Ni Europa ni los socialistas creen en Sánchez: Reconocer el chantaje de la amnistía y del mediador le está pasando factura. Por Luis Losada Pescador

«Hay que hacer de la necesidad, virtud», señaló Sánchez. Posteriormente añadió que la amnistía no estaba en sus planes. Y su mamporrero, Oscar Puente, era todavía más explícito: no lo hubiéramos hecho si no fuera necesario para la investidura. Su ‘rectificación’ afirmando que se había casado de penalti, no ayudó…

Sánchez se pasó de frenada. Pensó que no sólo podía reírse de España haciendo lo que antes de ayer era anatema, sino que encima pensó que podía reconocer el chantaje porque las tragaderas eran infinitas.

Y no lo son. No sólo por la perseverancia del movimiento de Ferraz, sino porque Sánchez ha pretendido llegar demasiado lejos en demasiado poco tiempo y sin disimular. Amnistiar a los que amenazaron la unidad nacional con una declaración unilateral de independencia y que además no sólo no se arrepienten sino que afirman que lo volverán a hacer, equivale a poner a la nación en manos de sus destructores, a los jueces en manos de los delincuentes y a Montesquieu con los profanadores de cadáveres.

Pero es que además, le suma la humillación de un relator internacional que resulta ser un salvadoreño supuestamente experto en bandas latinas. ¿De verdad que la relación entre el PSOE y Junts necesita un relator internacional?, ¿tan desleales son ambos?, ¿el futuro de la nación se negocia en Suiza con un salvadoreño de notario? Mucho.

Y por si fuera poco, el gobierno podría haberse comprometido a condonar la deuda catalana. O sea, que socializamos la mala gestión, las pseudo embajadas, la financiación de Waterloo y del resto de ensoñaciones. Lo lógico tras pedirles perdón…

Como lo del dinero enciende los ánimos, el gobierno ‘vende’ que luego será para todos la condonación de la deuda autonómica como un bien. ¡Qué genial es eso de que no haya que pagar las deudas! La realidad es que premiamos al derrochador y al mal gestor. Algo así como si en una comunidad de vecinos condonamos la deuda de los morosos repartiéndola entre todos. ¿Verdad que no suena tan bonito?

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Amnistía, relator y ‘españolización’ de la deuda catalana han encendido los ánimos incluso entre los votantes del PSOE. El argumentario no termina de calar. Tampoco cuela…

Así que Sánchez opta por prodigarse en entrevistas para aplacar los ánimos. Lo último: proyectar. Según él, el PP apoyaría la amnistía si no dependiera de Vox. Un ‘comodín’ un tanto gastado y estirado. ¿No será que el PSOE no promueve la amnistía si no dependiera de Junts? Lo del ‘penalti’ de Oscar Puente…

Tampoco Europa está tranquila. La quiebra de la separación de poderes y de la independencia del poder judicial ha encendido todas las alarmas tanto en el Parlamento como en la Comisión.

Sánchez cree haber nacido con una flor en el culo. Pero la legislatura parece haber nacido muerta. ¿Verdad Iglesias? Detrás de mí, el diluvio…

El anzuelo del pescador

El País se descuelga. Hasta el «independiente de la mañana» se descuelga con un editorial durísimo contra el gobierno por el nombramiento de Miguel Ángel Oliver, ex secretario de Estado de Comunicaciones como director de la agencia EFE. Afean la colonización de las instituciones. ¿Ahora?, ¿van en serio o es farol?

Oscar Puente, bloqueator. Tres incidencias, tres, en apenas 15 días en el Cercanías de Madrid. El responsable de Transportes de la Comunidad de Madrid, Borja Carabante, le pide explicaciones al ministro de Transportes y responsable de Renfe, Oscar Puente. El titular de la cartera bloquea a Carabante y a todo el que le afea la conducta. ¿Mala educación o autocracia? El muro…

Boicot a Madrid. Puente sugiere además que Ayuso está provocando el caos para echarle la culpa al gobierno nacional. ¿No es verdad que necesita un psicólogo de urgencia? Por su parte, Bolaños, el repelente niño Vicente, dice que el PP pensaba invertir «cero» en el Cercanías de Madrid. ¿Cero como la preocupación europea con la amnistía?

Autor

Luis Losada Pescador: Luis Losada es economista de formación y periodista de vocación. Fue director del Telediario de Intereconomía y subdirector de la Gaceta. Actualmente dirige su agencia de comunicación y es editor de campañas de CitizenGO en América Latina. Se define como hijo de Dios, amante de la libertad y escéptico del poder.

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