17/05/2024 04:04

Estamos asistiendo en España en las últimas semanas a dos hechos en los que se están centrando la mayoría de los medios de comunicación (o de manipulación, según se mire). Por un lado tenemos la campaña electoral por las elecciones autonómicas en Galicia, que se celebrarán el próximo domingo 18 de febrero. Por otro lado estamos viendo cómo se está produciendo un movimiento de protesta generalizada en el mundo rural, cuya manifestación más llamativa son las numerosas tractoradas que vienen produciéndose en muchas de las carreteras y ciudades españolas. Esta protesta de agricultores y ganaderos, que entiendo más que justificada, ha conseguido hasta ahora un apoyo mayoritario de la población española, a pesar de los cortes de carreteras, interrupción del tráfico rodado, etc., dado que la mayoría de los españoles ven cómo este sector de la población está siendo muy desatendido por los poderes públicos, especialmente por el Gobierno central y los autonómicos.

Dado que al actual Gobierno frentepopulista no le hacen ninguna gracia las numerosas protestas del mundo rural, trata por ello de minimizarlas lo más posible. Cuenta para ello con la entusiasta colaboración de los medios de “comunicación” amigos, a los que también podría llamárseles los bien “pagaos”, como versión actualizada de la famosísima canción del inolvidable Miguel Molina, “La bien pagá”.

Pero resulta que en España existen todavía algunos medios de comunicación independientes, (los menos, pero existir, existen) que no forman parte de los bien “pagaos”. En la mente de todos, o casi todos, está de qué medios se trata. No citaré a ninguno en particular, pues no me gustaría dejarme a ninguno en el tintero. Afortunadamente, quedan también algunos periodistas, pocos también por desgracia, que trabajan en dichos medios de forma honrada, incluso heroica en ocasiones, defendiendo su independencia y su libertad con uñas y dientes, a pecho descubierto.

Llegados a este punto quiero señalar el ejemplo heroico de dos de los mencionados periodistas independientes, que el pasado fin de semana han dado un ejemplo magistral de valentía, dignidad y profesionalidad. Me refiero al joven y brillante Josué Cárdenas y al intrépido e incansable perseguidor de corruptos Alvise Pérez, dos periodistas de raza, de los de verdad, que cumplen con su trabajo de informar verazmente sobre lo que está pasando en España. Ambos periodistas cuentan, sin tapujos ni componendas, lo que la mayoría de los medios de manipulación tergiversan, o directamente ocultan; y todo ello aun a costa de sufrir todo tipo de presiones políticas y mediáticas, injurias, calumnias e incluso agresiones físicas, tal como les ha ocurrido el pasado fin de semana.

Así, tanto Josué Cárdenas como Alvise Pérez sufrieron el pasado sábado día 10 de febrero una brutal agresión física en el ejercicio de su profesión, en circunstancias distintas, pero con un denominador común: la agresión que sufrieron uno y otro tiene su origen en el odio ideológico que practica habitualmente el PSOE contra todos aquellos que se atreven a discrepar y denunciar la actuación criminal del actual Gobierno socialcomunista, presidido por el psicópata Sánchez. Y lo de psicópata que conste que no es que lo diga yo, simplemente es el diagnóstico que han realizado de este individuo varios psiquiatras que se han atrevido a hacerlo público.

En relación con Josué Cárdenas, éste se encontraba en Vigo el pasado sábado para cubrir la información sobre el mitin que iba a celebrar el PSOE, pues como todo el mundo sabe, el próximo domingo 18 de febrero se celebran en Galicia elecciones autonómicas. En dicho aquelarre socialista figuraban como oradores el candidato socialista para presidir el Gobierno autónomo de Galicia, el desconocido Juan Ramón Gómez Besteiro, el populista alcalde de la ciudad, Abel Caballero, y la “estrella invitada”, okupa de la Moncloa por más señas, Pedro Sánchez (también conocido por Perro Sánchez desde hace más de tres meses en las inmediaciones de las calles Ferraz y Marqués de Urquijo, por las razones de todos conocidas).

