16/05/2024 02:57
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Por la intención de Pedro Sánchez de que se dé una amnistía a los golpistas de 2017 muchos son los que parecen aterrados y hablan de golpe de estado sanchista, de dictadura, del fin de la democracia, de la destrucción de España. Y nos presentan un panorama desolador, como si una bomba nuclear estuviese a punto de acabar con todos nosotros. Debaten que si “Pedrosanchez” y su séquito fueron a Zarzuela para que Felipe VI firmase la amnistía y que el -oficialmente- rey (ya saben que yo tengo por rey legítimo a Don Sixto-) les echó, escoltados por la Guardia Real.

Hay mucho ciego que lo es porque no quiere ver. Y es que si alguna vez nos ha caído una bomba atómica fue en 1975 con el juramento de Juan Carlos I como rey. Una segunda bomba nos cayó cuando se aprobó la Ley para la Reforma Política, y aún una tercera cuando el referéndum por el cual se puso en marcha la Constitución del 78. Y es que soy de la opinión que el mal liberal entró en los huesos y ya no hay forma de extirparlo. La única forma es cortando por lo sano. Pero ningún médico está dispuesto a curar al enfermo. Los ciegos quieren seguir siendo ciegos, viendo en la presente oscuridad -con muy buenos ojos- todo lo que ha venido pasando en España desde inicios de la década de 1970 (por lo menos) y, en especial, desde 1975 hasta el presente. A todos ellos hay que repetirles (parafraseando al demócrata James Carville): no es “pedrosanchez”, es el Régimen, est…

Vamos a ver ¿ cómo empezó el Régimen de 1978? Pues con (lo que considero para mí) una felonía/traición: Así dijo Juan Carlos: “Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios, cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”. Pero en realidad algunos capitostes del Régimen ya estaban confabulados esperando el fallecimiento de Franco para destruir el Régimen. Y no me cabe duda que también era ésta la intención de Juan Carlos antes, durante y después del juramento: destruir aquel régimen católico para instaurar un régimen liberal, masónico y anticristiano.

Ahí están las conversaciones del nefasto Miranda con Cruz Martínez y Girón (diversas veces relatadas por Julio Merino). Está bien patente cómo Miranda maniobró manipulando (desde conversaciones privadas a la elección de procuradores) para que la Ley para la Reforma Política fuese aprobada, cuando todos eran conscientes que no era ninguna ley de reforma sino que era una ley de Cambio Político, de Destrucción. Y fue vendida a los pobres españoles como una “reforma”.

En aquellas conversaciones Miranda “amenazó” varias veces con una nueva guerra civil si no se aprobaba “su Ley”. Cruz respondió que “su Ley” era devolver a los vencidos la victoria ¿No es esto lo que tenemos hoy en día y además legalizado con las leyes de Memoria Histórica y Democrática? Así, hoy, por lo menos en Cataluña, en las aulas -al menos- no se puede enseñar libremente (conforme a la libertad de cátedra) sobre lo que llaman “fets de 1934” (golpe de Estado) o sobre el pronunciamiento del 18 de julio de 1936 que se hizo con el primario objetivo de salvar a la República, o sobre Franco. Ningún profesor se arriesga a dar bibliografía alternativa a la “oficial”. En Cataluña ser profesor de historia es una profesión de alto riesgo.

En esas conversaciones Miranda insistía a Cruz en que se trataba de convivir. Y eso era mentira. Los españoles ya convivían y ya estaban reconciliados. Sólo había una minoría que odiaba -y odia- a España y a los españoles y pretendía -y pretende- destruirnos directa e indirectamente, y en ello encontraron aliados dentro del Régimen de Franco.

