¡Dios bendito! No se acuerdan de nada… Por Pablo Gasco de la Rocha

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Domingo, 13 de febrero. Me quedo con El País, que no da cuenta de lo que sí cuentan los otros diarios, las consabidas cláusulas del pacto al que llegó ETA con el Reino de España aquel 20 de octubre de 2011; fecha en la que la banda marxista-separatista decide dejar de asesinar porque ya no le es rentable, considerando que como organización política (Bildu) puede seguir consiguiendo cosas desde la línea de demarcación que su brazo armado había marcado.

Ahora bien, como estamos en campaña por la presidencia de Castilla y León, y el Muñeco que presenta el Partido Popular como ganador no parece que lo tenga muy claro, una ola de hipócrita indignación ha vuelto a sacudir sus filas, y auxiliado por sus medios de comunicación ha desempolvando lo que a nivel de Estado quedó pactado: las medidas de gracias que se han venido dando a los terroristas de ETA desde el 20 de octubre de 2011.

Y tanta es la hipocresía, que el órgano de expresión del PP, La Razón, llega hasta el punto de calificar al Gobierno Sánchez en relación con ETA, como “el peor Gobierno de la democracia, el más vil y el más mentiroso”. Es evidente que el diario del Partido Popular ha olvidado los dos gobiernos que presidió Adolfo Suárez, cuyo balance en relación con ETA fueron tres amnistías: 30 de julio de 1976, 15 de julio de 1977 y 14 de octubre de 1977.

Pero como la sinvergüencería del PP y de su órgano de expresión, La Razón, es peor y mayor de lo que se imagina, en su propósito de aupar a su Muñeco en Castilla y León, asocian a Pedro Sánchez y al ministro del Interior, señor Marlaska, con José Antonio López Ruiz, alias “Kubati”, autor de 13 asesinatos. Al tiempo que olvidan a Juan Manuel Soares Gamboa, autor de 29 asesinatos, y colaborador y cómplice de otros tantos, miembro del comando más sanguinario de ETA, el “Comando Madrid”: ejecutor de algunas de las acciones más graves de la banda, como el coche bomba colocado en la Plaza de la República Dominicana de la capital, que mató a doce jóvenes guardias civiles el 14 de julio de 1986; y que detenido y con un horizonte en prisión de muchos años, decide arrepentirse y solicitar el perdón incondicional que finalmente le concede el primer Gobierno de José M.ª Aznar.

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Respecto a ETA, y a tenor de lo que ha sido la respuesta que como nación hemos dado, es mejor hacer como Mizaru, Kikazaru e Iwazaru, y al tiempo que salen perdonados sus miembros, terroristas que han matado sin piedad, establecer eximente de responsabilidad criminal a quienes, entre los familiares de sus víctimas, atentaran contra sus vidas. Algo que no se ha dado, y que a día de hoy sigue sorprendiendo.