La antiEspaña de siempre, con el PSOE también de siempre a la cabeza, es decir, la izquierda extrema, ultra, radical y antinacional que en España es toda, junto con sus aliados naturales los secesionistas de toda ralea, y de un tiempo a esta parte con el voluntario, connivente y entusiasta apoyo y complicidad necesaria de la derecha, esa que sigue proclamando a un Dios en el que no cree y a una Patria a la que no ama y sólo busca disfrutar de un trozo del pastel, ha anunciado, vía el sátrapa Sánchez, un programa especial para el 2025 compuesto de numerosos eventos, más de cien según dijo, para celebrar el cincuenta aniversario de la muerte del “dictador” -quién fue a hablar- y el final de la “dictadura” -quién lo diría-. En otras palabras: todo un aquelarre de la desmemoria para mayor atontamiento de un pueblo, el español de esta época, ya de por sí afectado por una pandemia de idiocia como nunca se ha visto ni esperemos que se vuelva a ver si es que alguna vez se cura.
Entre los autos de fe que se anuncian figura, al parecer más emblemático, la ilegalización de la Fundación Nacional Francisco Franco; podrán matar la persona jurídica, pero su espíritu nunca. A algunas de dichas orgias, según parece, asistirá incluso el actual monarca quien, como su padre, nos hace creer que todo lo tiene que firmar y todo lo tiene que tragar, sin darse cuenta de que entonces para nada vale, quien no pondrá objeción alguna, sino todo lo contrario, con tal de ver si así conserva el chiringuito hasta que pueda traspasar el negocio a su hija. Según dicen, la duda aún no resuelta es si invitarán a Juan Carlos I, quien lo está deseando con tal de poder salir de su ostracismo y exilio bien merecido, aunque sea por una hora.
Ante tamaña agresión contra lo mejor de nuestra historia contemporánea; ante tan vulgar como estúpida, pero eficaz arma de destrucción masiva de nuestra conciencia nacional; ante ofensa tan grave contra nuestra Patria; ante un intento y forma más de hacer pasar a las víctimas por verdugos y viceversa. Ante la marea de mentiras que van a soltar; ante la chulesca, paleta, maliciosa y grosera tergiversación de la Historia y ante la cobarde actitud de quienes deberían desde el primer momento haber puesto coto a tanta manipulación pero nunca lo ha hecho, debemos reaccionar, tenemos la obligación de hacerlo, y cada cual de hacer lo poco que pueda para plantar cara y combatir con ocasión y sin ella, a tiempo y a destiempo, a los que demuestran día a día ser enemigos recalcitrantes e impenitentes de España.
No podemos permanecer callados, pasivos, “neutrales”. No podemos permanecer cómodamente instalados en nuestra esfera de confort y seguridad. No podemos rendirnos sin más.
Sirvan estas letras para hacer un llamamiento a todos los españoles de buena voluntad, honrados, trabajadores, decentes, que sentimos el orgullo de ser y saber que somos españoles, que dicho sea de paso es lo más importante que se puede ser en esta vida, para que de una vez por todas pierdan el miedo los que lo tengan, la vergüenza los que la sientan y lo demos todo por la causa que es España. Hay que movilizarse, hay que contraprogramar, no hay que perder medio y oportunidad por leve que sea para dar testimonio de la verdad. No son tan poderosos como se creen ni como nos hacen creer. Sólo si nos consideramos vencidos es cuando lo estaremos. Se conseguirá más o menos, pero lo que se consiga quedará. Debemos sembrar, aún en tierra árida, seguros de que con el tiempo alguien recogerá. Quieren nuestro silencio e inacción, pues no se lo concedamos.
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