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El ataque furibundo y las agresiones de las bandas asesinas del anarquismo y de la ultraizquierda, en general, tanto a las fuerzas del Orden como al personal de los Ejércitos, ha sido una constante a lo largo de la historia de nuestra Patria, al menos desde los inicios del pasado siglo XX.
Teniente del Cuerpo de Seguridad Juan Escudero Pérez
Poco ha importado a estos asesinos que gobernasen liberales o conservadores, incluso, llegada la nefasta II República, que lo hiciese la derecha o la izquierda, algo que, lamentablemente, volvió a suceder tras la llegada de la democracia en la que, los viles asesinatos se multiplicaron, independientemente de que el poder lo ostentase la UCD, el PSOE o el PP.
Se trata, pues, de una triste constante en nuestra historia reciente donde, otrora los anarquistas, ora los etarras o las bandas del GRAPO o del FRAP, sembraron el terror por doquier asesinado, de forma despiadada e indiscriminada, a todo aquel que se les antojó por el simple hecho de formar parte de las fuerzas del orden -Policía y Guardia Civil- o de los Ejércitos.
Hablamos de esos mismos asesinos que hoy son miserablemente homenajeados en sus pueblos de las Vascongadas, mientras el gobierno socialista-comunista mira, descaradamente, para otro lado, no poniendo inconveniente alguno a la celebración de estos oscuros aquelarres, para así seguir contando con el aporte de los votos, manchados de sangre, de sus socios filoetarras.
Una muestra de lo antedicho, la tenemos en lo sucedido en Valencia en la noche del lejano 16 de mayo de 1910.
Aquel día, la capital del Turia, iba a ser escenario de un mitin político, organizado por el Partido Republicano, que contaba con la participación estrella del diputado electo por Madrid, Rodrigo Soriano. Aquella visita provocó gran expectación en la ciudad pues se presumía, como así sucedió, que se registrarían incidentes.
A la llegada del político republicano a la estación valenciana, en el tren de las ocho y media de la noche, fue recibido por un numeroso grupo de correligionarios que, en desagravio por su derrota electoral en Valencia, comenzaron a proferir gritos subversivos al descender del tren el Diputado. Otra constante habitual en la forma de actuar y dirigirse estos grupos de la izquierda y la ultraizquierda, empeñados siempre en ganar, por el método que sea, cualquier cita electoral y, en caso contrario, incitar a sus masas a levantarse contra el poder legalmente establecido. Lamentablemente, situaciones como esta las hemos visto repetirse, varias veces, a lo largo de la historia patria de los últimos años.
Volviendo al suceso en cuestión, aquella actitud levantisca en los concentrados en la estación de Valencia provocó la rápida intervención de las fuerzas de Seguridad presentes en el lugar con el fin de evitar la ocupación de la vía pública y que los desórdenes fuesen a más, viéndose las fuerzas actuantes en la necesidad de recurrir al empleo de la fuerza.
Dentro del amplio despliegue establecido por las fuerzas del orden, frente al Gran Hotel, se encontraba desplegada una Sección del Cuerpo de Seguridad, con el Primer Teniente Juan Escudero Pérez al mando, a cuya altura llegaron los manifestantes.
A la vista de cómo se desarrollaban los acontecimientos, el Teniente conminó a los revoltosos para que depusieran su actitud y ante la negativa de estos, ordenó que su Sección procediese a disolverlos, cargando contra ellos, lo que provocó que la Sección de Seguridad se enfrentase con los manifestantes.
Aprovechando el desconcierto y que el Teniente se encontraba dirigiendo la actuación de los hombres bajo su mando, uno de los revoltosos se aproximó a él por la espalda -otra constante en la actuación de estos grupos de anarcoterroristas- asestándole dos puñaladas, alcanzándole una de ellas el cuello y otra el pulmón, que a la postre le causaron la muerte tras ser trasladado a una farmacia próxima donde fue atendido de urgencia, conduciéndolo desde allí al hospital donde ingresó cadáver.
Ante esta agresión, el Guardia Joaquín Través, se lanzó contra al asesino al que le propinó un golpe en la cabeza con su machete reglamentario, causándole una brecha. Pese a todo el agresor se revolvió y trató de agredir al Guardia con su navaja rasgándole la guerrera sin llegar prácticamente a herirle, tras lo cual, aprovechando el desconcierto y la protección que le brindaron algunos de sus correligionarios, logró huir, camuflándose entre la masa de manifestantes.
Como consecuencia de estos hechos se produjeron un total de cien detenciones practicadas por efectivos de los Cuerpos de Vigilancia, Seguridad y Guardia Civil que patrullaron durante la noche las calles para evitar nuevas alteraciones del orden.
En cuanto a los heridos, fueron atendidos de diferente consideración un Agente del Cuerpo de Vigilancia y un Sargento, un Cabo y el Guardia Través, todos ellos del Cuerpo de Seguridad, así como diferentes paisanos, muchos ellos integrantes del grupo de revoltosos causante de los desórdenes.
Las gestiones iniciadas por el Cuerpo de Vigilancia para localizar al autor material del hecho dieron sus frutos y así, en la jornada del 17, un Guardia de Seguridad, procedió a la detención de un sospechoso, en el interior de una casa de la calle Játiva, cuyas señas coincidían con las del individuo autor del atentado. Una vez identificado este individuo resultó ser un tal Julio Aznar, quien presentaba erosiones en la cabeza consecuencia de haber recibido un golpe. Finalmente, el Guardia Través, autor del machetazo, lo reconoció como el autor de la agresión que causó la muerte al Teniente Escudero.
El entierro del Teniente Escudero, presidido por el Capitán General y celebrado el día 18, constituyó una manifestación popular de duelo en Valencia. El Teniente, viudo y padre de dos hijos, contaba 47 años de edad.
Tres días después, el día 19, el Gobierno tomó el acuerdo de conceder al Teniente Escudero la Cruz de María Cristina, segunda en importancia de cuantas se concedían en España al personal militar.
¡Dulce et decorum pro Patria mori!
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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