Por su parte Girón dijo a Miranda: “Sé que hay que reformar, aunque yo diría mejor adaptar (…) vuestra Ley para la Reforma es darles España a los que ya están reclamando la «Ruptura» con el pasado y volver al 39”. Y en estas estamos ahora. A los enemigos de España y de los españoles les ha costado casi 50 años, pero están a punto de conseguirlo. Estamos viviendo un viaje en el tiempo, hacia el pasado, a 1936; por obra y gracia de los demócratas “de toda la vida”, los actuales y los del pasado, los “Miranda boys”. Y todos ellos son culpables. Han hecho posible “transformar aquella derrota en victoria, una venganza en toda regla” (dijo Girón a Miranda), incluso impuesta en los libros de Historia. “Gracias” por la mierda que nos habéis dado. “Gracias” por la mierda en la que nos habéis metido y que nos va a llevar a una nueva guerra o choque civil o revuelta o “fets”. Alguno ya ha sucedido, como el de 2017, cuando -al menos en Cataluña- estuvimos al borde de una guerra civil y así se vivió en esta tierra catalana. “Gracias”.

Y de nuevo pregunto, vamos a ver ¿Cómo empezó el Régimen de 1978? Pues con -lo que considero personalmente para mí- otra traición. Ahí está bien desgranado el relato del Coronel Navarro de los Paños o del Coronel José Mª Manrique, sobre la entrega del Sáhara al sultán marroquí. Carrero Blanco tenía un claro proyecto para España después de Franco: tipo de monarquía, cuestión política, cuestión del Sáhara, cuestión nuclear, cuestión de las bases yankis, independencia respeto de la masónica yankilandia y “Uropa”. Y eso la Sinagoga no lo podía permitir. Kissinger viajó a Madrid y se entrevistó con Carrero. Y dicen que le amenazó de muerte. Fuere o no fuere amenazado, Carrero fue volado por los aires.

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Sin Carrero y con Franco más cerca de Dios que de este mundo, el día 2 de noviembre de 1975 el Príncipe Juan Carlos se presentó en el Aaiún para, según las declaraciones oficiales y de las agencias de noticias, “arengar a las tropas”. El aún Príncipe les dice que España cumplirá sus compromisos, protegerá los legítimos derechos de los saharauis, la integridad de España, “ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”. Pero, según relata Navarro de los Paños, Juan Carlos seguidamente se reunió con los “jefes superiores de las unidades desplegadas” allí y les dijo que debían “mantener las tropas a mano”, que nadie se desmandase, “porque el Sahara se va a entregar”. Y Franco todavía estaba vivo. Ese príncipe -y sus “boys”- no esperaron a que Franco falleciese para entregar el Sahara.

Si en aquella reunión hubiese habido un solo patriota, un solo hombre de honor, hubiese sacado su pistola, hubiese encañonado al príncipe y hubiese ordenado su detención por alta traición. Y todo a riesgo de que a ese buen soldado de España le hubiesen pegado un tiro allí mismo. Para mí, en mi opinión, aquellos “jefes superiores” no solo perdieron allí su honor sino que fueron colaboradores necesarios para le realización de aquella traición a España y a los españoles. Tenían prisa para hacer el Mal y destruir España. Porque si, como relata Navarro de los Paños, Franco se hubiese “puesto Legionario” me parece que a todos ellos los hubiese hecho fusilar antes del amanecer.

Dice el refrán: “de casta le viene al galgo”. Y pregunto ¿Juan de Borbón había negociado -en 1941- con Gran Bretaña la entrega de Canarias a cambio de que él fuese reconocido rey en una especie de Canarias convertida en Taiwan? ¿Juan de Borbón había negociado con Estados Unidos la entrega de Ceuta, Melilla y Canarias al sultán marroquí? Todo fue explicado por el ideólogo de todos los compadreos: el nefasto Pedro Sáinz Rodríguez en Testimonio y recuerdos (1978). 

