21/11/2024 11:38

Estamos en pleno agosto y una buena parte de las ciudades españolas se prepararon para afrontar, un año más, la presencia masiva de forasteros ávidos de encontrar en ellas un tiempo de merecido descanso.

Aspecto de algunos contenedores del Paseo Marítimo

La Coruña, fue siempre una ciudad turística capaz de mudar su aspecto cada vez que el verano llama a sus puertas con el fin de ponerse guapa para ofrecer la mejor imagen a todos los que nos visitan. Una ciudad amable y acogedora en la que, como decía su viejo eslogan, “nadie es forastero”.

Así hemos sido hasta aquel fatídico mayo de 2015 en el que, tras engañar con carantoñas y vanas promesas a muchos de los coruñeses, la malvada marea, la marca blanca de la miserable “podemía”, inundó la ciudad como un tsunami de pestilente agua sucia.

Desde aquel momento, todo comenzó a cambiar en La Coruña. Dejaron de acometerse obras de importancia; dejaron de concederse licencias; la suciedad comenzó a enseñorearse de la ciudad; dejaron de usarse pesticidas y plaguicidas; las ratas y las cucarachas comenzaron a invadirlo todo; las fiestas se tornaron en una caricatura de lo que eran donde tan solo tenían cabida los amigos y correligionarios; el turismo pasó a ser de mochila en lugar de ese que produce riqueza merced al dinero que deja a su paso; las puestas en escena municipales, aquellas que nos distinguían por su clase y elegancia, pasaron a ser tan solo un recuerdo de tiempos mejores y el más feroz de los sectarismos se convirtió en la norma política de aquella caterva de indocumentados.

La ciudad se paralizó lo que sirvió para que otras de su entorno nos superasen con creces dejándonos hundidos en la más absoluta mediocridad y La Coruña dejó de ser lo que había sido, una ciudad de esplendor, para convertirse en un burdo remedo.

El Ayuntamiento comenzó a exigir para todo y en exclusividad el uso del gallego, arrinconando el español, convirtiéndolo en una lengua subsidiaria pese a que aquellos malnacidos podemitas era el único idioma que hablaban en sus relaciones personales.

En 2019 comenzó el desalojo de la marea de los puestos de gobierno, siendo sustituida por los socialistas con la alcaldesita “choqueira” a la cabeza, secundada por una colección de ineptos e ineptas que, aun actualmente, forman el llamado gobierno municipal y que, desde entonces, han seguido al pie de la letra los mandatos de los que los precedieron.

Panel explicativo de la iglesia de Santiago

La Coruña sigue igual de sucia y abandonada, no hay más que ver cómo se encuentran los lugares próximos a los contenedores de basuras atestados de porquería e inmundicia ya que nadie los recoge. Las únicas obras que se han acometido han sido las derivadas de esa obsesión de la alcaldesita de crear una red de carriles bici por los que no circula nadie, a costa de plazas de aparcamientos y de hacer más inviable el tránsito de vehículos por las calles de la ciudad, dando fiel cumplimiento a los mandatos de esa perniciosa agenda 2030 tan defendida por el partido al que representa esta inepta señora.

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La otrora elegante calle Real, arteria por la que paseábamos coruñeses y forasteros, se ha convertido, desde 2015 en un auténtico mercadillo ambulante, con vendedores de falsificaciones sentados en el suelo ofreciendo su mercancía sin que nadie tome la mínima medida correctora.

Una de las últimas ocurrencias de esta individua, un auténtico cáncer para La Coruña, fue colocar cerca de algunos monumentos de la Ciudad Vieja unos paneles explicando su origen y estilo arquitectónico, pues bien, todos ellos están escritos, en exclusividad, en gallego sin que lenguas como el español, que hablan la mayoría de los que nos visitan, o el inglés, conocido por gran número de los cruceristas que recalan en nuestro puerto, tengan cabida. ¿Para quién están confeccionados esos paneles?, ¿sólo para los que conocemos el gallego?, ¿sólo para los que vivimos en La Coruña?, ¿ qué sentido tiene esto en una ciudad que pretende convertirse en un destino turístico?

La Coruña no tiene siquiera un Gerente de Turismo, un técnico que sepa vender la ciudad allá donde sea. Lo tuvo; sin embargo, la alcaldesita “choqueira” le colocó por encima a un amiguete lo que provocó su dimisión y, desde entonces, nadie que sepa lo básico sobre este asunto ha ocupado su puesto.

Lamentablemente, hemos perdido aquella perspectiva de ciudad que tuvimos en otro tiempo y si todavía mantenemos corrientes turísticas que nos visitan, obedece más a la benignidad del clima que a los atractivos, cada vez menos, que puede ofrecerles la urbe.

Vivimos en una ciudad que ha perdido el norte, una ciudad que no sabe a donde va, gobernada por una colección de incompetentes, a cada cual más burdo y mediocre, empezando por quien dirige el rumbo de la urbe que sólo sabe dónde tiene la mano izquierda, cegada por el sectarismo y el revanchismo más innoble.

José Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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