El dictador Sánchez se hizo con el poder en 2019 gracias a un pacto con el PP, por el cual la moción de censura sociata triunfó porque Rajoy no dimitió; lo que estaba pactado. Había llegado de nuevo el momento de la alternancia. Y es que los pactos partitocráticos son sagrados.
Tras cinco años de desgobierno, con la ayuda de un PP en la oposición ejercido de muleta del PSOE -de nuevo los pactos-, el dictador Sánchez renovó gracias al sempiterno pucherazo electoral del que ni PP, por supuesto, pero tampoco VOX han querido nunca saber nada. Sólo que esta vez renovó en precario forzado a pactar con los que mandan desde 1978, o sea, los secesionistas minoritarios, pendientes de su rehabilitación mediante una ley de punto final ad hoc -llamarle de amnistía es un cruel eufemismo- con la cual el PP está conforme aunque aparente lo contrario; hay cosas que tiene que hacer la “izquierda” y otras la “derecha”, base de la alternancia.
Todo hubiera ido bien si en dicha ley no se hubieran empeñado en incluir el aniquilamiento de los jueces; hacerlo de policías, guardias civiles y, sobre todo, de España, bien, pero los jueces son otra cosa. Porque eso del lawfare judicial les ha puesto en alerta viéndole las orejas al lobo secesionista, y sociata, y a sus ansias por tomarse la revancha también con ellos. Amenazados y dolidos por recibir tan mal pago a tantos favores como les ha hecho a lo largo de las últimas décadas, han reaccionado, dándose la paradoja de que pueden ser los jueces los que acaben con la ley de punto final; lo que tendrían que haber hecho motu proprio y en cumplimiento de sus obligaciones, por las que cobran de nuestros impuestos, y no porque se vean amenazados.
¿Y cómo lo están intentado? Pues resucitando las tres causas que mantenían dormidas a la espera de acontecimientos políticos -es decir, de la orden politizada de darles carpetazo final-, que son: las dos por presunto terrorismo (CDR,s y “Tsunami”) y la de la presunta y supuesta traición por la supuesta conspiración de algunos catalufos con supuestos agentes rusos cuya supuesta intención era desestabilizar nuestra tan supuestamente estable, sólida, consolidada y maravillosa democracia. Ahí es nada.
Los dos primeros casos poco son, toda vez que en España al terrorismo se le viene lavando la cara y archivando sin rubor alguno desde… siempre. Sin embargo, el tercer caso es una jugada hábil y maquiavélica aprovechando que el río ruso pasa, según dicen, amenazante, por la Europa occidental; bien que sólo gracias a la grosera desinformación de los medios de manipulación al servicio de los intereses de los EEUU, y de sus sicarios, la OTAN y la UE, que han perdido la guerra que impulsaron en Ucrania para enfrentar a europeos con rusos, sólo porque Rusia comenzaba a ocupar el lugar de potencia europea que le corresponde por múltiples factores, algo que los EEUU, que consideran desde 1945 a Europa como su patio y coto privado, no pueden consentir.
El problema es que dicha causa se inició en 2018 -dos años antes de que Rusia se metiera en Ucrania-, sin que nunca se encontrara nada sólido. Desde entonces la cosa ha seguido igual. Y lo que ahora se dice en absoluto apunta a que vayan a encontrar nada. Y todo sin que Europa tomara tal asunto en serio en estos años consciente de que nada hubo. Otra cosa es que ahora, y por lo dicho, a esa misma Europa le interese hacerse la escandalizada. Por eso ha resucitado el juez el asunto. Así pues, nada peor que unos jueces amenazados de que también a ellos, con la ley de punto final, les podía llegar su San Martín.
Hay un libro, por demás documentado, titulado «Soros, rompiendo España», cuyos autores son Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer, que demuestra hasta la saciedad que detrás de la revolución “de color” catalufa de 2017 estuvieron los de siempre, los profesionales de tal tipo de eventos coloreados, es decir, EEUU, la CIA y el globalismo anglo-norteamericano, y para nada los rusos. Está todo escrito y bien escrito, pero como siempre, nadie quiere asumirlo; los jueces tampoco.
A pesar de todo, si con la excusa rusa, Europa se toma en serio la ley de punto final y la tumba, algo bueno habríamos por fin sacado de esa organización globalista y totalitaria donde las haya como es la Unión Europea que tanto daño y perjuicio nos viene causando desde hace décadas.