Por el informe CIA de 6 de noviembre de 1975 sabemos que siendo príncipe, Juanito mandó a Washington a Manual Prado y Colón de Carvajal para tratar con Henry Kissinger el apoyo de Estado Unidos a su reconocimiento como rey, a cambio de la entrega a Marruecos del Sahara, Ceuta, Melilla, las Islas Canarias y de sus aguas territoriales. Vamos, continuación del proyecto de su padre de entrega sumisa de España. ¿Cómo debe ser calificado todo esto? ¿Es esto Alta Traición? A mi me parece que sí. Ante todo esto ¿hubiese estado justificada no sólo la desobediencia militar y política a Juan Carlos y sus “boys” sino también la detención de todos ellos? Considero que nadie de esos soldados que se llenan la boca de España, tuvo ni la valentía ni el honor de cumplir con sus obligaciones y juramentos para con España y los españoles. Y todo lo que sigue sucediendo en Canarias, Ceuta y Melilla para mi la interpreto como continuación de ese proceso.

Y, vamos a ver ¿Cómo continuó esa mal llamada Transición? ¿Juan Carlos dio amnistía a los mismos que ahora quieren amnistiar? (izquierda revolucionaria, independentistas…). Fíjense. Unos meses después de la muerte de Franco, el 30 de julio de 1976 Juan Carlos -ya oficialmente rey- realizó en La Coruña su primer acto político (poque en ese momento Juan Carlos, como Jefe del Estado, tenía poder político efectivo heredado de Franco): Conceder una amnistía. El computo de terroristas beneficiados fue de unos 1.200 etarras, a los que hay que sumar los de otras organizaciones. Resultado, en los seis años siguientes se realizaron más de 1.300 atentados –a media de uno cada dos días– y fueron asesinadas 365 personas —a media de una cada semana- ¿cómo se puede calificar este acto de amnistía? Con se acto político ¿hubiese merecido su detención, su destitución y un tribunal sumarísimo?

Como decía, “de casta le viene al galgo” ¿Realmente alguien espera que Felipe VI se oponga a firmar una amnistía? ¿Qué hizo Felipe VI en julio de 2021? Pues firmar el indulto para los golpistas del año 17. Y no le tembló el pulso ¿Realmente alguien espera que Felipe VI se niegue a firmar la amnistía a los golpistas del año 17? Felipe VI firmará lo que le pongan sobre la mesa ¿Y hay quienes quieren hacernos creer que Felipe VI hizo “acompañar” mediante “escolta militar” a “Pedrosanchez” y su séquito fuera de Zarzuela? Vamos, hombre, a otro con esos cuentos.

Y ¿cómo comenzó a desarrollarse el Régimen del 78? Apenas tres años después de aprobada la Constitución el Nuevo Régimen estaba en estado de implosión. Es aquí donde encaja el 23-F. Probablemente (J. Palacios, P. Urbano, por ejemplo) fue un autogolpe para salvar al Nuevo Régimen. Pero cuando el mal gálico está en la médula ósea, la respiración asistida sólo hace que la enfermedad se extienda y los gusanos acaben enseñoreándose de un cuerpo podrid. Y es lo que ha pasado. Y ahora surgen muchos “figaflors” que asustados dicen “uuuhhhh que viene la amnistía”, “Uyyyyy….”, “constitución, constitución ven a salvarnos”. Ciegos, es el Régimen, est…

Y vamos a ver ¿Cómo continuó el Régimen? Con la destrucción planeada y programada de los sectores primarios y segundarios. Esto fue, y no otra cosa, la llamada reconversión industrial. Y todo, a mi entender, porque había que entrar en la masónica CEE -UE- y los enemigos de España no podían permitir que la novena potencia mundial entrase en ese club sin ser destruida. Y ahora, no es que el campo o la industria tengan problemas, es que ya son inviables. Y esto continúa y nos están dando la puntilla final. Buen ejemplo: hasta mayo de 2023 se han destruido 256 presas y embalses. Y la excusa: por motivos ambientales o económicos no son viables. Y dicen las autoridades gubernativas que son solo barreras fluviales en desahucio. Pues las vecindades que viven de Valdecaballeros no están muy de acuerdo con esta versión, que se diga.

