Así como la derecha en todo el continente europeo ha traicionado a sus principios y a su electorado, acomodándose permanentemente a la circunstancialidad, y siempre a la estela de la “cultura” de la izquierda, la izquierda se ha reinventado, y ese proceso es particularmente llamativo en el campo de la sexualidad, que, de un puritanismo extremo, pasó a mediados del siglo XX a la defensa de toda manifestación sexual por más transgresora que fuera, adaptándola a la lucha de clases.
Centrándonos en nuestro caso, abandonada la causa de la inmigración por no tener suficiente apoyo en su electorado, hoy la lucha reivindicativa de la izquierda está en la ideología de género y en la defensa del movimiento LGTBI+, sin descartar ponerse al frente de cualquier aberración moral, pues ya habla de la legalización del bestialismo.
Dice el refrán que “de aquellos polvos vienen estos lodos”, que no es ni más ni menos que la relación de causalidad que existe entre el hecho y su resultado. Hoy la pornografía que favoreció la izquierda por ser una reivindicación de progreso, es un gravísimo problema que afecta a una gran parte nuestra juventud, que, según parece, la consume a diario. Cuyas consecuencias, según los expertos, genera conductas sexualizas problemáticas y una disposición a una iniciación temprana de la actividad sexual con unas expectativas poco realistas, conductas sexuales de riesgo, agresividad sexual y objetivación de la mujer. Aspecto este último en el que creo hay que entender muchos casos de “agresión” a las mujeres.
Pero además de todo esto, siguen diciendo los expertos, que el consumo de pornografía a edades tempranas afecta al desarrollo neuropsicológico, al funcionamiento sexual y degenera en trastornos de hipersexualidad. Para terminar, diciendo, que una temprana exposición a contenidos sexuales por parte de adolescentes tiene siempre consecuencias irreversibles que necesitan ser tratadas a nivel psicológico.
Se acuerdan ustedes de aquel lema de “PÓNSELO. PÓNTELO”, propiedad intelectual de “La Mati” (Matilde Fernández Sanz), que siendo ministra de Asuntos Sociales en el cuarto gobierno del PSOE, presidido por Felipe González, “señor X”, (1988-1993), propugnaba poner máquinas expendedoras de “condones” en todos los Colegios e Institutos de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
Pues bien, de ahí, hemos pasado a la educación sexual a los párvulos y a toda la degeneración a la que asistimos, como la última que ha denunciado la Asociación Abogados Cristianos: el Carnaval organizado por el Ayuntamiento de Torrevieja con el lema “Prometer hasta meter”, en el que se sexualiza a niñas que desfilan con lencería erótica y banderas LGTB. Un grotesco espectáculo, como es definido por Abogados Cristianos, donde las niñas desfilan vestidas de forma provocativa y pezoneras. Sin duda alguna, “una oda a la cultura de la pedofilia que contó con el reconocimiento del ayuntamiento” …
Pues bien, hoy la cosa en el campo sexual esta tan degradada, que es otra socialista tan pendenciera y sectaria como “La Mati”, Carmen Calvo Poyato, la que denuncia en su libro Nosotras: que “las chicas están desorientadas con el sexo y vamos a peor”. Denunciando que “el cuerpo de las chicas se ha convertido en epicentro de la infamia”. Al tiempo que critica la ley Trans de su compañera en el Gobierno, Irene Montero, y distancia al verdadero feminismo del colectivo LGTBI. Claro es, que la señora Poyato ya no está en el Gobierno, y quiere meterse como sea en el Consejo de Estado.
No tengo la menor duda que dentro de poco veremos a la señora Poyato de “madrina” de VOX, al estilo de Ramón Tamames.
A lo dicho tantas veces, y por tantos, no sólo somos uno de los países más corruptos del mundo, una sociedad desestructurada, una nación sumida en la degradación moral y un pueblo al borde de la desintegración, sino un país de DISMINUIDOS mentales, que es por lo que se suprime el término de la Constitución.
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Qué graciosa, Carmen Calvo, una de las ministras de ZP ( «Ista, ista, ista, Zapatero feminista» que, supongo, posaría en aquella portada en la que todas parecían el harén de Zapatero ( ¿será eso el «verdadero feminismo»?, pregunto ), y que dijo a una periodista, después de llamarla «Bonita», que el feminismo lo había traído la izquierda. Y por mucho que se sepa que el PSOE votó en contra del voto femenino, da igual, ellos hacen como que Clara Campoamor era socialista y tan a gusto.
La «progresía» actual culpa a la pornografía de muchos de los problemas de los jóvenes. Explican que rebaja a la mujer, que la subordina humillantemente al hombre…
Quizá opinen que la que muestra a lesbianas o maricas no sea tan mala…, que las expresiones multitudinarias del Lgtbi y las enseñanzas (yo lo llamo adoctrinamiento) sexuales a los niños es libertad y formación sana. En fin, todas unas contradicciones e intereses hipócritas.
https://www.youtube.com/watch?v=PUbxNk5hwXc
Aquellas juventudes sanas como Dios manda y éstas juventudes democráticas de hoy…. Cuanta diferencia.