La xenofobia de Junts. Por Luis Losada Pescador

Los de Puigdemont, encantados de poder expulsar a los multirreincidentes y de vetar los cupos de Sánchez

El acuerdo in extremis por el que el gobierno logró el apoyo de sus decretos anticrisis ha despertado un verdadero terremoto político. Los mismos diputados socialistas están inquietos porque la cesión es tanta que ya no queda margen para casi nada más: nos hemos comido media legislatura, dicen.

Pero también ha despertado mucha inquietud entre los responsables de inmigración de la policía nacional y los sindicatos policiales. ¿Ahora dejarán de tener competencias en inmigración en Cataluña?, ¿serán las autoridades catalanas las que decidan si aceptan o no los cupos de ilegales de Canarias?, ¿la Generalitat podrá vetar a los hispanos enviados por Estados Unidos tras el acuerdo con España?

¿Están los Mossos preparados para esta responsabilidad? Los mismos Mossos dicen abiertamente que es una «barbaridad». Porque si el gobierno cumple con su compromiso -cuestión que está en duda- la Generalitat tendría competencias de permisos de residencia y para la expulsión de reincidente. Es duda porque Marlaska ya les ha dicho a los sindicatos policiales y a los responsables policiales de inmigración que no cumplirán. Además, aunque Junts ‘vende’ el acuerdo con el gobierno ni el PSOE ni Moncloa confirman ni desmienten. ¿A quién mienten, a Puigdemont o a la policía?

Los de Junts se ufanan de haber arrancado del gobierno el «acompañamiento lingüístico», los permisos de residencia y la expulsión de los multirreincidentes. Desde ERC les tachan de «xenófobos’. Junqueras dice que el discurso de Junts es de extrema derecha. El caos es completo: del gobierno con la oposición, de los separatistas entre ellos y entre los mismos socialistas.

En el PSOE cunde la especie de que Sánchez podría fugarse para asumir la presidencia del Consejo de Europa. Es duda después de tachar de «nazi» a Manfred Weber. Pero la tensión interna está ahí. Se suma a la tensión del PSOE con Sumar; acusan a ‘Yoli’ de no controlar a Podemos. El ninguneo excesivo ha despertado a la bestia que quede. El ‘divorcio’ entre Sumar y Podemos parece irremediable.

Feijóo recupera el pulso y tacha el acuerdo con Junts de «extorsión» después de su ‘pájara’ de afirmar que de haber sabido que la política era esto, no se hubiera dedicado a la política. Se pueden hacer las cosas mal, muy mal o como Sánchez.

El anzuelo del pescador

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