Lo del cobarde delincuente Puigdemont ha sido auténticamente vergonzoso, poniendo de manifiesto, una vez más, el nivel de degradación y la galopante corrupción por la que atraviesa esta España gobernada por los socialistas.
El otro día, nos hemos convertido en el hazmerreír del mundo entero, en especial de nuestros “socios” de la Comunidad Europea que, por cierto, en toda esta trama del catalufo traidor han mirado siempre de soslayo, dejándolo campar a sus anchas por diferentes países de la CEE sin que la orden internacional de busca y captura, dictada contra ese delincuente, tuviese valor alguno.
Es difícil comprender cómo es posible que un delincuente, buscado internacionalmente, pueda cruzar nuestra frontera en la fecha y hora por él mismo señalada para presentarse, impunemente, en Barcelona, recorrer sus calles con absoluta tranquilidad y para más inri ofrecer un discursito ante varios de sus esbirros a plena luz de día, en mitad de la calle, con un escenario montado al efecto, sin que tal cosa provocase siquiera un intento de detención.
Hemos oído que los Mozos de Escuadra, un cuerpo de lealtad probada a sus amos los catalufos, habían activado una “operación jaula”, suponemos que la “jaula del grillo”, en la que participaron un total de 4.500 efectivos para proceder a la detención del fugado; sin embargo, pese a las grandes molestias causadas a la ciudadanía con controles interminables y toda la parafernalia montada al efecto de nada sirvió y no porque el prófugo delincuente se ocultase, antes bien, todo lo contrario, al participar en un acto público conocido al menos por los que asistieron a él, lo que se llama un secreto a voces.
No hay duda de que existieron connivencias de toda índole que permitieron que el mundo entero se riese de nosotros y que la credibilidad y solvencia de España quedasen en entredicho y de manera especial la de las fuerzas y cuerpos de seguridad y los servicios de inteligencia.
¿Cómo es posible que no se logre detener un delincuente, buscado internacionalmente, que hace público su inminente presencia en una ciudad, para asistir a un acto público, indicando fecha y hora y encima que tal comparecencia sea retransmitida por televisión? Pues esto fue, exactamente, lo que sucedió ayer.
Cualquiera que tuviese la mínima voluntad de detener a este delincuente trataría de “marcarlo” desde el lugar mismo donde se encontrase oculto antes de emprender viaje a España y, una vez atravesada la frontera, procedería a su inmediata detención empleando, para ello, cuantos recursos, tanto humanos como materiales, fuesen necesarios.
Por supuesto, tal cosa no se hizo, pero ni siquiera se siguió la pista dejada tras de sí por el montaje de la infraestructura necesaria, por mínima que fuese, para celebrar el acto público al que asistió, lo que exigió, cuando menos, el correspondiente permiso municipal de ocupación de vía pública lo que serviría para alertar a las fuerzas del orden, al menos hacerla sospechar. Claro que no debemos perder de vista en que manos está el Ayuntamiento de Barcelona, convertido, de alguna manera, en cooperador necesario, por acción u omisión, en esta trama.
De igual modo, esos 4.500 Mozos de Escuadra participantes en la “operación jaula… de grillo” deberían alertarse por la presencia, en un lugar público de la Ciudad condal, de varios cientos de independentistas provistos de toda su parafernalia, lo que en buena lógica despertaría sospechas suficientes para, por lo menos, activar un dispositivo en las inmediaciones del lugar, tratando de detectar de que se trataba la concentración y mucho más si se tenía constancia de la fecha y hora de llegada del delincuente a Barcelona.
Por todo ello, es fácil colegir que todo se trató de un montaje perfectamente orquestado que exige la depuración de las correspondientes responsabilidades ya que no solo se han mofado de la Justicia, sino también de la totalidad de los españoles.
De todas formas, no debemos pasar por alto, a la hora de dirimir responsabilidades, el artículo 97 de la vigente Constitución que señala: “El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes”.
Por lo tanto, aquí no caben excusas ni cargar la responsabilidad de lo sucedido tan solo en la Generalidad de Cataluña ya que la política interior en todo el territorio nacional, Cataluña incluida, es competencia exclusiva del Gobierno y mucho más cuando, de todos es conocida, la actitud del gobierno separatista catalán que sabíamos iba a poner todo tipo de trabas a la detención de este bellaco cobarde y delincuente.
Está claro que todo esto tiene mucho que ver con esos siete votos tan necesarios para mantener a los sociatas, con el sátrapa a la cabeza, en el poder al precio que sea, hasta el punto de permitirse el lujo de saltarse todo tipo de normas y hacerlo con total impunidad, al estar convencidos de que están por encima de la Ley.
España ha quedado ante el mundo en el más absoluto de los ridículos y eso se lo debemos no solo a los subsidiados de la bancada socialista, sino también a todos aquellos que, hagan lo que hagan, los van a seguir votando, muchos de ellos vecinos nuestros que saludamos a diario. Así nos va.
Alguien tendrá que responder por el desafuero cometido que ha puesto en entredicho todo el sistema, democracia incluida, y de manera especial al pueblo español al demostrar que nos falta siquiera la capacidad para poder detener a un delincuente internacional que, con antelación, anuncia fecha, lugar y hora donde va a reunirse con los elementos de su banda y nadie es capaz de proceder a su inmediata detención.
Esperamos, aunque no confiamos en ello, que todo este contubernio produzca, al menos, alguna dimisión ya que de no ser así todos son cómplices de este lamentable hecho.
Eugenio Fernández Barallobre
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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Estamos en manos de delincuentes y perro no come perro…. Así que impunidad y los Ciudadanos decentes a soportar lo que venga
Nadie dimitirá. Aquí no dimite nadie. Incluso veo factible que aún iniciado un procedimiento judicial contra consellers o ministros no se autorizen los supkicatorios y se archive todo.