08/05/2024 06:10
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Que el aborto es un derecho de la mujer es una falacia y una gran y diabólica mentira. Que la mujer puede decidir sobre asuntos implícitos en su anatomía es un asunto que tiene su límite en el derecho de un ser humano que habita durante un tiempo determinado en su seno para pasado ese tiempo conformarse como lo que fue desde el primer momento de la concepción, un ser humano. Negar esto es ir contra el concepto base de la ciencia, la moral y la lógica.

         En España el crimen del aborto se legalizó hace demasiado tiempo ya. Demasiados niños despedazados sin ninguna reacción por parte de los gobiernos que hemos padecido desde la muerte del Caudillo y digo  de ninguno porque tampoco los cobardes del PP se han atrevido a terminar con este crimen continuado. No veo solución a este disparate criminal que ha calado sin ninguna reacción en esta nuestra sociedad vacía de moral y dopada con redes sociales, móviles y todo ese veneno globalista que llaman nuevas tecnologías. Estamos viviendo la decadencia del ser humano. Nos imponen formas de vida desde mentiras programadas por unas minorías elitistas que mueven los hilos de una estrategia demoledora. Quieren matar el concepto de Dios y ese deseo de muerte, a mi juicio, ha sido el punto de arranque de toda esta locura que nos invade cada día más. 

         La última ocurrencia de esta izquierda guerracivilista que soportamos gracias a millones de votos de esta sociedad malsana, todo hay que decirlo, es castigar con penas de cárcel a esas asociaciones provida que situadas en las inmediaciones de las clínicas abortivas intentan informar de que hay otras posibilidades de poder tener a su hijo a las jóvenes que acuden a esos terribles sitios. Que ellos, siempre con su consentimiento les pueden llevar a otros centros y realizarlas una ecografía para que puedan ver con sus propios ojos a sus hijos y lo que es muy impactante y que además en la mayoría de las ocasiones es definitivo para tomar la decisión de continuar con su embarazo, oír el latido de su corazón. Este gobierno de criminales quiere que las asociaciones que se pongan a informar, incluso a rezar, en las puertas de estos morideros subvencionados por ellos con nuestros impuestos generando grandes beneficios económicos vayan a la cárcel. Los que pactan con comunistas golpistas y etarras quieren meter entre rejas a lo poco que nos queda de sociedad civil con fundamentos morales y religiosos. 

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         Cuando esta gentuza ya hace muchos años decidió ir eliminando cruces y símbolos religiosos de nuestra sociedad empezó el declive de todo. Se empezó a dirigir a la sociedad poco a poco adonde estamos ahora, un mundo en donde el hombre desconcertado y vacío es capaz de asesinar a seres indefensos con el consentimiento en muchos casos por falta de información y ayuda de la propia madre. Es un mundo sin trascendencia y perdido. Un mundo que puede caer en cualquier abismo para no poder salir nunca a consecuencia del resultado nefasto de sus terribles acciones.

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.