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Hoy recordaremos a miles de familiares de falangistas, que solo por ello, fueron asesinados por los milicianos de izquierdas sobre todo al inicio de la Guerra Civil.
Como ha quedado demostrado históricamente, las izquierdas, no contentas con asesinar a cualquier falangista que cayera en sus manos, también asesinaban a sus familiares generalmente cuando no podían atrapar al falangista que buscaban.
Entre muchísimos ejemplos, hoy nos fijaremos en tres casos de familiares de falangistas muy conocidos, empezando por la familia de «JUAN CUÉLLAR.»
Como seguro recordáis, el 10 de junio de 1934, la socialista y «Chíbiri» Juanita Rico había participado en el asesinato del estudiante Falangista Juan Cuéllar de 18 años, cerca del Monte del Pardo, llegando incluso a orinar en su cadáver. El grupo de «chíbiris» que asesinó a Cuéllar estaba instruido militarmente y organizado por el capitán Carlos Faraudo (que en el mes de mayo de 1936 fue eliminado por camaradas de la Primera Línea de Falange).
El cadáver de Cuéllar estaba totalmente irreconocible de las barbaridades que le hicieron los jóvenes socialistas, hasta el punto de que José Antonio impidió al padre del camarada caído que procediera a reconocer el cuerpo de su hijo.
Pues bien, al inicio de la Guerra Civil, el 13 de agosto de 1936, Doña Mercedes Campos, madre de Juan Cuéllar, fue asesinada por milicianos rojos.
Una hermana de Juan llamada Enriqueta, también murió como consecuencia de los sufrimientos causados por los marxistas, y para acabar, un antiguo amigo y camarada de Juan Cuéllar, también Camisa Vieja de Falange llamado» Luís Torégano» que estaba oculto en el domicilio de la familia Cuéllar, fue asesinado el mismo día que la madre de Juan.
También recordamos hoy a uno de los héroes más desconocidos de la Primera Línea de la Falange de Madrid, «JOSÉ MARÍA DE ALÓS,» recompensado personalmente por José Antonio con la «Palma de Plata de Falange».
Pues bien, José María fue asesinado por los marxistas y fue uno de los miles de muertos en la matanza de Paracuellos, y junto al valiente camarada, las hordas rojas acabaron con la vida de su padre Nicolás y de su tío Jaime, ambos militares, así como de dos primos Felipe y Francisco.
Por último, no podemos olvidar al que José Antonio llamaba «El pequeño y valeroso Gaceo».
«VICENTE GACEO» , de pequeña estatura pero de altísima talla tanto política como personal, ingreso con 19 años en las filas azules en el mismo momento de su fundación en el acto del Teatro de la Comedia madrileño.
Era un joven estudiante de periodismo, que nunca fue abogado y mucho menos pasante de José Antonio, cómo ha quedado escrito en alguna historia falangista.
Desde un primer momento ,Gaceo trabajo en la Prensa y Propaganda del partido ,siendo redactor de los periódicos «FE», «ARRIBA» Y «HAZ» este último periódico del S.E.U.
Pero Gaceo no solo desarrollaba una actividad intelectual en la Falange, sino que cuando el periódico » FE » debía ser voceado y vendido por la calle, fue de los primeros en alistarse para tal misión, y por eso fue detenido junto con Fernando Reyes en la plaza del Callao de Madrid.
Dentro del Servicio Nacional de «Prensa y Propaganda», también Gaceo fue uno de los fundadores del primer Cine Club del SEU ,que proyectaba películas en el cine Bilbao.
Vicente fue nombrado Consejero Nacional de la Falange y Consejero Nacional del SEU.
Logró salvar la vida durante la Guerra Civil ( curiosamente por estar encarcelado por orden del gobierno de Franco ante su oposicion a la Unificacion )y dada la situación de la Falange de posguerra, totalmente fagocitada por el Régimen del General , se alistó con la División Azul para «morir en Rusia».
Pues bien, hemos encontrado diversas comunicaciones de la madre de Vicente, Doña María del Pino, solicitando la correspondiente pensión por la muerte de su hijo en Rusia, y aunque nunca nos había extrañado que siempre figurara como viuda, al investigar sobre este tema hemos descubierto que efectivamente su condición de viudedad se produjo porque el día 1 de octubre de 1938 su marido Vicente (padre del pequeño y valeroso Gaceo) y un hermano también falangista Gaspar, fueron vilmente asesinados por los milicianos, ofuscados por no poder encontrar al «pequeño Gaceo» cuando le buscaron en su domicilio para quitarle la vida.
Esta última situación se producía muchísimas veces, milicianos que irrumpían en el domicilio de un camarada buscándole para darle el «paseo», y si no lo encontraban, la ira les hacía que la familia del camarada pagara con su sangre el odio de las izquierdas hacia la Falange.
Por tanto, hoy queremos recordar a tantos miles de españoles que sin ser falangistas, y por el único hecho de ser padres, hermanos o familiares de un Camisa Azul, pagaron con su vida la barbarie roja.
Para todos ellos,
» PRESENTES «
(Fotos de tres esquelas de familiares asesinados de los falangistas José María Alós, Vicente Gaceo y Juan Cuéllar, del Archivo de los Guardianes de la Memoria Azul).

Autor

REDACCIÓN
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