21/11/2024 13:13
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He aquí el tema que me sigue preocupando desde siempre, porque después de tantos años compruebo que la cosa no solo no se ha resuelto sino que ha ido a peor. ¡Benditos Marcelino Camacho y Nicolás Redondo! Aquellos sí eran unos sindicalistas de verdad, aunque fuesen comunistas y socialistas. Lo de hoy no tiene respuesta.

Bueno, sí la tiene, tener asegurado un sueldo de por vida es la gran felicidad de este mundo en el que ser feliz es como el sueño de una noche de verano.

Y no solo me refiero a los Sindicatos y a la Patronal, también entran en mis preocupaciones la “situación económica” de los Partidos y de los Diputados, Senadores y demás “afortunados”.

(Por ello me hago eco de lo que me dice con frecuencia una persona cercana a mí y que ataca siempre que dan los debates políticos por la tele: “Sabes, amigo mío, tú que escribes debías sugerirle al Gobierno que todos los miembros del Congreso y del Senado, y a nivel autonómico también, subir a la tribuna tendría que identificarse de este modo. Me llamo Pepe Rodríguez Salmón, tengo un sueldo de 6.500 euros mensuales y otras “ayuditas” y si no pasa ninguna tragedia en el Partido y en España tengo asegurada la nómina 4 años y seguramente una prórroga de otros 4 años. Y ahora, quiero que sepan ustedes que…)

Como me hace gracia enfrentarme a una noticia que dice que hay 20 millones de parados y que a su lado otra que mantiene que actualmente hay más de 10.000 puestos vacantes porque nadie los quiere ocupar.

No lo entiendo. O mejor dicho, sí lo entiendo. Entiendo que los jóvenes prefieren vivir de una subvención aunque sea pequeña, antes que trabajar.

Ya sé que desde los «reinos de Taifas» y los «cantones» de la Primera República hay muchas Españas y muchos Reinos. Azaña llegó a citar hasta diez (las de derechas e izquierdas, la católica y la anticlerical, la del norte y la del sur, la industrial y la agraria, la de «Joselito» y Belmonte)… Y están la España invertebrada de Ortega, la España de la resignación de Machado, la España triste de Baroja, la España trágica de Lorca, la España agónica de Unamuno, la España ignaciana de Pemán… Pero, a todas esas Españas hoy hay que sumar tres nuevas: la constitucionalista, la nacionalista-independentista y la más moderna y oculta: la subvencionada, esa España que vive sin trabajar (y no porque haya o no haya trabajo) y a costa de las subvenciones que recibe del Estado (o de las autonomías o de los ayuntamientos).

Pues, de esa España quiero hablar hoy. Eso sí, a sabiendas de que me meto en la boca del lobo y que antes, incluso, de que cante el gallo pasaré a engrosar la infinita lista de fascistas y fachas ya encerrados en los «cordones sanitarios»… Porque las subvenciones se defienden con uñas y dientes y son sagradas (y más las que reciben aquellos colectivos que el presidente Zapatero declaró vía Boletín Oficial del Estado de «utilidad pública» y que el presidente Rajoy no se atrevió a tocar… «porque son muchos votos»). Aunque, aclaro, como atenuante a mi condena, que yo no estoy en contra de ninguno de los colectivos ni de la labor que puedan estar realizando, ni siquiera de cómo ejercen sus actividades, ni ¡ojo al dato! de su ideología política. ¡Dios me libre! Pero sí estoy en contra, ¡absolutamente en contra!, de que esos colectivos vivan y existan gracias a la subvención que reciben del Estado (el Grande o los pequeños). ¿Por qué hemos de pagar los «españolitos» las actividades de estos colectivos que cito a continuación, como ejemplo?… La Cogan, que agrupa a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Los colectivos feministas (son muchos para citarlos), la Asociación pro-Defensa de los Animales, la Asociación anti-taurina de España, los Amigos del carril-bus pro-ciclistas, la Organización Nacional contra el aborto, colectivos de defensa de la Ley de Memoria Histórica, federación de Amigos del Derecho a decidir, peñas Noches Blancas del Flamenco, sindicatos y patronal…

Y muchas más que no cito, como de momento no reproduzco cifras oficiales, porque no quiero, no es mi intención, provocar una Revolución… La revolución que podrían hacer, por ejemplo, los familiares de las miles listas de espera o los millones que se cabrean cada año cuando se enfrentan a la declaración de la renta, sumisos por impotencia.

