22/11/2024 13:31
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De vez en cuando, igual que en esta falsa pandemia, ponen negro sobre blanco las cosas. Ejército del aire yanqui, documento decisivo. Weather as a Force Multiplier: Owning the Weather in 2025 (El clima como multiplicador de Fuerza: Poseyendo el clima para 2025). Un informe que explora teóricamente ciertas posibilidades de la meteorología como recurso militar.

Más informes y el turbio Proyecto HAARP

Aunque en 1996 admitían algunas» limitaciones técnicas» para alterar significativa y crucialmente el clima, se citan varios ejemplos de modificación —creación de tiempo atmosférico «a la carta», modificación del clima a gran escala, creación y/o control (o “manejo”) de tormentas severas…— que fueron investigados como parte de este estudio.

Es más, no se trata del primer documento de este tipo, sino que el citado vino a actualizar SpaceCast 2020 ( otra vez la cifra de marras en un informe militar, curioso), un informe de los milicos del aire yanquis, 1993, más centrado en la identificación y desarrollo conceptual de tecnologías espaciales para la defensa en el siglo XXI, incluyendo la detección y rechazo de asteroides ( otra vez, asunto muy curioso), y dedicando unas decisivas líneas a la modificación climática como recurso de defensa.

Y por supuesto, el Proyecto HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program)  y la manipulación de los campos electromagnéticos terrestres, interfiriendo en la conocida Resonancia Shuman de 7,83 Hz que al ser la misma frecuencia a la que funciona el hipotálamo está afectando negativamente en la salud mental de muchas personas. El alzheimer cada día más extendido, ¿casualidad? Una práctica aberrante con la que va quedando cada día más patente el uso de la manipulación climática como arma de guerra bajo el tosco y patético disfraz de la geoingeniería.

Monsanto no puede faltar

Dispersión masiva y continuada de metales en la atmósfera que pretende presentarse como la inevitable y necesaria creación de un filtro solar global que palie el calentamiento global. Patraña, diga patraña. Patraña militar. En realidad se oculta  la idea de aumentar la conductividad de los pulsos electromagnéticos con los que esa gente trabaja para controlar y vigilar las comunicaciones. Y Monsanto/Bayer, cómo no, no podía faltar. El perejil de todas las atroces salsas (químicas), participando entusiastas en todos los programas de geoingeniería.

Otro vez el truqui de las élites asesinas. Serios problemas que ellos mismos generan deliberadamente. Y te ofrezco, tachán, la solución. Semillas transgénicas, acertaron.  Resistentes al aluminio, al estrés hídrico y a los rayos ultravioleta. La vil muchachada de Monsanto/Bayer prepara árboles transgénicos que no alberguen vida en ellos. Incluso, en su día, exhibiendo abejas-robot polinizadoras que vayan “sustituyando” a las naturales que ellos mismos están haciendo desaparecer.

Lo llaman seguridad nacional, échense unas risas

Todo formará parte de la política de seguridad nacional con aplicaciones domésticas e internacionales. Nuestro gobierno seguirá esa política a varios niveles en función de sus intereses. Niveles que incluirían acciones unilaterales, participación en un marco de seguridad como la OTAN, en el marco de la afiliación a organismos internacionales como la ONU o actuando en coalición. Considerando que en 2025 nuestra estrategia nacional de seguridad incluirá la modificación climática, su utilización en la estrategia militar nacional será algo natural. Además de los grandes beneficios que esta capacidad operativa aportaría otra motivación adicional para la modificación climática es controlar y derrotar a posibles “enemigos”.

¿Sigue sin estar claro? Reconocido por ellos. Gracias, milicos, pero no hacía falta. Ya os descubrimos hace tiempo. El paso de los años ha demostrado que la estrategia de poderío para imponer al mundo el control del clima se ha hecho realidad al pie de la letra. En Europa las labores de fumigación se ejecutan hoy bajo el control de la terrorista Otan. Y nuestro ejército español, fiel esclavo de dicha organización terrorista, vanguardia criminal. Y los principales vendedores de humo (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, IPCC) del inexistente cambio climático, legitimando la fumigación. El salvaje atentado poblacional, mejor expresado.

