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Según un periodista sirio cristiano, un reportaje emitido por el programa Kontraste de ARD Mediathek fue el desencadenante de un intento de asesinarlo a principios de mes.
En una entrevista exclusiva con El Correo de España el 14 de julio, Kevork Almassian reveló detalles de su intento de asesinato y de lo que él dice fue una campaña de odio de 17 meses lanzada contra su persona.
“Recibí muchas amenazas de muerte por Internet, incluyendo mensajes de personas desconocidas, jurando asesinarme en Berlín”, indicó Kevork, nacido y criado en Siria de origen armenio. “También fui atacado dos veces, incluso el día de mi cumpleaños, el 22 de junio de 2019, cuando estaba celebrándolo en un bar en Berlín”.
Asegura que su foto fue circulada decenas de miles de veces por las redes sociales y que se encontraron exhibidas públicamente 200 copias de su foto a lo largo de una calle en Stuttgart, acusándolo de ser un «Spion» (un espía) del presidente de Sirio, Bashar Al-Assad.
“Recibí miles de comentarios de odio llamándome ‘espía armenio’ y aplaudiendo al imperio otomano y su genocidio contra los armenios”, recalcó Kevork.
Según Kevork, el reportaje que desencadenó la campaña, había sido emitido por el programa Kontraste en febrero de 2019 retratándolo como una persona de «extrema derecha» que odia a los refugiados y los llama «arma de destrucción masiva».
Kevork Almassian entrevistando a Aktham Suliman, experto en Oriente Medio y periodista. Crédito: Kevork Almassian / Syriana Analysis
Sin embargo, Kevork acusa a ARD de calumniarlo, y asegura que no está en contra de la inmigración en general, siendo él mismo un refugiado. Lo que sí dijo en el pasado es que el presidente de Turquía, Recep Erdogan, usa a los refugiados como arma contra Europa.
“Esta opinión la comparte muchos funcionarios de instituciones europeas y hoy día una amplia mayoría de ellos sostiene que Erdogan usa a los refugiados como un medio de chantaje contra la Unión Europea”, manifestó Kevork.
Dice que el reportaje de la televisión alemana también lo acusó falsamente de referirse a sí mismo como un “guerrero de propaganda a favor de Assad”, mientras que Kevork asegura solo haber dicho en el pasado que la propaganda anti-Siria de los principales medios de comunicación debe ser contrarrestada con información veraz.
Explicó que en aquellos momentos muchos medios de comunicación tradujeron el reportaje emitido por el programa Kontraste al árabe y añadieron más acusaciones falsas como “Kevork es la mano derecha de Assad en Europa”, “Kevork pide la deportación de refugiados de Alemania y Europa” y “Kevork odia al Islam y a los musulmanes”.
Según Kevork, varios canales de televisión muy conocidos como Al-Jazeera, Orient TV con sede en los Emiratos Árabes, Television Syria con sede en Turquía, además de cientos de páginas web y redes sociales se han sumado a la campaña de odio iniciada por la televisión pública alemana “añadiendo su propio toque personal”.
“Todas estas afirmaciones son grandes mentiras, pero desafortunadamente los medios de comunicación financiados por Qatar y Turquía son muy fuertes e influyentes y mucha gente, incluso algunos sirios, se creen cualquier cosa que digan estos medios”, señaló.
También afirma que una abogada germano-siria que “apoya orgullosamente y abiertamente a terroristas infames” en Siria, como Abdel Basset Sarout y Abdul Qader Saleh (Hajji Maree’) también ha participado en la campaña de odio. Pero los intentos de la abogada en el BAMF – Oficina Federal Alemana de Migración y Refugiados para revocar el permiso de residencia de Kevork y expulsarlo de Alemania han fracasado hasta ahora.
Kevork, que dirige syriana-analysis.com, una página web de noticias alternativas que lanzó en 2017 como respuesta a la cobertura de los principales medios de comunicación sobre Siria, es conocido por apoyar al presidente Bashar Al-Assad.
Él cree que la campaña de odio lanzada contra él comenzó para que le despidieran poco después de comenzar a trabajar en el Bundestag alemán, donde se encarga de crear videos para las cuentas de redes sociales de un diputado alemán.
Kevork le dijo a El Correo de España que la presión era “tremenda” tanto para él como para su jefe, quien, sin embargo, defendió su libertad de expresión fuera de su horario laboral.
Alrededor de las 4:40 de la tarde del 6 de julio de 2020, Kevork se dirigía a la estación de tren de Berlín cuando un extraño se le acercó y le pidió fuego para su cigarrillo en árabe.
El periodista, de 33 años, sospechó de que aquél hombre lo había reconocido porque se dirigió a él en su lengua materna en vez de hacerlo en alemán.
“Sabía por la forma en que me miraba que había algo raro, así que retrocedí dos pasos y le dije que no fumaba”, continuó Kevork.
Mientras Kevork intentaba alejarse, el hombre volvió a acercarse a él, intentó agarrar su mano y le preguntó “¿acaso no eres tú el hombre de Assad que llevaba la bandera de Assad delante de la Puerta de Brandeburgo?” a lo que Kevork respondió “esa no es la bandera de Assad sino la bandera nacional de Siria”.
“Respondió agresivamente, “con que la bandera nacional de Siria, ¿eh?” y sacó un arma afilada negra de su riñonera y comenzó a perseguirme”, continuó.
Le persiguió a Kevork durante unos 10 minutos hasta que apareció un amigo del atacante y le dijo al agresor “¡Basta!” en árabe.
“Ambos se alejaron con sangre fría como si nada hubiera pasado”, subrayó Kevork. “No intentaron escapar ni echar a correr, lo que indica que este hombre podría ser un criminal o un antiguo terrorista que está acostumbrado a este tipo de actos criminales”.
“Creo que la agresividad del asaltante, la forma en que me habló, el movimiento de su mano derecha hacia su riñonera y la forma en que corría detrás de mí – todo aquello indica que no estaba intentando solamente hacer daño, sino matarme”, continuó diciendo.
Kevork se lanzó al mundo del periodismo en 2012 a causa de lo que él llama una “responsabilidad nacional”.
“Quería ser un diplomático sirio, pero la guerra en Siria me obligó a cambiar mis prioridades y participar en trabajo periodístico”, explicó. “Era consciente de que gran parte de la guerra a mi país se estaba haciendo con armas no tradicionales, especialmente a través de los medios de comunicación”.
Kevork dice que su vida ha sido “completamente trastornada”.
“Ya no puedo caminar libremente por las calles sin recibir insultos o intentos de ataques por parte de islamistas radicales que creen que soy un “infiel” y un “Assadista” que debe ser asesinado”, afirmó. “A pesar de esto, estoy haciendo todo lo posible para vivir mi vida lo más normal posible y para buscar la paz en un ambiente hostil”.
El ataque está siendo investigado por las autoridades de Berlín que han logrado obtener una imagen del presunto agresor gracias a una videocámara del vecindario.
Foto de Kevork en Stuttgart, con la palabra «espía» en alemán y en árabe. Esta captura de pantalla fue tomada de un vídeo amenazador que recibió Kevork cuyo autor del vídeo aprovechó para lanzarle insultos verbales en árabe como » «cerdo», «shabih» (matón del gobierno de Assad) y «cornudo».
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