Miren ustedes, insisto, yo no estoy contra ninguno de esos colectivos… Bueno, sí, sí estoy en contra, absolutamente en contra, de que los sindicatos y la patronal reciban subvenciones… ¿Por qué no viven de las cuotas de sus afiliados? Y lo mismo digo de los partidos políticos: ¿por qué tienen que «cobrar» por cada diputado obtenido o incluso por el número de votos? ¡Que vivan de las cuotas de sus afiliados! Y por ello estoy en contra de las manifestaciones feministas o de las fiestas del «orgullo gay» o de las algaradas de los «animalistas» o de los escraches ante las plazas de toros.

LEER MÁS:  El timo de la reforma de las pensiones. Por Ramiro Grau

Juro, o mejor, prometo, que esta es la razón de ser de mi pesimismo de cara al futuro, pues dentro de algunos años, muy pocos a este paso, solo podrán subsistir los que vivan en la «España Subvencionada»… Y como yo no soy subvencionado ¡adiós! Por cierto, que en mi Córdoba natal, donde vivo y muero en la última curva del camino, no eres nadie si no tienes alguna subvención, aunque sea pequeñita, y aceptas el yugo de la «mayoría». Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Julio Merino

 

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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BdT

Y los de las oenegetas y otros cientos de chiringuitos para parásitos, holgazanes y canallas globalistas.

Torcuato

Y por que no vive la iglesia católica de las aportaciones de sus fieles?

JOSH

Y las maravillosas jubilaciones de los diputados….

Lúpulo

Y la iglesia católica del papa Francis, Teodora y Marozia por sus fieles.
https://vavel.media/es/2013/02/28/historia/220184-la-pornocracia-el-papado-en-poder-de-dos-mujeres.html

«El papado actual dista mucho del bochornoso espectáculo que ofrecía la Santa Sede durante algunas centurias de nuestra era. El siglo X fue especialmente sangrante y ha pasado a la historia con el curioso nombre de “pornocracia”. ¿Dista mucho el actual papado de eso? No creo. ¿Dónde se custodian las actas de los acuerdos PSOE-ETA?

Hakenkreuz

Mt 17, 25- 26

…Cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «A ver qué te parece, Simón. ¿De quién cobran tasas o tributo los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos».

Palabra de Dios.

Hakenkreuz

1 Co 13, 1-8

Ya podría yo hablar las lenguas de los humanos y de los ángeles: si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Ya podría yo tener el don de profecía y conocer todos los misterios y toda la ciencia, o poseer una fe capaz de trasladar montañas; si no tengo caridad, nada soy. Ya podría yo repartir todos mis bienes, e incluso entregar mi cuerpo a las llamas; si no tengo caridad, nada me aprovecha.
La caridad es paciente y bondadosa; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa ni orgullosa; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
La caridad no acabará nunca; en cambio, desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas y desaparecerá la ciencia.

Palabra de Dios.

Hakenkreuz

Lc 21, 1-4

Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas. Dijo entonces: «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que nadie. Porque todos estos han echado como donativo de lo que les sobra; esta en cambio ha echado de lo que necesita, de todo lo que tiene para vivir».

Palabra de Dios.

Hakenkreuz

Mt 19, 27-29

Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?. Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros que me habéis seguido en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna».

Lc 19, 45-46

Entró en el Templo y comenzó a echar fuera a los vendedores, diciéndoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones!».

Palabra de Dios.

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