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Hace más de medio siglo estando trabajando en mi despacho en una Multinacional oí un ruido de cristales rotos y un pequeño escándalo de voces de un hombre fuera de sí. Salí para ver lo que pasaba y todo provenía del despacho del Jefe de personal.
La cosa era muy simple, y explicable. Un trabajador, desesperado porque consideraba que no se le trataba justamente, ni se atendían sus derechos, reaccionó ante su impotencia frente a la Empresa, rompiendo todo lo que tuvo a su alcance.
El hecho no tuvo mayor repercusión. Había ocurrido en el corredor de los despachos de los Jefes, en la planta superior, y separado de la sala de oficinistas.
Me sirvió eso sí, como confirmación de mi tesis: “La Organización siempre tiene todas las de ganar frente al individuo”. Ciertamente, los españoles somos los inventores de la “guerrilla” y derrotamos al invencible Napoleón pero, a pesar de todo, sigue siendo cierto que un Ejército poderoso, bien organizado y dirigido, derrota a los guerrilleros siempre. Es lo natural y lógico.
Viene esto a cuento porque era de prever que, el individuo llamado TRUMP tenía pocas posibilidades de triunfo frente a la Omnipotente Organización mundial del Poder Supremo sin rostro sionista.
El “individuo Trump”, ¡eso sí!, tuvo el valor y las agallas de enfrentarse a la Sinagoga de Satanás y era previsible el final. La Poderosísima Máquina bimilenaria, bien conocida de mis lectores habituales, sabía que poniendo todas sus baterías contra el osado inquilino de la Casa Blanca, lo derrotaría si antes él, no tenía tiempo ni inteligencia suficiente para organizar sus huestes.
Los episodios recientes de los Estados Unidos, fruto de tal enfrentamiento, me va a permitir escribir varios artículos sobre el tema. Es una ocasión única de ilustrar a quienes tienen por “chalaos” y “conspiranoicos” a todos cuantos tenemos los ojos abiertos y conservamos la vista clara.
Manos a la obra…
Antes de nada una aclaración. Desde que salí de Cuba y vi la traición del Gobierno Americano a los intereses de los cubanos y, sobre todo, la de John Kennedy a los cubanos heroicos a los que envió al suicidio mintiéndoles, y permitiendo que fueran masacrados por Fidel en la Bahía de Cochinos negándoles la ayuda aérea, mi asco por los políticos estadounidenses hizo que, en mi vida cotidiana, me olvidará de ese país y de sus políticas. La casta política yanqui, –digna sucesora de la de su madre, la pérfida Albión– me repele de tal modo que me produce dolor de estómago.
Ahora bien cuando apareció Trump –de quien solo sabía que era un millonario de la construcción, que se había arruinado varias veces y había vuelto a recuperarse– puse interés en ver lo que ocurría en el “Imperio”, USA.
Me pasó lo que a la mayoría de cuantos estamos hartos de la chulería del “Poder Supremo sin rostro” en todos los gobiernos democráticos. Vi en él, a un hombre dispuesto plantarle cara y, esto me bastó para caerme bien. Máxime, cuando le vi defendiendo los valores que, los demoniacos demócratas, con Obama y Clinton a la cabeza, lo odiaban y combatían.
Pronto vi que la Sinagoga de Satanás no estaba dispuesta a perder su control del Mundo y tolerar la amenaza de un “individuo” peligroso para sus intereses, y comprobé cómo, sin perder tiempo, puso todas sus bateras a nivel mundial, no solo en USA contra él, con el objetivo de destruirlo como persona y como político. Y me temí lo peor, como así ha sucedido.
Toda la Omnipotencia de Globalismo Sionista acabaría pronto con Trump. Máxime viendo a la Iglesia norteamericana progresista, sumarse al ataque… Realmente resulta. A evidente que el Alto Clero Católico del Universo mundo, ha perdido la chaveta… y es una prueba más de que se avecinan tiempos apocalípticos. Solamente el antiguo nuncio en USA, el arzobispo monseñor Viganó, se mostró como su defensor.
Es sorprendente, sin embargo, cómo el pueblo católico sencillo, sano, y con Fe vivida vieron en Trump el hombre que podía defender la Vida de los no nacidos y de los ancianos, capaz de oponerse al Feminismo radical , al aborto criminal y a la Eutanasia. Con esa actitud pronto lo como loco, excéntrico, y estúpido. Y todos los medios españoles, al servicio de Lucifer, desde El País, y la Sexta, hasta la Razón, pasando por ABC, y obedeciendo las mismas órdenes del mismo amo, coincidieron en su guerra contra el Loco de la Casa Blanca.
Y, ahora, todos felices, celebran su caída y desearían verlo en la cárcel demostrando lo que yo llevo sosteniendo hace medio siglo y concretó Carrero Blanco es una axioma, y el periodismo se ha convertido en “prensas canallesca”. ¡Pobre del individuo que se atreva a enfrentarse con la Superorganización satánica con dos mil años de experiencia! Ya sabe lo que le espera y que no habrá nadie que se atreva a defenderle salvo algún chalao que intenta luchar desde el Toro TV o desde algún “órgano menor” de prensa verdaderamente libre.
Ciertamente, frente a la Organización el individuo no tiene nada que hacer si previamente no “organiza a la gente decente”. He fracasado como impulsor de esta necesidad y, los “buenos”, no entienden que “solos” son lo que un delegado comercial catalán y del Real Madrid llamaba habitualmente, con mucha gracia: “¡Una mierda pinchada de un palo!” A lo mejor, a fuerza de repetirlo, alguien me hace caso y consigue crear una ORGANIZACIÓN, capaz de luchar contra el Poder Supremo “sin rostro”.
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.