¿Y si así fuera? Pues nada, porque el dictador Sánchez seguiría pegado al sillón. ¿Sin presupuestos? Pues claro, como ya lo hizo Rajoy, que estuvo dos años sin ellos, tras de los cuales los aprobó con el apoyo del secesionista PNV que… sólo unos pocos meses después apoyaba la moción de censura sociata que lo derribó, algo que puede repetir Puigdemont haciendo sufrir al dictador sin presupuestos durante algún tiempo, aprobándoselos después y… al poco… tumbarlo… previo pacto con el PP, claro, de una nueva ley de punto final igual o peor que la del dictador. Peores cosas hemos visto.
PD.- ¿Y si fuera verdad lo de la injerencia rusa? ¿Por qué echarse las manos hipócritamente a la cabeza? Si nos dedicamos a tocar las narices a los rusos en Letonia, Lituania, Estonia, Rumanía, etc., sin motivo alguno, e incluso armamos y entrenamos a su enemigo ucraniano… ¿por qué Moscú no podría e incluso tendría derecho a hacer lo mismo con nosotros hurgando en alguna de nuestras varias heridas? Donde las damos, las tomaremos. Para eso sirven las famosas “misiones en el exterior” de las que tan orgullosos se sienten nuestros “funcionarios de uniforme”, o sea, para buscarnos enemigos donde no los teníamos. Bueno, y para que ellos puedan “hacer la carrera” y facturar dietas a destajo.
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Donde las dan las toman. Desde luego. Por otro lado el enemigo lo tenemos dentro.
Gran artículo. Está muy bien explicada la actitud de los jueces, demasiadas personas parecen convencidas de aquéllos actúan por la justa indignación que les produce que el Ejecutivo intente meter sus metafóricas narices en el Judicial, quebrando así la famosa y cacareada «separación de poderes». En el año 2024, y te salen con ésas, ay, qué tedio…
Lo de Rusia es para distraer, la prueba está en que todos los medios lo difunden al unísono sin la más mínima crítica y además ¡todo quisqui se lo ha tragado!, patético. O sea que Putin iba a mandar 10.000 soldaditos (casi na) para «liberar» a Catalonia de la opresión de España, y cómo los iba a traer, en barco, en tren, en autobuses o en auto.stop ?? y además 500.000 euros para los gastos, así sin más atravesando toda Europa y plantándose en el Maresme con un bocata y una habitación en el hotel. Como niños
Bah, no hay más que oír a gente como Florentino Portero y Ana Samboal diciendo cosas como que Rusia puede vencer a Ucrania y ( aquí pausa dramática y descenso de la voz en una octava ) «avanzar sobre Europa», toma yaaaaa. De pena.
Segurísimo que ya hay en España más de 10.000 rusos que podrían empuñar armas en cualquier momento y no es descartable que tengan bastante instrucción militar. Eso no es en absoluto descabellado. Pueden venir como turistas o simples trabajadores. En España también operan las mafias rusas y del este que, a buen seguro, ocupan en turbios negocios a ex mercenarios de esas naciones orientales. Y el arsenal lo introducen como los narcos introducen droga o con enormes sobornos a las autoridades crecientemente corruptas. No es disparatado ni que rusos ni que yankees se unan a poderes antiespañoles foráneos o interiores. Los segundos, de hecho, están armando hasta los dientes a su aliado Marruecos al tiempo que disponen de un peligrosísimo arsenal en Rota (Cádiz), cerca de Gibraltar, foco de narcoterrorismo y de ruina generalizada moral y material. Que nos creemos que USA y UK son «amigos», pero de eso nada de nada. Tan amigos como el demonio. Así que ojo. Que no solo es Cataluña lo que arde.
Y lo que dice el autor sobre las misiones militares españolas dentro de la OTAN, provocando a Rusia en los países bálticos, no es más que otra hipoteca de la pertenencia a esa alianza militar netamente antiespañola, para no tener que construir un ejército costosísimo al margen de ella y para intentar que nos ayuden si somos atacados por Marruecos, al menos manteniendo a éste en sus límites desde 1956.