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Y ¿Cómo se ha venido desarrollando el Régimen del 78? Pues entre sangre y más sangre, muertos y más muertos. Este Régimen es la época que más asesinatos y sangre derramada ha tenido España desde 1931 al 18 de julio de 1936.

¿Y junto a todo esto? Pues despilfarros y corrupción, España ha quedado troceada, la sociedad enfrentada, un golpe de Estado en 2017, pederastia en todos los ámbitos, violaciones a tutiplén, tráfico de niños y de mujeres, y drogas y más drogas, los matrimonios destruidos, los abortos, los hijos desorientados y drogados, las mafias campando a sus anchas, la inmigración ilegal campando libremente y con mas “derechos” que los españoles, el asalto a la propiedad privada que llaman okupación, la destrucción del sistema educativo (ya iniciado por la Ley Villar Palasí). Y tantas otras cosas de las que hoy nos quejamos. Y lo más importante: la fe y la cultura cristianas destruidas.

Y todavía hay quien dice que si Felipe VI no firma la amnistía le montan una revolución y proclaman la III República. Vamos a ver. Pero los mismos vividores del Régimen a costa de todos los españoles y de la destrucción de España ¿Van a cargarse la mano que les da de comer (es decir, el Régimen)? Otrosí ¿Acaso no estamos en una República? Actualmente España funciona como una república envuelta en forma de monarquía. Y es una república que el sistema autonómico diseñado en la Constitución la configuró como federal en la práctica. Pero resulta que el llamado desarrollo autonómico -muy constitucional- ha convertido España en un sistema confederal en la práctica. Realmente vivimos en una confederación y así funciona España en la acción política diaria, y así figura en el imaginario colectivo. Qué se lo pregunten -por lo menos- a catalanes, vascos, gallegos. En el imaginario colectivo catalán impera el concepto de que los ciudadanos catalanes son soberanos, y son ellos los que deciden sobre su presente y futuro. Luego Cataluña es soberana. Y resulta que hay unos que haciendo uso de ese supuesto derecho ciudadano quieren la independencia, pero hay otros que haciendo uso de ese mismo supuesto derecho quieren estar unidos al resto de España. Y supongo que en el resto de autonomías la mentalidad ciudadana es similar: son los ciudadanos de cada comunidad los que deciden sobre su presente y su futuro. Y esto es una falacia, una mentira instalada en la mentalidad y cultura de los españoles en base a la constitución y propagada por todos los medios de comunicación desde hace casi 50 años.

Parece ser que el propio Felipe VI puso fácil el camino de su propia destrucción como jefe de esta monarquía republicana cuando, supuestamente en conversación con David Jiménez, dijo: «Si una mayoría no me quiere, no tendré problema ninguno en marcharme y dedicarme a otra cosa».

Otro asunto es el de si las elecciones que se realizan están o no manipuladas mediante sistemas informáticos y si se hacen o no los escrutinios generales, tal como establece la ley. Pero no voy a abrir ni entrar “en ese melón”, que daría para otro artículo.

Por último, abrid los ojos. No os dejéis engañar. El mal está dentro, la solución está fuera. Dentro de este Régimen del 78, liberal, masónico y anticristiano todo es posible, todo tiene cabida. Si a los capitostes les conviene dar la amnistía a los golpistas del año 17, se la darán. Si les conviene continuar con Felipe VI, él continuará. Si les conviene quitarle de en medio y proclamar la república, lo harán. Si les conviene conceder -o reconocer- la independencia de Cataluña, lo harán. Si les conviene regalar Ceuta, Melilla y Canarias al enemigo, lo harán. Y todo y todos, envueltos en la Constitución, en la bandera de España y con la boca llena de “España” y “españoles”. Y las llamadas fuerzas armadas y del orden dirán “amén”, los cabezas de las principales instituciones dirán “amén”, los partidos dirán “aleluya”, y los españoles no dirán nada, agacharán la cabeza.

