De vuelta de las vacaciones. Por Manuel Fernández Prieto

Llevo casi dos meses sin escribir ningún artículo.  He tenido un exceso de trabajo que me lo ha impedido.  Y algo de falta de inspiración.  Pero aquí me tienen de nuevo, no se si por suerte o por desgracia para ustedes. El caso es que ando organizando entre otras cosas un concierto contra la despoblación en el auditorio municipal Ruta de La Plata de la capital zamorana. Estoy dando lo mejor de mi mismo para que que los ecos de dicho evento resuenen por toda España y sea un aldabonazo en las conciencias patrias. 

 

Pero no es de estas cosas de lo que quería escribir.  Si no del panorama que presenta nuestra patria a la vuelta de las vacaciones de verano.  Un panorama muy negro. Los nubarrones empiezan a descargar su tormenta, los índices económicos son devastadores y preocupantes, pero el español medio continúa con su siesta eterna medio atontado por los botellones y el exceso de fútbol. 

 

Señores, ante los precios que han alcanzado las energías en España las calles deberían de estar ardiendo ya. Pero claro, la culpa la tiene Putin y no hay que moverse. Las televisiones continúan con el lavado de los cerebros españoles y aquí paz y después gloria. Una pena.

 

Todas las esperanzas se ponen en la victoria de Feijoó. Pero yo vivo en la despoblada y pepera Castilla y León y se que ni con una mayoría absoluta, ni Feijoó ni el PP nos van a arreglar nada.

 

Porque tras 40 peperos años Castilla y León sigue despoblándose y desindustrializándose. Se niegan a erradicar el aborto y son inútiles para reindustrializar el país. Serán otros cuatro años más en los que la mediocridad continuará rampante. Serán cuatro años más de lo mismo, de la misma decadencia y de la misma cuesta abajo.

 

Como ya les dije en mis últimos artículos, estoy esperando a que el PP fracase para lanzar un nuevo partido de carácter meritocrático.  La verdad es que mientras los españoles sigan poniendo sus esperanzas en una mayoría absoluta de Feijoó es mejor no moverse en este sentido. Pero Feijoó fracasará también por las razones que he expuesto más arriba y llegará la hora en que haya que dar un impulso a este partido. 

 

Y los que ahora me rechazan en mis propuestas, les estoy hablando de los Mario Conde, Amancio Ortega, Florentino Pérez o Federico Jimenez Losantos, verán que la única posibilidad de sacar a nuestra patria de su postración será el ascenso al poder de este partido meritocrático que se llamará movimiento social español. 

 

Pero ahora estoy intentando organizar el concierto contra la despoblación y atendiendo a mis tareas agrícolas y bien que estoy aquí, haciendo estas cosas. Esperaré a que la gente se desengañe de una vez por todas y es entonces cuando al movimiento social español le llegará su oportunidad.

 

Y espero a que entonces estas personas que me menosprecian me hagan caso y atiendan mis razones.

 

Porque la espiral decadente no la podrán parar estos partidos corruptos e indultadores de chorizos. Solo un gobierno de los mejores podrá sacar esto adelante. 

 

De gente que sepa lo que vale un peine y no de pervertidores del lenguaje y de los niños. De gente que sepa mover las cosas. De gente que ha demostrado su valía y que no llegan a la política a llenarse la barriga. 

 

Para hacer ahora un punto y aparte voy a comentarles también que el genial rockero Freddy Billy y yo estamos a punto de vender una canción nuestra a un famoso cantante español cuyo nombre no voy a decir de momento.

 

Esperemos que la canción sea un éxito en manos de este artista y que el cantante falangista Freddy Billy alcance el puesto que le corresponde a su genio y vea explosionar su carrera musical.

 

Yo seguiré luchando contra la despoblación con todos mis medios. Organizando este concierto que trato de que se celebre el 19 de Noviembre, con mis libros, con mis discos y como no, organizando este nuevo partido. Y con mis artículos, claro.

 

Porque vuelvo a repetirles que a la España vacía le quedan quince años de vida. Y solo un enérgico golpe de timón puede salvarla. Salvarla de convertirse en un desierto.

 

Y les comunico, por que lo he hablado una y mil veces con mis paisanos, que en la España vacía preferimos nuestra debacle total a ser repoblados con musulmanes. Preferimos que tres cuartas partes de España se conviertan en un desierto a que se cubra de minaretes y mezquitas.

 

Los progres quieren repoblar nuestros páramos con mahometanos. Nosotros nos negaremos a ello. Y salvaremos nuestras regiones gracias al movimiento social español. 

 

Dicho esto, que ya hace tiempo tenía ganas de decirlo, pasaré a vaticinar lo que se nos viene encima. Pues con esta inflación galopante que tenemos es fácil adivinarlo.

 

Una crisis social tremenda. Pobreza y hambruna.  Malestar en las clases medias. Depauperización general. 

 

Y el cuento ese de los todos, todas, todes se acabará. Con la barriga vacía estas tonterías dejarán de engatusar a la gente y se volverán los ojos a lo único que puede salvarnos, el gobierno de los mejores. La meritocracia.

 

Así que les emplazo a que vean si estos vaticinios se hacen realidad y vuelvo a repetirles a los yupiguays progres que viven en su burbuja madrileña de prosperidad ajenos a la realidad de la calle y del campo y olvidados de esa España vacía que agoniza que nunca consentiremos que nuestras queridas tierras sean repobladas con moros.