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Los supremacistas catalanes fueron poco a poco, pero sin retroceder un palmo de terreno, en lo suyo que es la total independencia de Cataluña del territorio español. Es un golpe de estado continuado, con principales intentos de consolidación, como el 1º de octubre de 1917. Entonces, apretaron tanto, como les decía su director, que hasta les dio miedo, y como todo hacen menos retroceder, pues empezaron a decir que la cosa era una broma, una ensoñación. A fingir como que se arrepentían. Esto es igual que cuando alguien ha decidido asesinarte, y bien, paga a otro, o lo hace él mismo y desde un lugar disimulado te dispara a muerte cuando tú pasas por delante, pero la bala da justo a tu lado, con lo cual, salvas la vida. El susto es tremendo y al descubrir al autor y conocerlo, te enfureces a más no poder con él. ¿Qué hace éste?, decir que era de broma. Que era para darte un susto. Como no crees en semejante majadería y lo machacas a insultos, pues él al final, se salva diciendo: mira que te salvé la vida y encima cómo me pones… Podía haberte matado si hubiera querido. Tú que ya sabes cómo es el homicida, le insistes en que se ha valido de tu confianza, no solo para traicionarte, sino, para matarte. Esto le trae sin cuidado porque su verdadera intención, muy disimulada, era tu asesinato. Y buscará otra oportunidad de conseguirlo en cuanto pueda.

Este modus operandi, entre bromas y veras, es propio de todos los enemigos de España: socialistas, comunistas, terroristas, separatistas… Las cosas llegan a tales extremos que creer que lo que consiguen es sólo una estupidez es ser tan estúpido como tal caterva. Van mucho más allá, dado el lamentable estado de España. El juego es sucio, siempre; no aceptado por nadie decente, porque esa es la vil naturaleza de la izquierda. Los citados son enemigos de España, convictos y confesos, aunque se vistan o disfracen de los que quieran. Lo malo que precede a lo peor, es que muchos les creen y se dejan engañar. Que hay muchos en la derecha que parecen amigos pero que con ellos no se necesitan enemigos. Lo malo es la sorpresa que nos guarda el felón, que se disfraza de santón, cuando chupa como un mamón televisión. Lo malo es la utilidad que quiere dar a las fuerzas armadas, cuando perpetúe esa Ley de Seguridad Nacional; quizás comprándolas como hacen con todos, y después usándolas contra el pueblo, al estilo de los dictadores venezolanos. Como ya le permiten engañar y hacer todo lo que le da la gana, pues de paja se va a pajares, y él sigue adelante con lo suyo, que es lo propio de un tipo sin principios, ni límites, ni vergüenza. Ocurre al considerar normal lo que no lo es. Ocurre cuando la derecha permite todo cuanto está pasando.

En realidad este criminal nos tiene a todos en vilo. Porque vemos cómo es e intuimos hasta dónde puede llegar. A los que se enteran de qué va la fiesta, y a los que no, pero que escuchan a los primeros. Pablo Casado, segundo Rajoy que siguió todo lo de ZetaP y no le enmendó la plana en nada, pone de los nervios al más santo. El primero nos trajo todo esto y éste lo cuida. No le da la gana de encabezar una moción de censura, ni de apoyarla, que es el único instrumento para parar los pies al sátrapa en potencia, ahora felón. Si no sale adelante, por lo que le preocupa el número, como si éste lo fuera todo, servirá para que todo el mundo se retrate y saber con quién estamos. Pablo Casado, reventaría la paciencia hasta Santo Job. Ese patriarca que llena de consuelo al que padece tribulación. Ante la Patria no cabe tanta paciencia. Ante la Patria un personaje así no cabe y debe abandonar su función que nos traiciona a todos. ¿Pero no es consciente de cuanto está ocurriendo? Eso que hace no es política, eso es cooperación con el mal. Y no hay que dudarlo. El mejor y único servicio que haría a España es retirándose de la presidencia del PP y dejando a otra persona en ella. Isabel Díaz Ayuso, «que buen vasallo si tuviera buen señor», sabe hacer política, y resumir las palabras que han de ser pocas, justas y claras: «O Pedro Sánchez, o España». Se acabó el mamoneo y el politiqueo para seguir en la poltrona chupando de la teta agotada de España. Estamos en la disyuntiva que obliga a elegir, antes de que nos lo den todo elegido.

Si se echas una mirada al tendido por el teléfono ahora receptor de vídeos y de toda clase de información que además se puede contrastar y verificar su autenticidad, te quedarás sentado de la impresión. No hay por donde coger hoy la actualidad que parte de la situación política corrompida y enferma. Un marroquí propinó una brutal paliza al revisor del tren por querer hacerle pagar el billete. Fue en Cataluña. Carla Toscano, «amenazada y acosada, se ha convertido en el principal objetivo del feminismo radical y de Organizaciones LGTBI.» Es otro titular, bajo el cual y desarrollo de la noticia, que dice que la amenazan de muerte, el primer comentario es: «calla, puta, que te vamos a asesinar por gilipollas, maldita». El comentario de Carla Toscano, que originó tantos delictuosos, había sido el siguiente: «Mi condena por el asesinato de Samuel. Pero mientras no se sepa nada más, que asesinen a un gay, no significa que lo hagan por ser gay, que asesinen a una mujer no significa que lo hagan por ser mujer, ni a un negro por ser negro». Este razonamiento, justo y equilibrado no se puede hacer con estas malas e irracionales bestias que no son justas ni equilibradas, y que gozan de plena libertad para delinquir. Hace mucho tiempo que no me meto con Facebook y las redes sociales, por la total censura que hay para unos, y la manga ancha para otros. Toda la izquierda tiene bula en las redes, y como intentes torcerle la voluntad te echa fuera de la primera patada. No admiten críticas porque para eso están ellos. Las redes sirven para conocer el percal, ya que la televisión oficial nada dice, ni hace, sino manipular la información. Con la movida del felón que hizo hoy para que todo siga igual, Ábalos se fue con la cartera llena y sin devolver las 40 maletas. Era de esperar. A los comunistas, separatistas y terroristas, ni les tocó. Espera de ellos que le encumbren adonde quiere llegar.

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Todos estos medios están bajo el yugo de la izquierda. Con ellos logró crear la falsa conciencia que reina. Para saber la verdad están cuatro medios, no más, que el felón está loco por cerrar. Entre ellos, uno es éste. Pero cuando esto suceda, como de todo lo hasta ahora conseguido, seguirán diciendo que solo fue una broma, una ensoñación. O sea, encima de la muerte, la risa y la humillación. Eso es la izquierda.

Autor

REDACCIÓN