20/09/2024 11:41
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La Menestra de Educaficción y Deformación Profesional ha rebuznado y sentado cátedra, una vez más. ¡Ay, Celaá! ¿Cómo coño se pronunciará este apellido? No me suena raro, porque jamás he oído a nadie que lo pronuncie, simplemente me parece raro. Pero como a todo hay quien gane, sus hijas se apellidan Aspichueta Celaá. Raro al cuadrado. Pero que nadie se preocupe, porque a todas ellas sus paisanos vascongados les dicen: “maketa gogoan zaitez etxera”. Raro al cubo.

Transcribo el antepenúltimo rebuzno de esta mujer:

Acaba un segundo trimestre que nadie habría imaginado. Agradezco a los docentes su compromiso y dedicación y a las familias su esfuerzo y responsabilidad. Vienen ahora unos días de descanso escolar sin deberes. Nadie va a perder el curso por esta crisis. #EsteVirusLoParamosUnidos

Yo dejé de ser alumno público y pagador de abrumadoras tasas, por casi nulos servicios, en 2003. Como prueba tengo un diploma –firmado por el Emérito Italiano casado con una griega y ahora repudiado por su hijo y, supongo, su nuera experrodista republicana – que muestra la fecha de mi licenciatura en Ciencias Políticas y de la Administración del Estado (mucho nombre para una Carrera que tienen sacada hasta el Che pa Blemos y Orejón; y de la que ha sido docente hasta el mayor “trans” de España, y nuevo suegro del Che pa Blemos: Jorge Verstrynge. Tiene cojones también el apellido, que si no fuera suficiente oprobio para su hija, va el tío y le pone Lilith de nombre. Por cierto, el sufijo “trans” se aplica en este caso a transfuga, no a lo otro, que para esas cosas ya está el marido de Pedro Sandez, y no es bueno que haya dos gallos (disfrazados de gallina, encima) en un gallinero. El suegro del Che pa Blemos no puede hacer sombra a la primera dama.

En cualquier caso, el rebuzno de la Menestra ha estado al nivel que nos tienen acostumbrados todos sus compañeros de Gobierno, y fortalece aún más la ya de por sí férrea y vetusta idiosincrasia del PSOE, desde 1879 hasta una fecha que ni los biznietos de los nietos de los que leéis esto en 2020 podrán todavía escribir. Este partido es infinito, como la estupidez humana que lo sostiene. Sus desmanes se han normalizado tanto, que ahora toda una Menestra que vela por la educación nos dice que el alumnado no debe estudiar en estos “días de descanso escolar” (la Semana Santa no es el Ramadán, por eso no puede pronunciar esas 2 palabras… ¡anatema marxista!) y, lo que es peor todavía, que todos serán aprobados y pasarán de curso. ¡Ya imagino a los fabricantes de video-consolas borrachos perdidos y agotados de tanto brindar! .

En mis tiempos de estudiante pagador de tasas, la enseñanza pública era deficiente no, lo siguiente. Menos mal que ser autodidacta no estaba prohibido en esa etapa de mi vida. Pero lo que no solían hacer es aprobarnos por la cara y premiar el ausentismo de alumnado, docentes y familiares de los primeros menores de edad. Y eso es lo que está haciendo “la jefa de la docencia espenola”. ¿Para qué buscar fórmulas de educación alternativas a la falacia del congojavirus? ¡Si les ha venido como anillo al dedo! El Jefe de todos los espenoles es un doctor fraudulento. El líder de la oposición, licenciado fraudulento. El vicepresidente, licenciado por comunista, no por aprobar exámenes. Por cierto, Sandez es nuestro jefe, lo del Bribón felón, a la sazón hijo de ese cuya firma serigrafiada aparece en mi diploma de 300 pavazos, lo de ese Jefe del Estado tiene el mismo rigor que si yo digo que lo soy.