Autor

Antonio R. Peña
Antonio R. Peña
Antonio Ramón Peña es católico y español. Además es doctor en Historia Moderna y Contemporánea y archivero. Colaborador en diversos medios de comunicación como Infocatolica, Infovaticana, Somatemps. Ha colaborado con la Real Academia de la Historia en el Diccionario Biográfico Español. A parte de sus artículos científicos y de opinión, algunos de sus libros publicados son De Roma a Gotia: los orígenes de España, De Austrias a Borbones, Japón a la luz de la evangelización. Actualmente trabaja como profesor de instituto.

 
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Geppetto

Peña
Has descrito muy bien lo que sucedio en 1975 y años posteriores, que son los años en los que se conformaron lo que se llama España constitucional , que es la ruina absoluta de España.
El Ejercito de la epoca supo perfectamente que el Rey cerdeaba, sin embargo tuvo a gala seguir las directrices del testamento del Caudillo, que luego se ha sabido que era mas falso que Judas y rodear al Rey de la misma lealtad que el gozo.
El Rey supo rodearsde de toda la escoria del momento, de todos los arribistas, canallas, sinvergüenzas y bandidos que la epoca dio y con ellos confecciono un régimen politico que ha matado a España.
Si haces un Régimen , una Constitucion con lo peorcito de cada casa solo puedes esperar el resultado que ha tenido.
Lo malo es que en politica, y en casi todo, es muy facil destruir y muy dificil y costoso construir y ya estamos en una etapa en que NO hay forma de construir nada con los elementos que esta sociedad oferta.
Agarrense los faldones de la camisa porque, guste o no guste, vienen vientos de fronda duros y helados.

Rafael F.

No recuerdo quien lo dijo, pero me lo apropió, con permiso: Const78. mal pensada, mal escrita, mal aplicada.

JCrespo

Todo fue una merienda de negros de intereses geopoliticos y económicos de fuera y de dinero y Poder de los golfos de dentro. Nunca se contempló el bien común y la prosperidad del Pueblo Español. Salvo el estrictamente necesario para que la población no se sublevara y permaneciera dócil y fuera de la participación política. Salvo el caramelito envenenado de votar cada 4 años. Toda una Partitocracia apoyada por una Constitución siniestra que nos vino de fuera…

Pilar

Al pueblo español se le engañó desde el minuto 1. Los españoles confiábamos en el «heredero» de Franco y en sus ministros (Suárez : MInistro secretario general del Movimiento que se hacia bordar el yugo y las flechas muy grandes y visibles, porque él era más falangista que nadie) ¿como iban a dudar de lo que le proponían gentes en las que Franco había confiado? Esa fue la baza con la que contaron para que le gente, alegremente, les dijera sí a todo.. y luego fue una labor de zapa continua, empezando por la educación, aunque esa ya la habían tomado prácticamente en vida del general.. Solo nos queda confiar en Dios.

Hakenkreuz

Es muy acertado y fiel a la verdad lo que ud. escribe, don Antonio. Por desgracia, es así. El problema es que hoy, los que quieren una España como la de Franco, patriota y católica, no tienen medios ni humanos ni materiales para volver a ella, mientras que los enemigos lo tienen todo, todo menos la razón. Y todo ello sin contar con la enemistad implacable que supondría volver a una España católica y patriota. El mundo entero se pondría en contra de España, y con muchísimo más fanatismo que en 1946. Ni siquiera Hitler hubiese despertado más odio que una España católica y patriota en el extranjero, nadie nos secundaría porque el mundo está en manos del demonio. No nos queda otra que paciencia, como enseña el último libro de las Sagradas Escrituras. En estos tiempos se requiere la paciencia de los santos. No hay otra. Esto solo lo soluciona Dios.

