08/05/2024 14:52

Decía Platón, en su obra La República, que existen tres tipos de gobernantes, a saber, aquellos que dotados de sabiduría y virtud orientan sus esfuerzos a procurar el bienestar de sus súbditos, aquellos otros que debido a su mediocridad están fundamentalmente interesados en aumentar su prestigio y elevar su estatus social sin por ello desatender del todo sus obligaciones y, finalmente, aquellos que por aunar en su persona ignorancia y maldad tan solo buscan acumular riquezas y satisfacer sus más bajas pasiones.

Evidentemente, los componentes del Gobierno socialcomunista pertenecen al tercer tipo de gobernantes, constituyendo en su conjunto la más nítida representación de un nido de miserables, en el que destacan por su diabólica naturaleza tanto su presidente, Pedro Sánchez como su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Como obras son amores y no buenas razones, para confirmar la veracidad de tal aseveración simplemente hace falta echar la vista atrás y comprobar la indecente cadena de acontecimientos relacionados con el narcotráfico en la que estos lamentables personajes de la política española juegan un papel destacado.

Así, es un hecho conocido por cualquier persona medianamente informada la enorme magnitud del tráfico de drogas existente entre Marruecos y la provincia de Cádiz a través del Estrecho de Gibraltar. Como consecuencia de tan problemática situación en noviembre de 2018 se creó el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur), compuesta por 150 Guardias Civiles que daban cobertura a la zona del Campo de Gibraltar 24 horas todos los días del año. Demostrando su alto grado de profesionalidad y eficacia en la lucha contra el narcotráfico en sus 4 años de funcionamiento los agentes del OCON-Sur realizaron más de 10.000 detenciones e incautaron más de 1.400 toneladas de drogas. A pesar de la elevada criminalidad existente en la zona y de la excelente labor realizada por esta unidad de élite de la Benemérita, en septiembre de 2022 Grande-Marlaska, sin dar ningún tipo de explicación justificativa, decidió desmantelar el OCON-Sur. Obviamente las reacciones ante tamaño despropósito no se hicieron esperar, de tal forma que la Asociación Unificada de la Guardia Civil emitió un comunicado en el que calificaba de incomprensible el desmantelamiento de la unidad por entender que ello se traduciría en un gran incremento de la delincuencia en la zona, lo cual efectivamente ha sucedido. La situación adquiere dimensiones dantescas si tenemos en cuenta que Marlaska, demostrando una vez más que su grado de indecencia es prácticamente insuperable, sabía de primera mano que los narcotraficantes poseían un auténtico arsenal de armas de guerra, que incluía pistolas, fusiles y ametralladoras, razón por la cual resultaba fundamental la existencia de un cuerpo de élite especializado en la lucha contra el narcotráfico.

Paralelamente a estos hechos el Gobierno socialcomunista regaló a Marruecos 5 lanchas Vanguard TX , cada una de ellas dotada de un motor de 700 caballos de potencia, las cuales son precisamente las que viene reclamando la Guardia Civil para poder luchar con eficacia y unas mínimas condiciones de seguridad contra los narcotraficantes del Estrecho de Gibraltar, sin conseguir que su petición fuera atendida. Es decir, que este Gobierno de miserables en lugar de proteger y fortalecer a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado proporcionándolas el equipo necesario para luchar contra el narcotráfico, lo que hace es favorecer de manera incomprensible a la policía marroquí.

Todo lo expuesto hasta este momento en relación con el narcotráfico procedente de Marruecos no parece tener una explicación razonable, pero la luz se hace en medio de la oscuridad al comprobar que ambas medidas se tomaron muy poco tiempo después de que el teléfono móvil de P. Sánchez fuera hackeado por los servicios de inteligencia marroquíes. Y aquí ya no caben subterfugios, ya que la única conclusión plausible ante tal escenario es que los secretos que se escondían en el móvil presidencial eran inconfesables por ser de una gravedad extrema y ahí lo dejo porque más no se puede decir…al menos de momento.

