16/05/2024 20:57
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“Franco estaba en el olvido excepto para quienes le odiaban o adoraban y Pedro Sánchez le ha devuelto a los titulares (José M.ª Carrascal / “Lenguaraz, ignorante y pusilánime” / ABC, 4 de diciembre, 2022).

Se equivoca, señor Carrascal. Franco no estaba olvidado. La Historia está ahí; la Fundación que se honra con su nombre, su memoria y su obra está ahí; se publican cientos de libros analizando sus excepcionales cualidades humanas, militares y políticas; Ñtv y otros medios defienden su legado, y miles de españoles seguimos recordándole todos los años en la fecha del 20 de noviembre, como hemos hecho nuevamente este año, pese a poder ser multados o entrar en la cárcel. ¿No le parece suficiente recuerdo, señor Carrascal?

    Sentada esta primera rectificación a su propósito de hacer creer a incautos o interesados de lo que no es verdad, de que Franco estaba olvidado, decirle que a Franco no se le “adoraba” ni tampoco se le adora hoy, porque el culto de adoración sólo se le dirige y ofrece a Dios, sea en referencia a la Santísima Trinidad, sea a alguna de sus tres personas en particular: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y tampoco se le “odiaba” tanto como se le odia hoy, que es causa del impulso cainita que se ha proyectado a una sociedad analfabeta e indolente como es la sociedad española en general, a cuyo impulso ha ayudado la omisión o denegación del deber de salir en defensa de la verdad, por parte de muchos.

    Referente a pensar que Franco es la “excusa” de Pedro Sánchez para ocultar su nefasta gestión de gobierno, tampoco estoy de acuerdo. Y no lo estoy, porque el triunfo de Pedro Sánchez “sacando” a Franco del Valle de los Caídos es un triunfo en sí mismo para él, para terroristas, independentistas, parientes de asesinos convictos y confesos, y para el resto de la chusma de cloaca que puebla la geografía de España. Por lo que es lógico y natural que alardee de lo que muchos pensábamos que sería un imposible por las cortapisas que se le pondrían, y que finalmente no se le pusieron. Por eso, y aunque sólo fuera por eso, Pedro Sánchez pasará a la Historia. Ya me dirá usted si no es para alardear.

    Un triunfo, el de profanar los restos mortales de Franco, que usted mismo acierta a comprender y refiere en toda su dimensión de exactitud: “es la última batalla de la Guerra Civil ganada por los republicanos”. Acierta plenamente, señor Carrascal, “última batalla de la Guerra Civil”, porque ciertamente fueron las fuerzas políticas agrupadas en el Frente Popular las provocaron una guerra civil entre españoles, convertida en Cruzada por el Ejército Nacional por lo que se intento destruirse y se evitó. Aunque desbarra en calificarles de “republicanos”, pues en puridad era rojos, señor Carrascal.

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    Alaba usted a Felipe González en detrimento de José L. Rodríguez Zapatero y de Pedro Sánchez, y vuelve a equivocarse, porque la diferencia real de González con Zapatero y Sánchez estriba en que cada uno es hijo de su tiempo. Y el tiempo, señor Carrascal, es quien crea las oportunidades.

    Usted, señor Carrascal, parece que es incapaz de comprender que los epítetos descalificativos que imputa a Pedro Sánchez, con los que estoy de acuerdo: “narcisista de libro” para quien la realidad “es líquida y la verdad elástica”, son los mismos que se le pueden aplicar a usted, y a tantos otros, en relación al tema que nos ocupa. Esto es, que Franco salvó a España del comunismo y cambió su realidad social, se califique está grandiosa obra de “milagro” o como se quiera, pero siempre reconociendo objetivamente lo que la Historia sí reconoce. Cuestión capital, señor Carrascal, al menos para los españoles, porque esta visión objetiva está en consonancia con el agradecimiento, que es propio de bien nacidos.

    Dicho esto. Sepa que usted sí que será olvidado. Que usted lo pase bien.

 

 

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Pablo Gasco de la Rocha
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Proby

Muy buen artículo, Pablo. Este Carrascal es un memo. Me pregunto si el botarate de Eduardo Inda no será un hijo secreto suyo. No sólo se parecen, sino que dicen las mismas gilipolleces.

Pero, por favor, Pablo, un ruego: redacta mejor tus estupendos artículos. No es de recibo que un hombre tan inteligente como tú caiga una y otra vez en el tarzanismo y escriba cosas como «decirle que a Franco no se le adoraba», cuando lo correcto sería «le digo que a Franco no se le adoraba» o «quiero decirle que a Franco no se le adoraba». Y no es el único error del artículo.

En cualquier caso, enhorabuena por haberlo escrito y haber puesto en su sitio a ese mastuerzo de las corbatas imposibles que ayer ponía a parir a Felipe González y ahora lo canoniza, como tantos otros.

Y perdona por el tuteo, pero es que nos conocemos. Un abrazo.

Gaspar

Chapeau

Brunegilda

Muy buen artículo pese a esos infinitivos huérfanos que inspiran ganas de añadir: «Jau». Entre otras cosas, Carrascal, como casi todo el mundo, olvida que ya Felipe González eliminó el nombre «Avenida del Generalísimo» para la ampliación de la castellana, cambió el nombre del hospital Francisco Franco por «Gregorio Marañón» y el «Primero de Octubre» a «12 de Octubre». Angelito.

Gaspar

Magistral, como siempre, D. Pablo. «No hay mayor desprecio que no hacer aprecio», o «A palabras necias, oídos sordos». Este insignificante personajillo, éste sí, no merece la más mínima atención. Hace mucho tiempo que le perdí la pista, incluso pensé que podría haber fallecido dado su silencio y desaparición total del panorama pseudo-periodístico español. Uno más de los cutre progres, tan oportunista, zafio, intercambiable, inmundo, miserable y antiespañol como el resto.

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