España, si fuera gobernada por personas que la aman de verdad, por verdaderos patriotas y no por mercaderes o políticos desalmados, debería buscar una alianza militar al margen de la OTAN, con los países de pasado español, con los de la América española, constituyendo un ejército hispanoamericano intercontinental, una Alianza militar hispánica con industria militar y armas propias. Una Hispanidad unida con un ejército de naciones hispanohablantes, empezando por el campo militar dicha unidad, sería una potencia enorme y paso previo a la revitalización de España y de todas las naciones de pasado español, que serán muchísimo más ricas y fuertes unidas, y no odiándose y divididas. Pero USA y UK harán lo imposible para que semejante alianza hispana NO se haga realidad.
Qué lástima que esta magnífica reflexión no tenga la difusión que se merece. Es la pura verdad que nadie quiere ver. Ni siquiera VOX, con quien comparto muchas cosas, es capaz de ver(¿o no quiere?) esta realidad y sigue insistiendo en su política anti-patriótica de atacar a Rusia sin motivo y doblegarse ante los EE.UU. que, hace 126 años nos declararon una guerra injusta e ilícita para arrebatarnos las provincias de ultramar y que, desde entonces, aún no han reconocido su crimen ni han pedido públicamente perdón por él para homenajear a tanta SANGRE ESPAÑOLA derramada en Cuba y en Filipinas. Gracias, teniente coronel Bendala.
Las injerencias de Rusia en la desestabilización de España con la trama catalana no está justificada porque el apoyo explícito a la OTAN vino a partir de la invasion de Ucrania y los tejemanejes entre los independentistas catalanes y los agentes de Moscú vienen de mucho antes
De todas maneras, un enfrentamiento entre Rusia y China por un lado, contra USA y OTAN por el otro, una guerra fría globalista actual, debe ser aprovechado por España como el católico caudillo patriota español, Franco, aprovechó la guerra fría para sacar contrapartidas beneficiosas para España, su crecimiento económico, su prosperidad y su grandeza en un mundo que le era totalmente hostil. Y, desde luego, logró muchísimo y muy bueno.
Lo malo es que los políticos españoles, rojos o derechistas, son funcionarios o de China, o de la Internacional socialista o comunista, o del foro Davos, o del contubernio de Río de Janeiro, o de la corrupta y diabólica UE, o de la ONU, o de USA-UK-OTAN o de cualquier otra mafia o logia de anticristos y antiespañoles. Y los egoístas y desalmados votantes no dejan de apoyarles, insensibles totalmente al infierno que nos han traído y nos traen, hasta que empiezan ellos mismos a pagar las consecuencias de sus propias elecciones.
Si hubiese patriotas y católicos en el poder, como Franco lo fue, España debería exigir a la OTAN: la devolución de Gibraltar vacío (ojo, vacío, que se vayan todos los que no se sientan españoles a UK), el Rif, Sahara, Cabo Juby y Sidi Ifni, es decir, volver a las fronteras anteriores a 1956. Esto está justificado por la invasión que Marruecos lleva a cabo desde su suelo.
Y, por otra parte, profundizar en una alianza militar con las naciones de pasado español (Méjico, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Panamá, Cuba, Rep. Dominicana, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Guinea Ecuatorial, Puerto Rico y Filipinas), profundizar en unos futuros Estados Unidos de la Hispanidad. Una unidad de naciones de pasado Cristiano español, un núcleo de Cristiandad, que sería una potencia militar y económica enorme y con un futuro brillantísimo, beneficiosa para todos los que hablan español, tanto en lo militar como en lo económico, pues la división y el odio entre hispanohablantes los perjudica gravísimamente y los esclaviza respecto a los enemigos de estas naciones. Divididos morirán, unidos serán una grandísima potencia incontestable, pues hay mucho talento y virtud cristiana en todas esas naciones latente. USA y UK, con todos sus funcionarios políticos «afrancesados» o «globalistas», esclavos de ellos como putas a buen sueldo, intentarán por todos los medios evitar esa alianza militar y económica, para mal de centenares de millones de los hispanohablantes. Es seguro que la inmensa mayoría de los 600 millones de hombres y mujeres hispanohablantes del mundo estarían de acuerdo a que volviésemos a ser una sola nación poderosa y no veinte o más pequeñas, corruptas y miserables, sometidas a populismo criminal de vendidos a otras naciones.
Estupendo análisis D. Francisco. Mu has gracias