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En cualquier caso, la lamentable falta de medios operativos de la Guardia Civil en la zona del estrecho de Gibraltar como consecuencia de la deplorable dejación de responsabilidades de Marlaska propició que en el gaditano Puerto de Barbate una pequeña zodiac en la que iba una dotación de la Guardia Civil fuera arrollada repetidas veces por una enorme lancha en la que iban seis hijos de perra que se dedicaban al narcotráfico. Como consecuencia de ello dos Guardias Civiles murieron en el acto y otros dos resultaron gravemente heridos. Así como la magnitud de la ignominia es inconmensurable del mismo modo que lo es la iniquidad de Marlaska, también el dolor de las familias de los Guardias Civiles asesinados resulta indescriptible de la misma forma que lo es la perversidad del ministro del Interior. En consonancia con ello, la viuda de uno de los Guardias Civiles muertos impidió físicamente que Marlaska colocara la medalla de condecoración sobre el féretro que contenía los restos mortales de su esposo, demostrando así el coraje y la dignidad que atesora. Asimismo, la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, demostrando su valía personal y profesional, denunció la falta de medios que había detrás del asesinato de los Guardias Civiles que se jugaban la vida todos los días en Cádiz, razón por la cual entendía que no era de recibo que acudiera al funeral aquel que por omisión era responsable directo de lo sucedido. Obviamente, todas las asociaciones de la Guardia Civil inmediatamente pidieron la dimisión del ministro del Interior, obteniendo como única respuesta por parte de Marlaska que ni se lo había planteado, mostrando de esta forma una prepotencia que por ser tan desorbitada le hace merecedor de una repulsa frontal desde el desprecio absoluto.

En definitiva, tomando en consideración los hechos acaecidos, pudiera parecer que no se podía caer más bajo que el petimetre que tenemos por ministro del Interior, pero P. Sánchez, como no podía ser de otra forma, ha vuelto a demostrar que cuando de cometer villanías se trata no hay quien le gane y, de hecho, con su actuación después de tan luctuoso suceso vino a poner de manifiesto que presenta las tres características que permiten que se le pueda tachar de psicópata en grado sumo. Así, adolece de una amoralidad tan apabullante que se muestra incapaz de distinguir entre el bien y el mal, razón por la cual no ha considerado oportuno cesar a un canalla como Marlaska. A su vez, carece del más mínimo atisbo de empatía hacia todo ser que no sea él mismo, como demuestra el hecho de que ni tan siquiera tuviera la decencia de asistir a los funerales de las víctimas. Y, por último, es presa de una egolatría tan descomunal que, cuando todavía no se había apagado el eco de los primeros llantos de los familiares de los agentes asesinados, acudió a la ceremonia de entrega de los Premios Goya, para embriagarse con el adulador aplauso de ese grupo de cineastas indefectiblemente escorados a la izquierda que, con honrosas excepciones, no son otra cosa que una cuadrilla de artistas tan mediocres que necesitan de las subvenciones para sobrevivir, dado que sus películas son tan insufribles que no las ve nadie más allá de sus familiares y amigos .

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No quisiera terminar este artículo sin manifestar mi reconocimiento al honor y al valor de los agentes de la Guardia Civil, los cuales, desde la creación del instituto armado por el duque de Ahumada el 28 de marzo de 1844, vienen velando por la seguridad ciudadana aún a riesgo de su propia vida.

Autor

Rafael García Alonso
Rafael García Alonso
Rafael García Alonso.

Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Preventiva, Máster en Salud Pública y Máster en Psicología Médica.
Ha trabajado como Técnico de Salud Pública responsable de Programas y Cartera de Servicios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegando a desarrollar funciones de Asesor Técnico de la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud. Actualmente desempeña labores asistenciales como Médico de Urgencias en el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Ha impartido cursos de postgrado en relación con técnicas de investigación en la Escuela Nacional de Sanidad.
Autor del libro “Las Huellas de la evolución. Una historia en el límite del caos” y coautor del libro “Evaluación de Programas Sociales”, también ha publicado numerosos artículos de investigación clínica y planificación sanitaria en revistas de ámbito nacional e internacional.
Comenzó su andadura en El Correo de España y sigue haciéndolo en ÑTV España para defender la unidad de España y el Estado de Derecho ante la amenaza socialcomunista e independentista.
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Ramiro

De miserables, de corruptos y de ladrones al por mayor.
Y, últiMamente, también de culpables de ALTA TRAAAAICIÓN.

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