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Es insomne, una fotografía abstracta, tiene peso propio, impone el silencio como música. Nos muestra la brevedad del confín, proceso de liberación, produce buenas reflexiones. Es alambre de espino, lucha sin armas, mueve ficha en el tablero de la vida. Es incansable, es una excavadora que en algún momento te invadirá, nos habita… Es la muerte.
Es una creencia milenaria de procedencia prehispánica, imbricada en la tradición mejicana, emblemática, la celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre. En 2008 la UNESCO le confirió el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Para los mexicanos la muerte es el comienzo de un camino hacia otro lugar. Los señores del Mictlán, los dioses Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl son los responsables de precisar la dirección definitiva del espíritu de los difuntos. Es una fiesta de aunamiento… Estoy haciendo referencia a: El Día de Muertos.
El lema de este año es: «México ombligo de la luna».
Esta conmemoración pone de manifiesto que la vida es una fiesta y que hay que disfrutarla al máximo.
Hay diferentes rituales de celebración de la memoria de los difuntos, para demostrarles el aprecio y que no se les olvida.
Hay algunos elementos imprescindibles y que son indisociables de esta festividad para venerar y honrar a los seres queridos.
Pilar, Isabela, Lucila, María José.
*El altar: es parte constitutiva de este festejo ancestral, aquí se colocan fotos de los difuntos, los alimentos que le gustaban, objetos personales. Calaveras de diversos tamaños, materiales y variedad cromática, flores de cempasúchil (esta es la más frecuente, pero también se pueden encontrar otras como: el amaranto, la flor de terciopelo, y la nube), tequila, frutas, la Virgen de Guadalupe, etc.
Aunque no es tan frecuente, en muchos altares también se coloca un perro, en algunos un perro real de la raza Xaloitzcuintle representando al dios Xólotlotl ya que se cree que el perro ayudará a las almas a cruzar el río Itzcuintlán.
Esta misma creencia también está presente en algunos segmentos de la cultura griega. Incluso esa escena está plasmada en algunos cuadros de pintores relevantes.
* El pan de muerto: Es un pan dulce decorado con «huesos» y los más sofisticados pueden llevar impreso el rostro del difunto.
* Catrina: En su génesis fue denominada como: La Calavera Garbancera. Es el personaje que representa a la muerte, es una calavera con un amplio sombrero con flores, su creador fue: José Guadalupe Posada. Posteriormente Diego Rivera le proporcionó la imagen actual, de cuerpo entero.
En la cultura mexicana, en los actos del Día de Muertos, está reconocida como una alegoría internacional.
* También están presentes los cuatro elementos: agua, tierra, fuego, aire.
Igualmente está la mariposa Monarca, en la antigüedad se pensaba que eran las almas de los difuntos que volvían, simbolizando su retorno, cada una representa a un difunto.
* La cruz de ceniza: es el símbolo por medio del cual purgan sus pecados.
* El papel picado: actualmente su presencia en el altar es principalmente para ornamentar.
*Las velas: desempeñan una labor importante, son el faro que alumbran el camino hacia el Mictlán,
* Agua: representa la pureza y sacia la sed del alma.
* Incienso copal: «En la ofrenda del incienso o copal usaban estos mexicanos, y todos los de Nueva España de una goma blanca que llaman copalli -que también ahora se usa mucho- para incensar a sus dioses. No usaban del incienso, aunque lo hay en esta tierra. De este incienso o copal usaban los sátrapas en el templo y toda la otra gente en sus casas. (…)» Extraído de: «Historia general de las cosas de la Nueva España». (Autor: fray Bernardino de Sahagún).
Esta resina es catalizador de energías, para ahuyentar las malas vibraciones. En esta época prehispánica se le adjudicaron diferentes nombres, uno de ellos: iztacteteo, cuyo significado es: «dios blanco».
En otro periodo temporal estuvo estrechamente entroncado con la fertilidad.
