18/10/2024 16:23

Presumía Pedro Sánchez y sus socios de Gobierno-los mismos con cartera que estaban siendo investigados por la DEA y el FBI como sospechosos de haberse lucrado del narcotráfico para llegar donde están- de que el pueblo había elegido democráticamente un gobierno progresista, cuando tras la presunción democrática puede ocultarse un plan de estafa política cuya punta del iceberg era el incumplimiento reiterado de las promesas  con flagrante engaño al electorado. Porque el embuste replicado, el iniciado con la moción de censura contra Mariano Rajoy pasando por la mentira electoral como modus operandi para apoltronarse en La Moncloa, sin importar las consecuencias públicas del engaño, demostró que no fue una acción aislada de un hombre sin honor ni palabra, sino también una nada improvisada actitud de estafa política necesaria para un plan mayor de tintes golpistas: un verdadero asalto al poder usando a las propias instituciones para generar un cambio contra la propia soberanía popular, engañada previamente por el CIS de Tezanos  y después de pasar por las urnas. Aquí no ha habido ninguna selección democrática que no haya sido una planificación consensuada ocultamente con los enemigos de la Constitución que se dispuso a desmantelar un PSOE intervencionista, traidoramente radicalizado por los intereses tabernarios del bajo fondo político para conspirar contra cuarenta años de estabilidad democrática y el propio modelo de Estado que la hizo posible.

Los medios de comunicación comprados con el salario de la traición lo hicieron posible. La mentira se impuso a diario. Maldito Bulo o Newtral siempre fueron órganos de censura. La manipulación ha sido permanente y tomó como objetivo a quien obstaculizase el programa de la manipulación generalizada. Ni los jueces se han salvado de la opresión mediática. Cualquier delincuente buscaría la anulación de los togados que pueden encausarlo tomando para sí las leyes con el fin de controlar a los tribunales y convertir el hecho delictivo en legalidad, procurándose la impunidad mediante el sometimiento de la Justicia. Un retrato fidedigno del criminal Sánchez.

El pago de favores al independentismo era prueba fehaciente del dominio contra los tribunales sacándose de una manga conceptual y arbitraria el término lawfare para justificar los desmanes golpistas del 2017. El desembarco del sectarismo en la Abogacía del Estado y la Fiscalía General, más tarde con el asalto al Tribunal Constitucional obedeció a un plan de intrusión radical y derivó en la persecución del adversario político que jamás fue demonizado casualmente. Por ello Álvaro García Ortíz está imputado, como de carambola virtual también el capo monclovita porque aquí nadie mueve ficha de corrupción sin su consentimiento. Lo cierto es que no había casualidad basada en las eventuales disposiciones de apariencia democrática sino un masivo fraude que coló, mediante la acción delictiva, un gobierno en bastardía. Tal cual había conseguido hasta entonces con grotesco disimulo el estafador político, líder del partido más corrupto de Europa que solo con los ERE ha sobrepasado todos los baremos de corruptela a los que sumar los múltiples casos acumulados durante cuarenta años de robo y saqueo de las arcas públicas y los que hoy colapsan la capacidad de asombro de la opinión pública.

Ya por entonces Joaquín Leguina denunció en pública manifestación el pucherazo de Pedro Sánchez incluso contra las decisiones de su propio partido. Lo tachó de mentiroso y tramposo significándose como uno de los políticos socialistas dignos no abducidos por el capo del PSOE. Son millones de ciudadanos, al margen del color político, los que piensan como Leguina y se sienten estafados por un embaucador sin honra que ensucia la presidencia del Gobierno de España actuando como un vulgar delincuente.Cada vez más cuanto más se aferra al poder esquivando la múltiple imputación. Todo se andará…

La siembra estratégica de la cizaña

Es fácil cerciorarse de la existencia de una actitud delictiva cuando existe algo que crispa la convivencia social en el intento de soliviantarla, pues sabe bien el delincuente que obtiene beneficios cuando se revuelve el río donde echar las cañas del oportunismo. Es demostrable hasta el ridículo impasible del sinvergüenza Tezanos que el CIS ha actuado como manipulador de estadísticas para prepara fraudes electorales sin los cuales no es entendible que un fullero sin conciencia como Pedro Sánchez, haya conseguido legitimar una presidencia basada en la podredumbre personal. Las concienzudas pesquisas de Plataforma Elecciones Transparentes –https://eleccionestransparentes.wordpress.com/– demuestran que este Gobierno aparentemente democrático es el resultado de un fraude repetido aprovechando la falibilidad del conteo con la sospechosa influencia de INDRA.

Origen fraudulento e intenciones delictivas. En el título del presente artículo están implícitos los verdaderos deméritos de Pedro Sánchez para haber conseguido, de modo capcioso, ser presidente de gobierno en España mediante las más inmundas artimañas solo efectivas en una democracia ingenua, desavisada y víctima de una organización criminal camuflada tras siglas políticas. No hay mérito en el engaño ni siquiera cuando no es detectado a pesar del artificioso triunfalismo del tramposo.

En el delincuente existen dos factores característicos que confrontan con el orden establecido y la Ley: la intencionalidad delictiva para tomar ventajas contra la convivencia social y la ejecución del delito como consumación de una proyección delicuescente que se procura la impunidad en tanto pueda esquivarse la acción de la Justicia. Y tras el disfraz político puede intervenirse cualquier estamento sectarizando sus funciones, transformando como normalidad lo que en otros tiempos habría sido la evidencia de un chantaje totalitario. Coerción contra la Justicia, los jueces y fiscales que no pertenecen a la banda organizada de criminalidad gubernamental.  Imposición contra mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y Militares para satisfacer las demandas de grupúsculos minoritarios que usan las miserias de la Ley Electoral para dinamitar las leyes usando como caballo de Troya la ambición desmedida de un embaucador sin moral, arribista y suciamente blindado por sus miserias políticas y personales. Y con el paquete llegó la paulatina radicalización sin máscara para transformar una sociedad competente e identitaria en una molicie desintegrada de intereses especulativos: degeneración contra la infancia para tomar a los niños como instrumentos del sectarismo en la transformación social; coacción a la individualidad en cuantos jueces y fiscales pretendan cumplir con la imparcialidad de su deber; anatematización de todos los grupos políticos y personalidades que no comulguen con la imposición totalitaria y estalinista del pensamiento único como método de control social; prolongar la estafa política hasta conseguir la perpetuación en el poder; compra de voluntades y prostitución del funcionariado. En definitiva, corrupción sin límites, permisiva y adaptada al plan de estafa política cuyo impulsor cosechará la siembra de tanto mal rastrero, con una España despertada del letargo para tomar consciencia colectiva de que ninguna legitimidad democrática está detrás de este Gobierno de coalición con todos sus miembros, quien más quien menos, sospechosos de numerosos delitos.

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El reto y la próxima conclusión

Pedro Sánchez está muerto políticamente y disimula como si no hubiese testigos de sus criminalidades. Y con él los múltiples cómplices de esta aberración Frankenstein consumida. Falta saber cómo librarnos de este monstruo multicéfalo, de este sanchismo ponzoñoso que ha beneficiado a innúmeros parásitos y enemigos del Estado de derecho vigente en España.

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Editor ÑTV ESPAÑA
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