En su análisis, bastante acertado, falta el elemento fundamental que hizo posible la transición, el elemento económico. La inmensa mayoría procura lo mejor para sí mismo y los suyos, no quiere pasar hambre, ni necesidad. Procura la prosperidad material, por desgracia, relegando algo que es más importante, su maduración espiritual. Dios fue relegado en España, como en el mundo entero, a raíz del post concilio Vaticano II, y eso influyó mucho en el cambio de actitud hacia la democracia. Por aquel entonces, la mayoría de españoles, por supuesto que agradecidos a Franco, creían, sin embargo, que una democracia nos situaría económicamente a la altura de las naciones más ricas de occidente. La población vivía la prosperidad incomparable que España vivió desde comienzos de los años cincuenta, y quería dejar atrás aquellos años de hambre heredada de la revolución roja. Esto pudo influir mucho en que se fuera imponiendo un sentido primordialmente materialista en los españoles, relegando a Dios de la vida con bastante insensatez. Y esa esperanza tan compartida no ha podido se más ingenua y desgraciada. Cuando murió Franco, España era la 8ª nación más rica de la tierra en PIB per cápita PPA. Hoy no está ni entre las 20 primeras y bajando puestos año tras año. Todos los indicadores económicos, hoy muy manipulados, confirman la gran divergencia que España ha experimentado en los últimos 47 años respecto a los países más ricos de Europa, USA y Canadá. España es incomparablemente más pobre actualmente, en relación a los países más ricos del mundo, de lo que era en 1976. Todos los indicadores económicos saltan a la vista. De lo moral es mejor ya ni hablar.

¿Hubiese sido posible continuar el régimen después de Franco, incluso tras el vil asesinato del gran Carrero Blanco? Difícilmente, pues ya USA, Alemania y Francia movían a sus «candidatos» y su potentísima propaganda pro democrática que sedujo a cada vez más millones de españoles. Hubiese sido necesario que un general como Millán Astray sustituyese a Franco a pesar del heredero borbón. Poco probable y menos aún posible por aquel entonces, pues aunque a nadie se le pasaba en 1976 por la cabeza la idea de una guerra civil, los políticos rojos y antiespañoles y sus masas hubiesen sido armados por esas naciones para traer la democracia a la conveniencia de ellas. Y hoy, volver a aquel régimen es prácticamente imposible. Franco significa para la mayoría de españoles actuales, con el cerebro no menos lavado que los rusos o los chinos, sino deteriorado por la droga democrática, dictadura como la de Hitler y ausencia de «libertades» (solo citan un par de ellas ausentes con Franco, una la de poder votar a partidos políticos, otra la de que las mujeres no podían ser titulares de una cuenta bancaria sin la firma de su padre o esposo, cosa totalmente falsa desde finales de los cuarenta, pues mujeres solteras y huérfanas de padre, trabajadoras o profesionales, tuvieron su cuenta, su nómina, su negocio y su renta, pues esa ley, rémora de períodos anteriores, jamás se aplicó en tiempos de Franco, mienta el infierno entero con lo contrario), entre otras muchas estupideces propias de mentes incapaces. Si uno abre la vigente constitución española y comprueba los derechos fundamentales, casi todos fueron paradójicamente respetados con Franco mucho más que actualmente. Es decir, el régimen de Franco resultó ser más constitucional que la actual democracia. Y el que lo dude, que lo examine artículo por artículo.

Hay que tener en cuenta que hoy España no es soberana por muchas elecciones que se lleven a cabo, no tiene capacidad propia para pagar las pensiones de los jubilados (más de nueve millones, que se dice pronto), ojo a esto. Las pensiones se pagan gracias a una deuda pública que solo compra masivamente el Banco Central Europeo, y cada vez en menor proporción, con lo que la prima de riesgo crece día tras día, haciendo del servicio de la deuda, una cadena propia de naciones esclavas de poderes financieros internacionales que imponen hasta la contra moral destructora de nuestra patria. Tampoco tiene capacidad España para financiar su gasto público (sueldos de funcionarios, que son más de tres millones y medio, creciendo y sin posibilidad de que alguien mande a más de dos millones de ellos, improductivos, a la calle para hacer viable la Administración, subsidios de desempleo, sanidad, educación, y las incontables subvenciones a empresas, que serían liquidadas de inmediato sin ellas. De las poco más de tres millones de empresas actuales privadas, es seguro que más de un tercio viven de dinero público mediante subvenciones o mediante contratos, incluso contratos totalmente innecesarios y que implican sobrecoste que paga el expolidado contribuyente).