Desde tiempo pasado en algunos estamentos de la cultura mexicana el incienso estaba considerado como sagrado.
La muerte queda materializada en el altar, es una presencia latente, esto es así desde tiempos inmemoriales, a esto contribuyeron la mayoría de los pueblos oriundos de este país: zapotecas, totonacas, los antiguos mexicas, tlaxcaltecas, texcocanos, mixtecas.
En algunos lugares de este país de América del Norte el 1 de noviembre está asignado a consagrar a los «muertos chiquitos» niños, y el día 2 a los Fieles Difuntos, adultos.
Personalmente he contabilizado más de una sesentena de fiestas muy peculiares relacionadas con el Día de Muertos, algunas de ellas: concursos de altares. Desfiles de Catrinas. Festival y Tertulia de Día de Muertos. Festival de velas. Festival de la Muerte. La luminarias. Festival de las Almas. Festival de Vida y Muerte. Noche de muertos en bicicleta. Festival de Calaveras.
En algunas corporaciones indígenas purépechas esta celebración adquiere el grado de superlativo, es el caso de Michoacán, una de sus celebraciones más sobresalientes es la Fiesta de las Ánimas. También en (Pátzcuaro, Michoacán) en el Panteón principal de Janitzio se representa en esos días otra actividad notable: la danza de los pescadores.
En Córdoba, España, con la finalidad de conmemorar el Día de Muertos, la pintora Lucila Veloz Gutiérrez, nativa de México y residente en la Ciudad que fue Luz de Occidente, ha presentado la exposición pictórica titulada: Naturaleza Cósmica II «Corazón que florece». Esta colección está certificada por Digiart mediante Genética Artística de PUKKART.
En la inauguración acompañando a la artista estuvieron: Ana Belén Martínez, directora general de Accesibilidad y Centro Intergeneracional de la Universidad de Córdoba. Isabela Palacios, asesora del área de Artes Plásticas del Círculo de la Amistad. Nicolás de Bari Millán, Vicepresidente del Real Círculo de la Amistad. Pilar Redondo, escritora, que iba caracterizada como: Catrina.
El pincel disecciona las contradicciones entre la vida y la muerte. Desnuda las flaquezas humanas en toda su complejidad, retrata todos los matices que conforman las creencias.
Hurga en las entrañas, hace bailar a los esqueletos, a veces nos da la respuesta que esperamos, dota a la muerte de individualidad. Se adentra en el inframundo.
Si no fuera porque la anáfora es una figura retórica estrictamente literaria, podríamos decir que esta muestra pictórica podría ser una anáfora sobre la esencia del Día de Muertos.
Su variada paleta de colores proyecta un lenguaje emocional, estilo personal, a veces puede ser esquemática, sinóptica. Se adentra en el viaje al más allá, es una expedición a las raíces de esta civilización.
En este contexto caminan con pasos paralelos, divergentes, donde se adentran y cruzan tantos destinos diferentes, que cincelan la parte más humana, esquiva, dentada y fugaz de lo que la vida ha hecho de nosotros. Es un fin en sí mismo, promesa de resurgimiento y afirmación de la vida.
Son cuadros despojados de prejuicios, exploran desde el núcleo de la muerte hasta vaciarla, miden la ausencia y la honda expresión de esta celebración.
Son un diálogo entre la autora y la obra, y del que ella hace un motivo de su propia existencia.
En algunos de ellos he creído apreciar reminiscencias de Cizza Israel Bernal y de Peter Buggenhout.
Lucila y Pilar ante un tríptico.
Quise experimentar, cerré los ojos y me coloqué frente a algunos de estos cuadros, creí estar en la sala 55 A del Museo del Prado. Noté contundentemente la presencia de Tánatos, Imaginé que estaba inmersa en la obra cumbre de Pieter Brueghel el Viejo: El triunfo de la muerte. Seguí fantaseando y reparé en Joachim Patinir, me vi a bordo de la barca de Caronte atravesando la Laguna Estigia.
