Análisis a vuelapluma: Retorno de la España Frankenstein. Por Hernán Pérez Ramos

1- En previsión de la investidura de Francina Armengol, como presidente del Congreso, gracias al apoyo vergonzoso de los de Puigdemont, de los de Otegui, de los de Ortuzar y de los de Junqueras, hoy toda la recua mediática izquierdo-sanchista se ha lanzado en tropel a justificar tamaña felonía, arguyendo que el acuerdo Frankenstein  que se materializaría no es consecuencia de que un infecto miserable como Pedro Sánchez ponga su país a los pies de quienes pretenden destruirlo, si no que el acuerdo multipartito con los golpistas y con los asesinos de ETA es consecuencia de que España es un país plural, es decir, Frankenstein.

2- Así que la pregunta a contestar hoy es: ¿Es cierto que España es un país Frankenstein? ¿Nuestro país es realmente una amalgama de trozos humanos de diferente procedencia, como pretende hacernos ver la claque mediática izquierdosa? Es decir, ¿la pulsión separatista es mayoritaria en la sociedad española?

3- Pues los partidos que  que no quieren la separación de algún territorio de España: PP, PSOE, VOX, Sumar, UPN y CC acaban de obtener  22.067.042 de votos que se tradujeron en 324 de los 350 diputados del congreso. Mientras que los partidos que sí pretenden la separación de algún territorio de España, PNV, Bildu, IRC, BNG y Junts consiguieron apenas 1.616.988, con solo 26 de los 350 diputados.

Conclusión: amigos, un país en el que más de 22 millones de personas votan por la UNIDAD y solo algo más de millón y medio votan por la desmembración, NO es un país Frankestein,NO es una sociedad que esté por la disgregación de su tierra.Todo lo contrario, la inmensa mayoría, la abrumadora mayoría de los españoles está por la UNIDAD de España. Luego, el gobierno Frankestein que se nos avecina no es para nada reflejo de la supuesta pluridiversidad de España, es sólo la evidencia dolorosa de que hay un miserable traidor al frente del PSOE que no dudará ni un instante en poner a su pueblo, a su país y a su tierra a merced de quienes pretenden destruirla.