Hoy España no podría tener un ejército si no fuese armado y proveído por la OTAN, es decir, por USA. España no tiene ni balas para sus fusiles ni gasolina para sus tanques, y sus militares no puede ni hacer maniobras. Y hasta que Dios haga valer su Santísima Voluntad, el más fuerte es el que tiene mejor ejército y armas (USA y OTAN). Ya Adam Smith afirmaba que la seguridad es más importante que la prosperidad. Y los más fuertes hablan inglés, no español, por desgracia. Bien que lo sabía Adolf Hitler, y lo sufrió en sus carnes y en su pueblo, eso sí, derrotado por una satánica alianza demo comunista. Fuera de la OTAN quedaría el ejército español expuesto a una guerra con Marruecos, donde Marruecos no tiene nada que perder y sí mucho que ganar, aparte de gozar del apoyo de las armas USA, una nación a cuya independencia del yugo inglés España contribuyó con su armada y tropas, y que desde entonces ha engrosado la lista de naciones enemigas (UK, Francia, países de la Commonwealth, Holanda, Bélgica, etc.), ayer, hoy y por lo que se ve, siempre. La industria militar española, fuera de la naval, que sí tiene bastante nivel y tradición (exporta fragatas y corbetas excelentes), ha dejado insensatamente la construcción de blindados, artillería, munición, aviación y equipación militar en manos de la OTAN y de terceros países, con lo que fuera de su alianza no tendría ni posibilidad de producir munición suficiente. Y lo peor de todo: España no ha logrado la unidad de Hispanoamérica (incluyendo el Rif, Sahara, Sidi Ifni, Cabo Juby, Guinea Ecuatorial, islas del Pacífico de pasado español y Filipinas) en una Hispanidad Cristiandad de más de 600 millones de españoles, empezando por un ejército común de dos o tres millones de hombres, lo que supondría la potencia militar más poderosa de la tierra, pues Hispanoamérica sí dispone de recursos minerales y energéticos (combustible) a los que se podrían aplicar la ingeniería española, en nada inferior a la de otros países avanzados, y que se podría generalizar en la América española. Desgraciadamente, en Hispanoamérica, el poder también lo tienen los enemigos de Dios y de España, los masones, los judaizantes, los demócratas (de derechas o izquierdas) y los anticristianos, frente a una mayoría que a buen seguro no vería nada mal una España intercontinental unida y fuerte, repito, comenzando por un ejército común que habla la misma lengua, el español, y siguiendo luego por una unidad económica y de poder, con las mismas leyes fundamentales para todos fundamentadas en el Nuevo Testamento, que dignificaría a esos más de 600 millones que hoy viven bajo yugo y ultraje continuo de chinos, angloparlantes, europeos no españoles, etc. Una unidad a la que se podría sumar Brasil.

Así que hasta que no se produzca una unidad de todos los españoles en una Hispanidad Cristiandad poderosa, nada hay que hacer, no ya solo en España, sino en todas las naciones hermanas de pasado español. España por sí sola no puede volver al nacionalcatolicismo de Franco. Nos aplastarían inmisericordemente, como a cualquier otra nación de pasado español individualmente.

Rafael F.

Era la opción «regencialista» ya desechada por el mismo Franco. En cuanto a la economía, desde el momento en que el español medio pudo comer tres veces al día, tener trabajo y comprar o alquilar un piso, se olvidó de todo lo demás. Dame pan y dime tonto. Y hasta, la, fecha.

Rafael F.

Enhorabuena al autor del artículo. Y felicitarlo por su «De Roma a Gotia: los orígenes de España». Hoy. Lo buscaré en mi biblioteca y lo releeré.

Aliena

Soberbio.

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