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Los CDC yanquis (léase Fauci, Gates, etc) dicen ahora que la tasa que establecieron de las posibilidades de contagio al aire libre fue «un error de cálculo», y es del 1%, o menos, en lugar del 10%. Se puede leer en el New York Times del pasado 11 de mayo.
Como en este asqueroso tema hay que andarse con pies de plomo, más que nada porque la descalificación es a la persona y no al razonamiento, voy a optar por basarme en las expresiones de otros, preferiblemente extranjeros (eso, para muchos, es marchamo de seguridad añadida).
La noticia la comenta así Jonathan Turley, un conocido profesor y abogado norteamericano:
«El New York Times informa que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se basaban en un estudio defectuoso al fijar en un 10 por ciento la probabilidad de transmisión de Covid-19 al aire libre. Después de utilizar un «error de cálculo» para imponer las mascarillas al aire libre a más de 300 millones de estadounidenses, los CDC dicen ahora que el riesgo es como del 1%. Es asombroso que un componente tan clave y controvertido de nuestras políticas de Covid no solo se basara en un error de cálculo, sino que nunca se cuestionara o reexaminara activamente para descubrir el error. El periodista David Leonhardt, del The Times, señaló que «no hay documentada una sola infección por Covid en ningún lugar del mundo a partir de interacciones casuales al aire libre, como caminar al lado de alguien en la calle o comer en una mesa cercana». El riesgo al aire libre ha sido una fuente importante de desacuerdo con muchas imposiciones de la obligatoriedad de las mascarillas a quienes caminan, trabajan o se recrean al aire libre. Resulta que, según el Times, el índice de referencia del 10% se basa «en parte en una clasificación errónea» de la transmisión del virus en Singapur en varias obras de construcción. Esos sitios se describieron incorrectamente como exteriores, pero que ahora parecen haber tenido lugar en entornos interiores. Singapur también clasificó los entornos que eran una combinación de interiores y exteriores como exteriores, incluidas las obras de construcción. El riesgo real es del uno por ciento o menos».
¿Cuántos parques infantiles, empresas, y actividades se han cerrado, y siguen cerrando, en base a ese “error de cálculo”?
¿Cuántas leyes se han conculcado?
¿Cuántas denuncias, golpes y arrestos violentos por hacer deporte o pasear al aire libre o por zonas deshabitadas?
¿Cuántos niños se han desmayado (o peor) por jugar y hacer deporte con mascarilla?
NO es que estemos locos, al menos todos, es que nos gobiernan peligrosos dementes, y la mayoría de nosotros somos sus cómplices por acción u omisión.
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