Vamos hacia más arrestos domiciliarios: esta vez, “climáticos”. Por Luys Coleto

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Todas las medidas, sobre asuntos aparentemente disímiles, desembocan exactamente en lo mismo: con más hiperinflación, arruinar a nuestras sociedades, depauperar irreversiblemente a las clases medias, golpear aún más a los más pobres, y todo ello con más restricciones (movilidad, mentales, digitales y mucho más allá), menos libertad de todo tipo y más entrega de poder, si fuese posible, a las genocidas y mandarinas élites. No se trata de tu salud ni de la salud del planeta, sino de la riqueza y, en última instancia, del control. Puro y duro control. Y esto solo acaba de comenzar. ¿No deviene extraño que las políticas totalitarias covidianas también «hayan contribuido al clima» y que ahora se pregonen las mismísimas soluciones para hacer frente a la guerra fake de Ucrania y alcanzar objetivos “climáticos” majaderos?

Futuro inmediato, Agenda 2030: más arrestos domiciliarios

Vamos hacia la versión «climática» de los secuestros domiciliarios covidicios (¿lo permitirás?). La Agencia Internacional de la Energía ha pedido recientemente a los gobiernos de todo el mundo que «confinen» a los ciudadanos para que reduzcan el uso del petróleo y cumplan los objetivos del «cambio climático».

Hacia el transhumanista/posthumano Gran Reseteo. Cuarta revolución industrial, dizque. O Agenda 2030, como prefieras. No tener nada y ser feliz. Todo comunal, sin ser comunista. Y las élites, claro, en sus dachas.

Y tú feliz, «servitizado», con cartillas de racionamiento para todo (comida, energía) y timovacunado cual acerico para poder acceder a ellas, y hasta el culo de marihuana, desde luego, naufragando y naufragado en multiversos varios. Y follando con robots. O con un holograma. Tú eliges, patriota «rebelde». Y España, obvio, habrá dejado de existir. Tanto hiciste por ella. Juas.

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Documentos británicos de la farsa

Y la comedia tiene un pretexto: «objetivos de carbono cero»: En 2019, el gobierno británico encargó un informe que fue elaborado por la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres. Titulado «Cero absoluto», el informe profundiza sobre las necesidades requeridas para cumplir el compromiso legal de cero emisiones en 2050.

Entre otras cosas, el informe establece que todos los aeropuertos deben cerrar entre 2020 y 2029, con la excepción de los aeropuertos de Heathrow, Glasgow y Belfast, que sólo pueden permanecer abiertos con la condición de que los traslados hacia y desde el aeropuerto se realicen por tren.

Más tarde, todos los aeropuertos restantes deberán cerrar entre 2030 y 2049, ya que para cumplir el compromiso legal de “cero emisiones” para 2050, todos los ciudadanos del Reino Unido deberán «dejar de utilizar los aviones» durante un periodo de tiempo considerable.

…Pues nada, a utilizar, compartida claro, la patraña del muy contaminante coche eléctrico…

http://www.ukfires.org/wp-content/uploads/2019/11/Absolute-Zero-online.pdf

Informe de la AIE

En la actualidad, la AIE (International Energy Agency, Agencia Internacional de la Energía) actúa como asesor político de sus Estados miembros, entre los que se encuentran el Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, así como las principales “economías emergentes”.

https://www.iea.org/reports/a-10-point-plan-to-cut-oil-use

En marzo de este año, la AIE publicó un atroz informe titulado «Un plan de 10 puntos para reducir el uso del petróleo». Más de lo mismo, vuelta de tuerca. En fin.

https://elcorreodeespana.com/sociedad/406847145/La-cruel-estafa-de-las-energias-verdes-inmensamente-contaminantes-mientras-se-saquea-y-esclaviza-el-tercer-mundo-Por-Luys-Coleto.html

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.

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