El caso es que el bueno de Josué intentó acceder al interior del recinto donde se iba a celebrar el mitin, micrófono en mano, como buen periodista que es. Al instante se encuentra con la negativa de dos matones del PSOE de Vigo, que le dicen chulescamente que no le dejan pasar bajo ningún concepto, a pesar de la insistencia del valiente periodista, que actúa en todo momento con toda corrección y educación. ¿Motivo de que no le dejaran pasar?, pues muy claro, la razón evidentemente está en la línea crítica que Josué defiende con gallardía en su programa “La Burbuja”, en contra del actual Gobierno frentepopulista y especialmente contra su nefasto presidente, ya saben, el amigo y aliado de toda la escoria que pulula por España: terroristas, separatistas vascos, catalanes, gallegos, comunistas de diverso pelaje, y otras malas hierbas de menor cuantía. Su meritoria labor les incomoda profundamente y les pone de los nervios a todos ellos. Normal.

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Pero entonces, ¿no habíamos quedado que en España la “sacrosanta” Constitución de 1978 reconoce y ampara, entre otros muchos, el derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, tal como proclama el artículo 20 de la que llaman los gilidemócratas Ley de Leyes, la que dicen que nos hemos dado los españoles hace más de 45 años?. Pues se ve que no, sencillamente no rige para determinadas personas como Josué Cárdenas, Alvise Pérez y otros muchos españoles que no tragamos con todas las barbaridades que se están cometiendo en España desde hace décadas, en nombre de la Constitución, a la que veneran innumerables necios como si de un libro sagrado se tratara, tal que la Biblia, por ejemplo.

Se preguntarán entonces, señores lectores, qué norma fundamental rige en España para la mayoría de los españoles en estos momentos. Pues está claro: la famosa Ley del Embudo, también conocida como la Ley de la Doble Vara de Medir. Dicho lo cual, y continuando con el rifirrafe que le armaron a Josué los gorilas socialistas, el nivel de tensión y de intimidación llegó a tal extremo que, en un momento dado, y cuando los citados matones habían ido empujándole poco a poco hacia las escaleras de acceso, uno de ellos de forma súbita y sorpresiva le empuja brutalmente, con inusitada violencia, cayendo bruscamente de espaldas al suelo. Y lo que es peor, estando a punto de rodar escaleras abajo, lo cual podría haberle causado graves lesiones, e incluso la muerte. Gracias a Dios, Josué no llegó a caer por las escaleras, pero la intención del chequista socialista que le empujó tan violentamente era ésa. No hay más que ver las imágenes para ver cuál era la criminal intención de los dos matones, especialmente del que le empujó.

Agresión a Josué Cárdenas: El más miserable PSOE muestra su elemental y violenta cara en un mitin de Vigo

Una vez producida la cobarde agresión, que imagino habrán visto en las redes sociales muchos de quienes lean este artículo, el cobarde agresor socialista desaparece rápidamente del lugar del delito como una sucia rata de alcantarilla, lo propio de un chequista del PSOE. Y mientras tanto el pobre Josué, sin soltar el micrófono y tumbado todavía en el suelo, empieza a gritar para que acuda algún policía nacional de los que por allí había, para denunciar la brutal agresión de la que acababa de ser víctima. Al cabo de unos instantes aparecen dos policías nacionales, pero no hacen el más mínimo intento de detener al salvaje agresor. O sea, dicho claramente, los agentes de la ley (es un decir, visto lo visto) haciéndose el “sueco”. Total para qué se iban a molestar en hacer nada, si al fin y al cabo se trataba de un periodista de la “fachosfera” como diría el Canalla de la Moncloa. Realmente lamentable y bochornoso.

Respecto a la agresión sufrida por el gran periodista, martillo de corruptos, Alvise Pérez, se puede decir que pasó tres cuartos de lo mismo, o sea, la motivación ideológica de la gresión sufrida y su procedencia socialista. Pero, no obstante, existen dos diferencias respecto al caso de Josué Cárdenas. La primera es que Alvise Pérez se encontraba el pasado sábado 10 de febrero con un pequeño grupo de personas, entre ellas su hermano, en los alrededores del campo del fútbol del Atlético de Madrid, el famoso Metropolitano. Se había convocado en aquella zona una protesta conjunta de agricultores, ganaderos y transportistas, como las que vienen desarrollándose estos últimos días por toda España. De hecho, Alvise, según contó en una entrevista concedida a Josué Cárdenas hace escasos días, se encontraba allí al haber sido invitado por la Plataforma en Defensa del Transporte, una de las asociaciones convocantes de la mencionada protesta.

