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La Fiscalía Provincial de La Coruña ha abierto diligencias por un presunto delito de discriminación y odio. Al hilo de la actualidad y en estos tiempos donde se busca la imputación que traspasa presuntamente los límites cada vez más exiguos de la libertad de expresión, Begoña Gerpe ha anunciado estar imputada. Me comentan que va a colmar con creces las ansias de protagonismo y que acaso buscaba ser fichaje estrella de VOX escudriñando cualquier grieta donde asomar y despuntar, siguiendo el oportunismo de la decepcionante Macarena Olona. Puede ser.
La abogada se ha introducido por escabrosas sendas de protagonismo que le han aconsejado imprudentemente un lenguaraz discurso para darse de bruces contra la Justicia. Aquella que por toda respuesta al dolor significó la miserable indiferencia, ufana, autosuficiente en la vanidad más absurda, dispuesta a multiplicar suscriptores mediante la apariencia patriótica y justiciera, con la existencia dispuesta a darle un revolcón como cura de humildad, ha sido denunciada por la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas, FAKALI, por un presunto delito de odio. La youtuber ha encontrado el freno a los presuntos excesos dialécticos y ha anunciado en su canal, seguido por más de doscientos mil suscriptores, que la Fiscalía y la Guardia Civil la investigan por manifestaciones públicas, multitudinarias podría decirse, presuntamente racistas y clasistas contra la etnia gitana.
Visiblemente inquieta por la espada de Damocles que pende sobre su antes confiado cuello, la letrada de La Coruña anunció que se ratifica en sus proclamas y no borra el vídeo, motivo de la denuncia, porque no tiene nada que ocultar. Posiblemente omita que lo deja todo como está para no agravar el presunto delito por el que ha sido imputada.
La cura de humildad es un acontecimiento que tarde o temprano llega a quien se mueve por la vida ignorando el dolor ajeno y compromete a cuantos confiados en sus altanerías creen que ese dolor no llegará a sus vidas. Pero como si fuese una premisa del destino, tarde o temprano alcanza, cuando menos se espera, al elemento que se cree intocable desde el artificioso y muy engañoso pedestal de la futilidad, tan vano.
Será en un tribunal donde la ahora vulnerable oradora habrá de defenderse por las soflamas que vertió presuntamente contra el colectivo al que ha indignado por pronunciarse, digamos severamente, afrentando la dignidad de las mujeres que la han denunciado.
Carmen Santiago Reyes, presidenta de KAMIRA, Federación Nacional de Mujeres Gitanas, afirma que se ha materializado la denuncia en la Fiscalía de Odio de Madrid por una grabación en la que «humilla, ataca y ofende a la población gitana, incitando al miedo, al rechazo y al odio contra la misma». A tenor de lo comprobado por la asociación, a raíz de un delito cometido por menores, desbarró Gerpe con presuntas generalizaciones e improperios contra toda la población gitana.
Al hilo de esas ofensivas manifestaciones a falta de ser interpretadas por la Justicia, se puede afirmar, subjetivamente al menos, que ese presunto discurso del odio podría desencadenar una condena en firme dada la gravosa trascendencia pública de unas manifestaciones susceptibles de cuadrar con un presunto delito de injurias o de odio con un marcado cariz generalista. Sirva como muestra lo denunciado desde la propia Asociación Kamira que cita literalmente lo dicho por la abogada y que cada cuál saque sus conclusiones:
«Los gitanos amenazan de muerte. Los racistas son los gitanos, que no se integran porque no quieren y nunca consideran al payo como su igual.Son gregarios. El racismo es «bidireccional».
Los gitanos tienen su propia ley y la aplican con rapidez al margen de la ley general. Pobre el abogado que tenga que defender a un payo contra un gitano.»
«No es que haya presunción de culpabilidad contra los gitanos, no señor, hablamos de un porcentaje elevadísimo de gitanos que viven en barriadas…al margen de la sociedad, que ¿por qué vamos a tener esa presunción de culpabilidad.?…coño, ¿por qué será?… no puedo con la demagogia. La mayoría de los compañeros de celda de mis clientes son gitanos».
«Los gitanos viven de ayudas sociales porque no quieren trabajar, no se integran, no quieren trabajar… No es lo mismo tener un problema con un payo porque con él se puede solucionar, pero con los gitanos no.»
Y termina diciendo, «espero que no me linchen» lo que acredita que es plenamente consciente del carácter ofensivo y denigrante de sus palabras y que las mismas incitan al odio contra la población gitana.
(Fuente: Asociación Kamira.)
En consecuencia, Begoña Gerpe es investigada por la Fiscalía del Odio y la Guardia Civil y todo indica que tendrá que defenderse ante un juez por esos excesos en que a veces la perorata fluida incurre por mantener la atención y multiplicar a toda costa el número de suscriptores alimentando el ego. «Vanidad de vanidades y solo vanidad», como decía el sabio Cohelet.
La abogada Sefora Vargas Martín, especializada en la defensa de la etnia gitana, ha respondido públicamente y argumentado las razones legales, pormenorizadamente, por las que Begoña Gerpe puede ser condenada. Dadas estas argumentaciones taxativas y ajustadas a Derecho se puede deducir que se librará una encarnizada batalla legal.
Autor
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Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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Las fiscalías contra el odio, que en realidad deberían llamarse FISCALÍAS DEL ODIO, son totalmente sectarias, y solo disparan en una dirección: contra las personas de derechas, o que se opongan al NOM.
Los rogelios pueden decir lo que les de la gana, y no les pasa nunca nada, pero a nosotros, SÍ.
Todo mi apoyo para esta ilustre compañera, a la que se investiga simplemente, por decir la verdad.
Repulsivo el comentario de Fernández Canduela, apoyando la imputación y la retractación de la abogada. ¿Es acaso falso lo que dijo Begoña? ¿Qué delito hay aquí? Patéticas fueros las disculpas y el gimoteo aquel «…por Dios, por Dios», ante la gitanada orquestada por Pablo Iglesias.
Es necesario que algún partido político (estoy pensando en VOX) proponga eliminar del Código Penal el «delito de odio» porque el odio es un sentimiento individual que, mientras no se traduzca en agresiones a otras personas, no puede ser reglamentado por las leyes.
Espero que un juez sabio sepa discernir entre libertad de expresión y provocación al odio para fines partidistas a través de redes sociales de gran repercusión. No es decente remover las aguas revueltas, sino que promulgar la concordia.