Tengo la estúpida licenciatura que os digo, más 4 años de Derecho y un mes –sí, un solo mes – de perrodismo. Y a clase fui lo justo y jamás tomé apuntes… cualquier buen alumno sabe que se puede aprobar estudiando de manera autodidacta, salvo –supongo – las ciencias que necesiten clases presenciales… pero yo soy de letras. Así que, todos las materias de letras… ¿no pueden ser examinadas ahora? ¿de verdad que no?. Claro, lo mejor es afianzar el analfabetismo, y el congojavirus les habilita para ello y mucho más. Fijaos que hasta nos han colado una brutal dictadura comunista, con un golpe de Estado enorme, al meter un estado de excepción camuflado de estado de alarma. ¡Y nos da igual! ¡Qué nadie –salvo un youtuber llamado Adriá (Libertad y lo que surja) – lo ha dicho a fecha de este artículo!

Triste panorama, mucho más que la visión de un trigal con 3 tristes tigres comiendo. Hemos pasado del ciudadano mal educado al docente mal educando. La ene que diferencia participio de gerundio es muy importante, y como no lleva virguilla de eñe… ni los partidos españolistas se han quejado de esto.

Termino con 2 anécdotas. La primera de Camilo José Cela (por reminiscencia del apellido de la Menestra). La anécdota apócrifa de cuando Cela fue senador y dijo: “ (…) no estoy dormido, estoy durmiendo; porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”. Esto demuestra la importancia de la palabra y de cómo se conjuguen los verbos. Y también demuestra que al paisanaje se le puede agasajar por doquier, pues Cela jamás dijo esto, sino que adaptó esta frase a su dormitar como senador, aludiendo sin citarlo al diputado decimonónico Antonio Ríos Rosas (actualmente más calle y metro de Madrid que personaje histórico), que dijo en el Congreso: “bebido y bebiendo”, en vez de la jodienda de don Camilo.

LEER MÁS:  Política o sainete. Por Ernesto Ladrón de Guevara

La segunda anécdota sí que es cierta, porque el protagonista soy yo. Facultad de derecho de la UCM, clase magistral de Derecho Civil II, en una aula casi magna (clase con graderío para 200 o más tipos, con un docente sentado ante un micrófono, leyendo sandeces). La docente de ese año lectivo estaba divagando con su karaoke, mientras yo reía junto a un compañero, casi en la cumbre de la montaña. Reíamos en voz baja, para no provocar un alud. Aún así, la indecente se percató de nuestras risas, como en el cine mudo: por nuestro lenguaje corporal. Y me interpeló:

– ¡A ver, usted que se lo está pasando tan bien! Conteste a la pregunta.

Cuando averigüé que se dirigía a mí, me repitió una pregunta que acababa de lanzar a todos los alpinistas, y cuya respuesta era maniquea: o sí o no. Yo desconocía la pregunta, pues no escucho a pregoneros. Aún así la conteste, pero no de palabra, sino con un gesto de brazo y mano indicando “no”. Desde su planicie no podía oírme si no gritaba.

– ¡O sea, que usted opina que no a… – dijo indignada citando la pregunta, que me aspen si recuerdo, pues ni la escuche en su momento, pero sé que la repitió. Sin duda la respuesta era sí.

– ¡NOOOOO! – grité para que me oyera – ¡qué no me lo estoy pasando tan bien!

Todos los alpinistas soltaron una tremenda y espontánea risa, al unísono, que no provocó un alud porque ese día no había nieve en el aula-montaña. Eran tiempos de ficha de alumnos, con foto… precisamente “para ficharnos”. La pregonera me cogió inquina y casi me expulsan de la Facultad de Derecho, al suspenderme 3 convocatorias seguidas de examen, y aprobar a la cuarta, que era la última o “game over”. Yo sabía mucho de derecho civil, sólo había que saberse al dedillo el Código Civil, no es tan difícil. Absurdo sí, pero no difícil. Menos mal que su inquina se apiadó de mí en el tiempo añadido de partido.