Con la idea de unir y fortalecer las tradiciones mexicanas, el ayuntamiento de Tampico ha realizado en la Laguna del Carpintero una magnífica exhibición de altares flotantes, conjunción de colorido y luz para promocionar la ciudad. Magdalena Peraza, la alcaldesa subió a bordo de una barca en el muelle de la escuela mercante para acompañar a la comitiva que la formaban más de una decena de altares flotantes. El muelle fue la velaria principal de esta ruta, al final se pudo disfrutar de juegos artificiales.
En referencia a los elementos que se han ido incorporando a los rituales: » Las cruces que son representaciones del catolicismo, o algunas bebidas que se añaden a la ofrenda para los muertos, bebidas destiladas que no existían antes. Como tampoco lo que es hoy muy tradicional, el pan de muerto, ya que entonces no existía la harina». (Extractado del libro: «La fiesta de la Muerte». Del historiador: Héctor Zarauz).
Las hojas de plátano son el adorno principal en los altares en la Península de Yucatán, aquí se celebra el Hanal Pixan. Y en la Huazteca la fiesta de Xantolo, el significado de este término es: «Fiesta de las ánimas». Se conmemora en la región de La Huasteca. Cantos, oraciones, repique de campanas, sonido de cohetes y las vinuetes: danza tradicional que se ejecuta con disfraces y máscaras de demonios, carabelas, etc, este es el ambiente que la caracteriza.
En la Península de Yucatán se festeja el Hanal Pixán, en lengua maya: Hanal (comida) pixán (Alma que da vida al cuerpo), «Comida de las almas». El componente más peculiar de esta efeméride es el Mukbil pollo o pib, en lengua maya significa: enterado, es un pastel de maíz o tamal, relleno con variadas especias y guisos de carne combinado con un denso caldo de maíz, todo esto es cocido en un orificio dentro de la tierra.
Esta celebración trasciende fronteras.
Con motivo de dar a conocer más aún las tradiciones y cultura mexicana y en particular el Día de Muertos, la Universidad de La Laguna, el Ayuntamiento, por medio del Vicerrectorado de Cultura y Participación Social y en contribución con el Consulado Honorífico en Tenerife han colocado un altar en la calle Viana 54 para ofrendar especialmente a dos personas de la cultura mexicana: Armando Manzanero y Frida Khalo.
La Casa de México en España está en Madrid en el barrio de Chamberí, como cada año, este también, ha celebrado el Día de Muertos. (FCME) Fundación Casa de México en España le ha dedicado este año el altar de muertos a Frida Khalo, artista más relevante del siglo. «Alas para volar» es el título de la exposición para homenajear a la pintora, consta de 91 fotografías y 31 obras originales de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, casi todo elaborado por los artesanos mexicanos de Tepoztlán. Algunos de los elementos más vistosos han sido: figuras de hojalata repujado, varios alebrijes, piezas de cartonería y 20 mil flores de papel. Ha estado apoyada en todo momento por el Museo Dolores Olmedo.
El exterior de la casa estaba decorada con todos símbolos propios, destacando en la esquina una catrina gigante.
Para conocer en profundidad la terminología lingüística perteneciente a esta celebración es importante consultar el Gran Diccionario Náhuatl. También leer al historiador Alejandro Rosas. O consultar en (Inpi): Instituto Nacional de los Pueblos Indígena, de México.
Agradecer al personal del Real Círculo de la Amistad que en todo momento estuvo solícito para conseguir el buen desarrollo del acto. A don Nicolás, a Roberto, Juan Antonio y a Pepe Cañadilla, fotógrafo oficial de esta institución, que con sensibilidad supo captar todos los detalles y momentos, realizando un magnífico reportaje fotográfico.
«Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.» (Platón).
Autor
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Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.