Madrid declara Bien de Interés Cultural la Cartuja de Talamanca de Jarama

La Cartuja consta de un conjunto de inmuebles típicos de las explotaciones agropecuarias del siglo XVI pertenecientes a los monjes. Su importancia se apoya, por una parte, en haber conservado materiales, sistemas y técnicas constructivas de los siglos XVI al XVIII y, por otra, en reflejar la organización económica de las cartujas, eminentemente agraria, basada en el cultivo de los campos y en la ganadería, donde los excedentes se utilizaban como instrumento de cambio para adquirir otros productos.

La bodega, el edificio principal con su claustro, la capilla y la zona de establos, lagar y edificaciones anexas constituyen un conjunto único en la Comunidad de Madrid. También se mantienen las áreas donde se encontraban las habitaciones para los religiosos, graneros, bodegas, cocinas, cuevas, caballerizas, corrales y establos para alojar los rebaños trashumantes propiedad de la orden cartuja que se trasladaban por la meseta castellana.

Los edificios están construidos en ladrillo a dos alturas, con estructura de madera y cubiertas de teja, en torno a un patio en forma de L. Destaca, asimismo, el valor paisajístico, dentro del conjunto histórico de Talamanca, en el que comparte protagonismo con el ábside de los Milagros, la Iglesia de San Juan Bautista o la propia bodega del Arrabal.

La Cartuja mantiene también un elevado valor como objeto de investigaciones científicas en materia de arquitectura y arqueología que permiten reconstruir el tipo de vegetación y las actividades agrícolas que se desarrollaban en su interior.

Esta protección se suma a otras actuaciones realizadas por la Comunidad de Madrid, como el contrato de obras para la restauración de cubiertas y fachadas del cuerpo central de la Capilla de la Cartuja, que está tramitando y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 589.993,04 euros. Las obras están financiadas con los Fondos Europeos Next Generation y se ejecutarán durante 2023.