«Europaquetecuento» o la historia de Los «Europedos». Por Patxi Balagna Ciganda

La infame Unión Europea se empezó a fraguar antes de que acabara la segunda guerra mundial.

El 8 de mayo de 1945, los maléficos «nazis» que pretendían dominar el mundo, o sea la Alemania nacionalista, firmó la rendición incondicional ante los Aliados (Estados Unidos, Reino Unido y la Союз Советских Социалистических Республик conocida como la CCCP ).

Cabe destacar que cuando hablamos del – United Kingdom -Reino Unido- de antes de la guerra, deberíamos mencionar todas sus colonias que también los apoyaban en aquella gran contienda.

Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Sud África, India (incluyendo Pakistán y Bangladés), Sri Lanka, Birmania, Nueva Zelanda, Egipto, Kenia, Tanzania, Uganda, Malasia, Singapur y un sin fin de islitas en todos los mares, eran súbditos de sus políticas – y su regente – en aquellos tiempos.

Por parte de los Estados Unidos (país estandarte de la libertad), estaban las colonias de Puerto Rico, Filipinas, Guam, Palau, Samoa (todas ellas usurpadas a España), islas vírgenes y otros territorios. Además de la gran influencia que ejercía en Centro América, Cuba y también muchos otros países y territorios del orbe.

La Unión Soviética fundó la Internacional Comunista en 1919 para coordinar y promover el comunismo en todo el mundo. Era en esencia expansionista y globalista. En agosto de 1945, después de que Alemania se rindió en Europa, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón y lanzó una invasión en Manchuria. Para tener una idea del tamaño del territorio que la Rusia comunista invadió, diremos que Manchuria es, o era, como toda la península ibérica – Portugal incluida – o como Texas y California juntas (800,000 kilómetros cuadrados). También se anexionó – «por la geró» – las islas Kuriles y la isla de Sajalin. O sea, unos 100,000 kilómetros cuadrados más.

Tras y durante la guerra mundial, la URSS se anexionó: Polonia, Hungría, Rumania, Checoslovaquia, Ucrania, Bielorrusia y parte de Alemania, además de los estados Balticos (Estonia, Lituania, Letonia) y territorios de gran parte de Euroasia.

 El Manifiesto de la prisión de Ventotene de 1941 de Altiero Spinelli propagó la integración europea a través de la Resistencia italiana y después de 1943 a través del Movimiento Federalista Europeo.

Altiero Spinelli fue un político y activista italiano que se convirtió en uno de los líderes del movimiento europeo. Nacido en Roma en 1907, Spinelli estuvo involucrado en la política desde muy joven, afiliándose al Partido Comunista Italiano en la década de 1920. Sin embargo, en 1928, fue expulsado del partido y encarcelado por sus actividades políticas.

La esposa de Altiero Spinelli, Ursula Hirschmann, era «alubía», como la esposa de Antonio Gramsci que se llamaba Giulia Schucht. Hirschmann nació en Austria en 1913 y emigró a Italia en 1938 para escapar de la persecución nazi. Hirschmann era economista y activista política, y trabajó junto a su esposo en la lucha por una Europa unida y democrática.

Winston Churchill abogó en 1943 por un «Consejo de Europa» de posguerra, el 19 de septiembre de 1946, en la Universidad de Zurich, coincidiendo con el Congreso de Hertenstein de la Unión de Federalistas Europeos, por unos Estados Unidos de Europa.

La Cruz de Hertensteiner (Hertensteiner Kreuz) fue utilizada como bandera por los movimientos federalistas del 14 al 24 de septiembre de 1946 en Hertenstein, (Suiza, cerca del lago de Lucerna).

El símbolo – que es feo con «cojones»- fue diseñado por la escultora Hedwig Frei, y fue el primer signo empleado cuando se fundó la «Unión Europea» suiza en 1934. Muestra una doble «E» reflejada, -sobre un fondo negro muy optimista- que se supone que simboliza la unificación de Europa.

También podría entenderse como un símbolo del «+», un «-» y un «=» dentro de un «0». O podría entenderse como una cruz invertida y ensangrentada, pero me imagino que eso forma parte de la imaginación de cada quien. A mí, me da más la sensación de ser el estandarte de una cuadrilla de sanguinarios y perturbados vampiros bebedores de sangre aficionados al «Black metal« que otra cosa.

«Hertenstein», es probable que se derive de una combinación de dos palabras en alemán: «Hirsch» que significa «venado» y «Stein» que significa «piedra». Por lo tanto, «Hertenstein» se podría traducir como «piedra de venado» o «piedra donde se encuentran los venados». Curioso que se asemeje al macho cabrio que apareció en la estrambótica ceremonia de apertura del túnel de San Gotardo.

Debe haber muchos «venados»  y «cabritos» por ahí, sí.

Hedwig Frei (1903-1963), la escultora suiza que creo la «Hertensteiner», nació en Basilea. El Banco de Pagos Internacionales (BPI o BIS por sus siglas en inglés), es una organización financiera internacional que también tiene su sede en Basilea. El BPI o BIS se considera el banco central de los bancos centrales y su principal objetivo es promover la estabilidad financiera y monetaria en todo el mundo.

Esos que lo hacen todo de maravilla, oiga.

Cuando se fundó la Unión de Federalistas Europeos (UEF), 31 federaciones de federalistas europeos de 14 países se habían unido para formar una organización paraguas, en ese momento se utilizó la «Cruz de Hertensteiner» como símbolo. La adopción del Programa Hertensteiner marcó el inicio de una preparación internacional del Movimiento Europeo.

Richard von Coudenhove-Kalergi (nacido en Tokio, de padre austro húngaro de origen noble), que durante el periodo de entreguerras estableció con éxito la organización más antigua para la integración europea, la Unión Paneuropea, fundó en junio de 1947 la Unión Parlamentaria Europea (UPE).

Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, las tres potencias aliadas debatieron durante la Conferencia de Teherán y la posterior Conferencia de Moscú de 1943 los planes para establecer instituciones conjuntas. Ello condujo a la decisión adoptada en la Conferencia de Yalta de 1944 de incluir a la Francia Libre como Cuarta Potencia Aliada y de formar una Comisión Consultiva Europea, posteriormente sustituida por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores y el Consejo de Control Aliado, tras la rendición alemana y el Acuerdo de Potsdam en 1945.

En la Conferencia de Potsdam, celebrada en 1945, se reunieron los líderes de las potencias aliadas vencedores de la Segunda Guerra Mundial para discutir el futuro de Europa y el mundo después de la guerra. Los participantes incluyeron al presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman (El genocida que lanzo dos artefactos nucleares sobre población civil), el primer ministro del Reino Unido, el aficionado al «bebercio» con desmesura, Winston Churchill, y el líder soviético y campeón mundial de los genocidas, el «alubío» georgiano, Joseph Stalin.

También asistieron los ministros de relaciones exteriores de los tres países. La conferencia se centró en la discusión de la futura administración de Alemania y la reorganización de Europa después de la guerra.

Hoy en día, aún hay 39 bases militares norteamericanas en Alemania, con más de 36,000 efectivos del ejército norteamericano en su territorio. No es de sorprender que aunque se sabotee el Nord Stream 2, el canciller socialista, Olaf Scholz, no diga ni «mu».

Europa, que cuento.

Euro, paquete, cuento.

Europa, pa’ que te cuento…