Lógicamente, Alvise iba a cubrir la información sobre la concentración de protesta que iba a tener lugar en las proximidades del estadio Metropolitano. En un momento dado se ve, gracias a una grabación hecha con un móvil por una persona que se encontraba cerca del lugar de hechos, cómo sorpresivamente un numeroso grupo de policías de la UIP, o sea, los antidisturbios de toda la vida, avanza en línea rápidamente hacia el pequeño grupo en el que se encuentra Alvise. A continuación cargan violentamente contra esas personas, con el agravante además de que, tanto el valeroso periodista como el resto de personas, entre las que se encontraba su hermano, guardia civil para más inri, según contó en la entrevista que le hizo Josué, estaban en actitud absolutamente pacífica.

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Por si no hubieran sido suficientemente apaleados por los esbirros del impresentable ministro Marlaskón, los cipayos policiales hicieron una segunda carga tan brutal como la primera, precisamente cuando algunas de las personas del grupo aporreado estaban atendiendo en el suelo, que era un auténtico lodazal, a los que habían resultado peor parados, es decir, Alvise, que había recibido numerosos porrazos en la espalda y en las piernas. Y por otra parte su hermano, que fue el que se llevó la peor parte, pues le habían golpeado con saña en la cabeza, por lo cual tuvieron que ponerle cinco grapas para cerrar la brecha producida. Ocioso es decir que ambos hermanos, y seguramente más personas que allí se encontraban, tuvieron que ir a un centro hospitalario para ser atendidos de las lesiones sufridas.

A todo esto, y que yo sepa, no se ha producido la más mínima protesta de los mal llamados medios de comunicación, ni de la Asociación de la Prensa de Madrid. Nada de nada. Todos callados como putas. Natural, es lo que pasa cuando esos malditos medios están vendidos al poder. Y respecto a las reacciones de los partidos políticos del Sistema, lo mismo, todos con la boca cerrada, lo cual la verdad sea dicha no me ha extrañado nada, pero no por esperado es menos aborrecible ese silencio sepulcral. Luego hablaremos de lo mal que están en Venezuela y de la terrible dictadura que padecen los venezolanos. Por desgracia, esa penosa situación ya la estamos sufriendo aquí, en España. Basta como botón de muestra los dos casos de violencia absolutamente injustificada, y por su puesto delictiva sufrida por Josué y Alvise. Parece sin embargo que muchos españoles no se han enterado, o no quieren enterarse, que es peor, de que en España vivimos ya en una plena dictadura socialcomunista separatista, brillando por su ausencia tanto la democracia auténtica como el Estado de Derecho.

Estoy seguro de que esta feroz represión socialcomunista que está realizando el Gobierno del renovado Frente Popular, como el de 1936, encabezado por el delincuente Sánchez no va a conseguir tapar las bocas de Josué Cardenas, Alvise Pérez, y de otros valientes periodistas que no se venden, y que no ceden, ni cederán ante la represión roja gubernativa, sino todo lo contrario. Se cree este maldito Gobierno que los españoles todos, así como los mal llamados medios de comunicación, son unos borregos fácilmente manejables, pero afortunadamente todavía quedan leones dispuestos a luchar. Además el Gobierno debe saber que cada vez somos más los españoles que apoyamos a esos bravos luchadores, y que no estamos dispuestos a dejarnos someter tranquilamente por una siniestra dictadura socialcomunista, como la del Gobierno del Frente Popular de 1936, y que tampoco nos vamos a quedar con los brazos cruzados viendo cómo unos políticos traidores a la Patria y corrompidos hasta el tuétano tratan de destruir la sagrada unidad de España.

Espero que este maldito Gobierno socialcomunista tome buena nota de que, cuanto más repriman a los buenos españoles, más se revolverán contra sus opresores. No tenemos miedo a sus matones chequistas, ni a sus mercenarios uniformados de la UIP. Que se enteren de una puñetera vez de que la resistencia nacional cada vez será mayor, en el convencimiento de que al final de esta trágica y decadente etapa de la historia de España triunfará la LIBERTAD.

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