temor por lo desconocido cabe también la esperanza de que haya algo más que los malignos majaderos que se han apoderado de la voluntad del mundo y quizá la fortaleza para mirar al cielo, allá donde se extravían las aviesas intenciones de quienes manipulan la libertad de los pueblos de este orbe acercándose a la extinción del conflicto nuclear. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Una nueva manipulación al modo plandémico? ¿La humanidad sacando sus juguetes más secretos como nueva amenaza o un revelación esperada por la Humanidad desde siempre?¿Proyecto Blue Beam? ¿Drones rusos, iraníes, coreanos o chinos en un nuevo movimiento de la provocación geopolítica que supondría un acto de guerra? ¿Pruebas de nueva tecnología militar? Todo es posible. ¿Humano o extraterrestre? Mientras no se sepa de qué artefactos se tratan, no dejan de ser OVNIS: Vivimos tiempos arriesgados, trágicos y, a veces, extrañamente fascinantes.
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Drones o naves tripuladas por humanos (o incluso en remoto).
Con el único objetivo de apuntalar un único «Gobierno Mundial» que haga frente a la «amenaza». Como contra la falsemia (Enfermedad). Como ante (falsos o provocados) desastres medioambientales tales como la riada de Valencia (Ordo ab Chaos). Como ante Rusia (Guerra).
Hay personas que llevan muchos años advirtiendo de que los criminales globalistas iban a utilizar también lo de los «ovnis». Curiosamente, como en tantos otros casos, parece que han acertado.
Hace meses ya intentaron colar el tema. No digo ya nada de las piedras esas falsas de los 500 millones en múltiples lenguas.