Marlaska a las órdenes directas de la corrupción de Sánchez en la detención de Nacho Cano

La fullera detención del compositor y productor Nacho Cano, con los medios del prostíbulo periodístico al corriente de la estrategia, se consumó cuando se supo que la UCO recabaría información de David Azagra, hermano corrupto del mayor corrupto monclovita, tomándola de la Diputación de Badajoz. Fuentes policiales han afirmado que lo uno iba en función de lo otro con el objetivo de cambiar los titulares del escándalo. El putiferio untado de los medios de intoxicación actuó para crear una cortina de humo que desviara la atención de la putrefacta condición familiar que Sánchez encabeza apestando a él mismo. Nacho Cano lo desveló al igual que Isabel Díaz Ayuso sabiendo toda España de los acostumbrados movimientos de la cosa nostra con sello presidencial. Al tanto de la operación estaba Marlaska, el mamporrero ministerial de Ferraz que actúa como un apéndice de tintes mafiosos, denunciados hasta por la propia Policía. Basta encontrar elementos sin escrúpulos para trepar sibilinamente a las órdenes de la malignidad que conoce toda España y que encarna de manera nauseabunda el mercenario ministerial. Siempre habrá vendidos de uniforme para ensuciarlo del mismo modo que Conde Pumpido lo hace con las togas.

La condición degenerada de Marlaska no hay que buscarla más allá de su retorcida forma de ser y la hipocresía inmoral con la que se conduce convirtiendo su anterior profesión como juez, antes de salir del armario del fullerismo político, en un vestigio instrumental y meramente oportunista que le dio acceso al comisariado fascista, el verdaderamente fascista, con el más miserable de los amos que supo bien a quién le ponía el collar sabiendo de la lealtad desmesurada del traidor a sí mismo; traición si es que alguna dignidad tuvo el vergonzoso elemento que encarna el mal más taimado y rencoroso del revanchismo socialcomunista.

Detrás de esa apariencia sosegada bulle el pálpito de un retorcido espíritu complejo, doliente de sí mismo y sádico con las decisiones de juego sucio que no duda en desempeñar untado de egocentrismo enfermo, amoralidad manifiesta y una rutinaria capacidad de maldad hilada a sus complejos más inconfesables y debilidades de las que se repone ejerciendo de cancerbero para el averno de corrupción monclovita del que cuida como perro fiel, junto a otros agradecidos de la manada carroñera dispuesta a defender el pedazo de carnaza que lance el corrupto presidencial. No es casualidad que la sombra de la sospecha y hasta pruebas remitidas a los juzgados den cuenta del pájaro que presuntamente se procura el alpiste en paraísos fiscales donde celebrar por todo lo alto su particular orgullo gay. Desde hace mucho tiempo la mafia social comunista está de celebración multimillonaria a costa de los recursos del Estado permanentemente saqueados, y de ahí deviene la hostilidad contra todo aquel que pertenece a la sociedad normalizada que vivimos en defectuosa pero consensuada democracia durante más de cuatro décadas, antes de que estos delincuentes políticos llegaran para violentar las aguas de la convivencia con el fin de pescar a río devuelto. De ahí la porfía de este individuo de bajos instintos y falto de conciencia o decencia personal para ejercer de mafioso ministerial y conformar una represión cuyo objetivo principal es encubrir los delitos de su jefe.

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Los medios de prostitución untados por el capo sanchista arguyen que se habían denegado los permisos a los participantes del musical, lo que hace sospechar que la jugada viene desde lejos con premeditación y alevosía cuando se intentó sabotear la producción. La máquina del fango sanchista no es inteligente pero sí muy sucia y procura coordinarse del mismo modo que lo procuraría cualquier activismo criminal represaliando a cuantos puedan denunciarlo. Una muestra chapucera, ridícula pero torticera y guarra , como lo son todos los que se afilian al estupro del Estado de derecho, es lo sucedido con el juez Juan Carlos Peinado a quien pretendieron dejar en evidencia cuando no se le comunicó que el empresario y testigo de la corrupción infame de Begoña Gómez, ergo de Pedro Sánchez, Barrabés, había sido dado de alta en el hospital. Poco antes se había emitido un auto de apercibimiento que advertía a la imputada sobre su posible detención en caso de no estar presente durante la declaración del empresario. Afortunadamente, esta maniobra propia de gentuza acostumbrada a la prostitución de la ley, no dio el resultado deseado al ser advertido el juez de que Barrabés no iba a estar presente en su declaración on line. Y desbaratada la jugada de estos estafadores esperpénticos y orgullosos de la treta, descubiertos en sus añagazas de estafadores, el elemento, inquilina de La Moncloa, la reina de Saba del negocio de la prostitución profesional con fondos ajenos, ¿pide una rectificación del juez Peinado sobre el auto de su detención en caso de no acudir a la declaración de Barrabés? Lo único que tapa las vergüenzas de estos mediocres es el dinero con que se cubren millonariamente, robando a destajo con la aquiescencia del otro comisariado político, facilitado por el miserable de Feijóo, el Tribunal Constitucional en las garras de Sánchez.

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El patético encadenamiento de triquiñuelas, el pulso a la Justicia constante sin prescindir de las ínfulas de superioridad, como si los corruptos con ciertos apellidos o que forman parte de un partido político estuvieran por encima de la ley, ratifica la culpabilidad de los sospechosos y la lógica judicial que debería llevarles a la cárcel. Si no se defienden en los tribunales del supuesto fango inventado por el estafador monclovita, es porque no hay justificación posible a la cadena de delitos que además, seguramente, sean sólo un atisbo de un grueso nuclear criminal todavía no descubierto. De ahí el ataque a los ciudadanos honrados como Nacho Cano o Isabel Díaz y la descalificación al normal funcionamiento de una Justicia imparcial. Estamos rodeados carroña sectaria pero el pulso por la democracia sigue adelante cuando están obligados a disimular el respeto por las aparentes reglas del juego, para no quedar en evidencia totalitaria en este escaparate descomunal de vergüenzas del PSOE contempladas por el mundo entero.

La actividad delictiva debe ser normalizada y por ello se busca el indulto generalizado de los ERE. Será que es tanta la evidencia que podría mandar a la cárcel a tantos que hasta Pedro Sánchez está buscando su propia exoneración. En este laberinto, ni Conde Pumpido, el ensuciador de la dignidad personal y de la toga profesional, lo salva. Todo ha de saberse y Nacho Cano va a responder con la ley en la mano sobre lo que denuncia como corrupción policial que le preparó una burda trampa, denunciada también por los supuestos perjudicados que han sido presionados en comisaría.

El pulso por la libertad sigue firme e inevitable.