Por desgracia, la inquina de nuestros gobernantes desconoce piedad. ¿Qué les habremos hecho? Por lo menos yo, a esta indecente del karaoke la dejé en ridículo absoluto. Tenía sus motivos para destrozar mi vida… ¿qué motivos tienen nuestros gobernantes?

www.cesarbakken.net

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REDACCIÓN
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La Menestra de Educaficción y Deformación Profesional ha rebuznado y sentado cátedra, una vez más. ¡Ay, Celaá! ¿Cómo coño se pronunciará este apellido? No me suena raro, porque jamás he oído a nadie que lo pronuncie, simplemente me parece raro. Pero como a todo hay quien gane, sus hijas se apellidan Aspichueta Celaá. Raro al cuadrado. Pero que nadie se preocupe, porque a todas ellas sus paisanos vascongados les dicen: “maketa gogoan zaitez etxera”. Raro al cubo.

Transcribo el antepenúltimo rebuzno de esta mujer:

Acaba un segundo trimestre que nadie habría imaginado. Agradezco a los docentes su compromiso y dedicación y a las familias su esfuerzo y responsabilidad. Vienen ahora unos días de descanso escolar sin deberes. Nadie va a perder el curso por esta crisis. #EsteVirusLoParamosUnidos

Yo dejé de ser alumno público y pagador de abrumadoras tasas, por casi nulos servicios, en 2003. Como prueba tengo un diploma –firmado por el Emérito Italiano casado con una griega y ahora repudiado por su hijo y, supongo, su nuera experrodista republicana – que muestra la fecha de mi licenciatura en Ciencias Políticas y de la Administración del Estado (mucho nombre para una Carrera que tienen sacada hasta el Che pa Blemos y Orejón; y de la que ha sido docente hasta el mayor “trans” de España, y nuevo suegro del Che pa Blemos: Jorge Verstrynge. Tiene cojones también el apellido, que si no fuera suficiente oprobio para su hija, va el tío y le pone Lilith de nombre. Por cierto, el sufijo “trans” se aplica en este caso a transfuga, no a lo otro, que para esas cosas ya está el marido de Pedro Sandez, y no es bueno que haya dos gallos (disfrazados de gallina, encima) en un gallinero. El suegro del Che pa Blemos no puede hacer sombra a la primera dama.

En cualquier caso, el rebuzno de la Menestra ha estado al nivel que nos tienen acostumbrados todos sus compañeros de Gobierno, y fortalece aún más la ya de por sí férrea y vetusta idiosincrasia del PSOE, desde 1879 hasta una fecha que ni los biznietos de los nietos de los que leéis esto en 2020 podrán todavía escribir. Este partido es infinito, como la estupidez humana que lo sostiene. Sus desmanes se han normalizado tanto, que ahora toda una Menestra que vela por la educación nos dice que el alumnado no debe estudiar en estos “días de descanso escolar” (la Semana Santa no es el Ramadán, por eso no puede pronunciar esas 2 palabras… ¡anatema marxista!) y, lo que es peor todavía, que todos serán aprobados y pasarán de curso. ¡Ya imagino a los fabricantes de video-consolas borrachos perdidos y agotados de tanto brindar! .

En mis tiempos de estudiante pagador de tasas, la enseñanza pública era deficiente no, lo siguiente. Menos mal que ser autodidacta no estaba prohibido en esa etapa de mi vida. Pero lo que no solían hacer es aprobarnos por la cara y premiar el ausentismo de alumnado, docentes y familiares de los primeros menores de edad. Y eso es lo que está haciendo “la jefa de la docencia espenola”. ¿Para qué buscar fórmulas de educación alternativas a la falacia del congojavirus? ¡Si les ha venido como anillo al dedo! El Jefe de todos los espenoles es un doctor fraudulento. El líder de la oposición, licenciado fraudulento. El vicepresidente, licenciado por comunista, no por aprobar exámenes. Por cierto, Sandez es nuestro jefe, lo del Bribón felón, a la sazón hijo de ese cuya firma serigrafiada aparece en mi diploma de 300 pavazos, lo de ese Jefe del Estado tiene el mismo rigor que si yo digo que lo soy.