Cuesta admitir semejante locura

Las élites criminales, callan. Y la plebe te llama loco, jamás podría admitir semejante locura. Semejante verdad. Y dolorosa verdad. Somos sus cucarachas. Aniquilan nuestra salud, nos esterilizan, destruyen nuestros cerebros. Incalculable coste en daños medioambientales y vidas humanas. Eso sí, calláis muy bien ciertas bocas. un buen talonario y a correr, silenciando a quienes valoran más el parné que la verdad, la libertad, la salud, la dignidad o el mínimo decoro de poder mirarte todos los días al espejo sin que se te caiga la cara de vergüenza. O de asco.

En España, más silencio que en ningún sitio. El estupendísimo negocio del «cambio climático”. Crece como las setas. Nadie asume nada, todos callan.  Se violan nuestros más elementales derechos – salud, seguridad y vida, preferentemente- y se hizo el silencio. Militares, directamente culpables. Y, también, culpable complicidad de unos gobiernos que niegan las evidencias de lo que está ocurriendo. ¿Nadie está razonable y mínimamente interesado en conocer los variados proyectos de investigación militar? Nuestro derecho. Y, sobre todo, nuestro deber.

Matar y enfermar y esterilizar a tu población sale gratis

Matar y enfermar y esterilizar a tu población sale gratis, parece. Eso sí, se dedican con ahínco a llamar magufo a quien te recuerda tu infame crimen. La chusma, nos lo recordó Kubrick, los ojos cerrados. Extremadamente. El problema es que a la gente le cuesta aceptar que sus gobernantes puedan tomar decisiones que atenten contra la vida misma de la población. Y gélidos datos evidencian que así sucede desde hace algunos cuantos y largos lustros. Nuestros gobernantes con sus falsas banderas, por ejemplo terroristas, nos asesinan deliberadamente. Somos sus ratas de laboratorio. Atentados terroristas. O armas químicas y biológicas contra su población. O experimentación radiactiva nuclear. Cuando se desclasifica algún documento militar, astuta y torticeramente filtrado, se constata lo sabido, previamente intuido. Nos debilitan. Nos esterilizan. Nos exterminan.

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Terrorismo medioambiental. Contra flora, fauna y seres humanos. Y ahora que la vaina está de moda. Si la «salud» les preocupa tanto, incluso con imaginarios virus, espectrales dolencias derivadas de éstos y falsas pandemias, una duda. Bien jurídico en peligro y de especial protección, dicen, incluso con la inventada covid-19, toc toc. Fiscales y  jueces. ¿Algo qué decir? Y mafia médica, otra vez toc toc.  ¿Algo que decir ante el terrorífico genocidio que te he estado relatando y que es verdad, al contrario que tus fantasiosas pandemias? ¿Algo que decir, matasanos? Pues claro, enmudeceréis cual cachazuda buscona. ¿Alguien lo dudaba? En fin.

Coda sobre tontos con chatarra en la pechera

Tuvimos que padecer durante los primeros meses del inicuo secuestro domiciliario, las tediosas gansadas del siniestro Jemad (Jefe de Estado Mayor de la Defensa), el general Miguel Ángel Villarroya. Remembranzas indelebles. Negó, allá por abril, «rotundamente», que vayan a hacerse fumigaciones por vía aérea. Vaya, vaya, embustero de manual. Hábiles, Boe mediante, las fumigadas, de facto a iure. Legalizasteis, a porta gayola, el horror fumigador. El gobierno lo ejecutó, los jueces lo consintieron, los mass-mierda callaron.

Y mi más cariñoso recuerdo al infausto y “poco cabal” Villarroya con esta prodigiosa canción de Lolita Garrido. Por vacilón. Por vacilarnos. Tonto con enfático acento fónico – tilde, si se pudiera – en la ene. Tonto…y no hay nada que hacer. En fin.

 

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.