Tengo la estúpida licenciatura que os digo, más 4 años de Derecho y un mes –sí, un solo mes – de perrodismo. Y a clase fui lo justo y jamás tomé apuntes… cualquier buen alumno sabe que se puede aprobar estudiando de manera autodidacta, salvo –supongo – las ciencias que necesiten clases presenciales… pero yo soy de letras. Así que, todos las materias de letras… ¿no pueden ser examinadas ahora? ¿de verdad que no?. Claro, lo mejor es afianzar el analfabetismo, y el congojavirus les habilita para ello y mucho más. Fijaos que hasta nos han colado una brutal dictadura comunista, con un golpe de Estado enorme, al meter un estado de excepción camuflado de estado de alarma. ¡Y nos da igual! ¡Qué nadie –salvo un youtuber llamado Adriá (Libertad y lo que surja) – lo ha dicho a fecha de este artículo!

LEER MÁS:  Los Impuestos. Por Rafael López

Triste panorama, mucho más que la visión de un trigal con 3 tristes tigres comiendo. Hemos pasado del ciudadano mal educado al docente mal educando. La ene que diferencia participio de gerundio es muy importante, y como no lleva virguilla de eñe… ni los partidos españolistas se han quejado de esto.

Termino con 2 anécdotas. La primera de Camilo José Cela (por reminiscencia del apellido de la Menestra). La anécdota apócrifa de cuando Cela fue senador y dijo: “ (…) no estoy dormido, estoy durmiendo; porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”. Esto demuestra la importancia de la palabra y de cómo se conjuguen los verbos. Y también demuestra que al paisanaje se le puede agasajar por doquier, pues Cela jamás dijo esto, sino que adaptó esta frase a su dormitar como senador, aludiendo sin citarlo al diputado decimonónico Antonio Ríos Rosas (actualmente más calle y metro de Madrid que personaje histórico), que dijo en el Congreso: “bebido y bebiendo”, en vez de la jodienda de don Camilo.

La segunda anécdota sí que es cierta, porque el protagonista soy yo. Facultad de derecho de la UCM, clase magistral de Derecho Civil II, en una aula casi magna (clase con graderío para 200 o más tipos, con un docente sentado ante un micrófono, leyendo sandeces). La docente de ese año lectivo estaba divagando con su karaoke, mientras yo reía junto a un compañero, casi en la cumbre de la montaña. Reíamos en voz baja, para no provocar un alud. Aún así, la indecente se percató de nuestras risas, como en el cine mudo: por nuestro lenguaje corporal. Y me interpeló:

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– ¡A ver, usted que se lo está pasando tan bien! Conteste a la pregunta.

Cuando averigüé que se dirigía a mí, me repitió una pregunta que acababa de lanzar a todos los alpinistas, y cuya respuesta era maniquea: o sí o no. Yo desconocía la pregunta, pues no escucho a pregoneros. Aún así la conteste, pero no de palabra, sino con un gesto de brazo y mano indicando “no”. Desde su planicie no podía oírme si no gritaba.

– ¡O sea, que usted opina que no a… – dijo indignada citando la pregunta, que me aspen si recuerdo, pues ni la escuche en su momento, pero sé que la repitió. Sin duda la respuesta era sí.

– ¡NOOOOO! – grité para que me oyera – ¡qué no me lo estoy pasando tan bien!

Todos los alpinistas soltaron una tremenda y espontánea risa, al unísono, que no provocó un alud porque ese día no había nieve en el aula-montaña. Eran tiempos de ficha de alumnos, con foto… precisamente “para ficharnos”. La pregonera me cogió inquina y casi me expulsan de la Facultad de Derecho, al suspenderme 3 convocatorias seguidas de examen, y aprobar a la cuarta, que era la última o “game over”. Yo sabía mucho de derecho civil, sólo había que saberse al dedillo el Código Civil, no es tan difícil. Absurdo sí, pero no difícil. Menos mal que su inquina se apiadó de mí en el tiempo añadido de partido.

Por desgracia, la inquina de nuestros gobernantes desconoce piedad. ¿Qué les habremos hecho? Por lo menos yo, a esta indecente del karaoke la dejé en ridículo absoluto. Tenía sus motivos para destrozar mi vida… ¿qué motivos tienen nuestros gobernantes?

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