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Me limito a deshacer entuertos
El sentido común, de muchas personas e incluso de periodistas avezados, consumen la palabra “Nazi”, para todo. Siempre la tienen en la boca, siempre les vale para definir; esto, eso, lo otro o aquello y lo contrario
¿Es falta de sentido común o acaso es costumbre, copiada de los mediocres, que abren la boca y solo saben bostezar?
Estoy harto, sumamente harto, cuando un indigente mental, que se las da de sabiondo, emplea dicha palabra si saber lo que dice.
Tanto es así que:
.- Si somos franquistas, somos NAZIS
.- Si somos joseantonianos, somos NAZIS.
.- Si somos católicos y vamos a misa, somos NAZIS.
.- Si hablan de la Banda Criminal ETA, son NAZIS
.- Si hablan de un violador, es NAZI.
.- Si hablan de un maltratador de féminas, es un NAZI.
.- Si un hombre asesina a una mujer, es un NAZI
.- Si hablan del criminal Putin, es un NAZI
.- Si el Presidente de Estados Unidos, ordena atacar a Iraq, es un NAZI
.- Si una persona de izquierdas reivindica el comunismo, es un NAZI
Y viendo y oyendo a estos afamados literatos y Premios Nobeles de Literatura, entiendo la importancia del personaje de Adolfo Hitler, pues a todas horas se le nombra con su “Alias”.
Claro, que al parecer asesinó en las cámaras de gas, a más de 6 millones de judíos y encima el buen hombre, quería quedarse con el mundo y gobernarle él y con un grupo de nuestros grandes militares de la División Azul, como dijo en su día:
“Con Mando alemán y soldado español conquistaré el mundo”
Según el Diccionario de la Lengua española, dice:
.- Nazi: “Del nazismo o relacionado con él”
.- Nazi: “Persona es partidaria o seguidora del nacionalsocialismo”
¡Pues sí que hay en el mundo nacionalsocialistas!
Visto lo visto, así que, José Antonio, como nacionalsocialista, era NAZI
Todos, los verdaderos Falangistas, también son NAZIS, pues es nacional socialista.
Lo que si es evidente, que cuando alguien se dirige a una persona como NAZI, es para burlarse, despreciarle, hundirle, excluirle y criminalizarle. Es un significado de grave insulto, agresivo y para calificar a alguien que está manchado de sangre o es un ideólogo criminal o simpatizante.
Por el contrario, los historiadores de bajo cuño, siempre aluden a Hitler como el mayor criminal de todas las épocas, salvando a los marxistas bolcheviques, que han sido los más letales de toda la humanidad, como han sido Lenin y Stalin, con más de 90 millones de asesinatos a sus espaldas.
Por tanto una persona de derechas o solo con sentido común, que está en las antípodas de las izquierdas, cuando se habla de un criminal o persona non grata, se le debería adjetivar; Stalinista, Leninista, Bolchevique,…..
Y cuando un izquierdoso y menesteroso, quiere despreciar a una persona, debería llamarle Nazi, Facha, Facista, ..
Otro tanto pasa, con el adjetivo, que se apoda a las personas que llevan o saludan con el brazo en alto y la palma de la mano hacia abajo y abierta, a los que les llaman: Nazis, Fachas, Franquistas, Fascistas, Falangistas, ……
LA ESVÁSTICA O CRUZ GAMADA:
No es un símbolo propio de Hiter, que no lo inventó, sino solo lo utilizó.
La esvástica tiene más de 3.000 años y representaba para los pueblos como; Felicidad, buena vida, alimento, buena suerte,…., en definitiva es un Lema de Buena Fortuna.
Y a través de los siglos y empleos por muy diferenciados pueblos, en el mundo, fue empleado por Adolfo Hitler.
RAZA ARIA:
Igual ocurre con la mal llamada: RAZA ARIA, que no significa la “Pureza de una Raza”, sino que tiene otros muchos significados, a lo largo de los milenios.
Entre los que se encuentran; Persona de alto rango, noble, … Pueblo que hablaba un idioma indoeuropeo, establecido en la India y en Asia Menor.
La palabra Ario, siempre ha estado ligada en la antigüedad, con el idioma, mientras que el siglo XIX, se ha transformado erróneamente en un tratamiento, de que el personaje es una zona en concreto, de un pueblo en concreto, yendo a más en su definición, se dijo que era un pueblo de una raza propia y única. Siendo una RAZA SUPERIOR, a la que consideraron como tal, a la raza blanca, contra la negra o amarilla.
EL BRAZO EN ALTO:
Otro error de tantos que existen, fruto de discípulos falsarios, no salidos de las hemerotecas, sino de las letrinas.
Emperador romano Marco Aurelio
El brazo derecho extendido hacia el frente o hacia arriba, con la mano abierta y la palma hacia abajo, no es un invento ni de Hitler, ni de Mussolini, ni de Franco, ni de José Antonio. Tampoco lo es de los romanos, aunque haya muchas personas, que le llaman “El Saludo Romano”.
Todos ellos, han sido simples imitadores y ninguno de ellos ha sido su autor y descubridor.
Dicho saludo, fue empleado por los Íberos, de ahí que se llame realmente “El Saludo IBÉRICO”.
Su Lema y su significado no era precisamente de una posición de ofensa y menos de guerra, ya que para ellos representaba lo siguiente:
“Extranjero, bienvenido seas a nuestra casa, verás que no empuño arma alguna, si vienes en son de Paz, aquí encontrarás comida y aposento, pero si vienes como enemigo, encontrarás en nuestra mano la Falcata, para defender nuestra propiedad” o algo similar.
Según el gran arqueólogo español de la primera mitad del siglo XX, J. Cabré, dice:
El característico saludo de los íberos con el brazo extendido y la mano abierta, de entre los siglos V al I a. C., fue adoptado por los romanos conjuntamente con el «Gladius Hispaniensis» (espada ibérica) al entrar estos en contacto con los pueblos hispanos. Sería pues, según Cabré, un saludo genuinamente íbero el que se utilizó posteriormente en todo el Imperio Romano como saludo tradicional.
Para los íberos era un gesto revestido de especial sacralidad, pues en los exvotos de los santuarios, ellos mismos se auto representaban, con frecuencia, saludando e invocando a las Divinidades en pie y efectuando el «saludo étnico» tradicional de su Pueblo.
Los romanos no hicieron sino asimilarlo a sus propios usos y costumbres culturales. De hecho, los romanos se refieren a este como «SALUTATIO IBERICA».
Si era autóctono o llegó procedente de Oriente (de Fenicia o de Grecia), no se sabe. Pero sí sabemos que los romanos debieron verlo allí por primera vez, porque los historiadores de la época y de la inmediata posterior describen ese saludo como “SALUDO DE PAZ” y lo tratan como una novedad. Lo cual indicaría que no lo habían visto ni en Grecia ni en Cartago (culturas para ellos ya bien conocidas en la época). Y, además, al ser los cartagineses los fenicios de Occidente, podríamos deducir que tampoco se utilizaba en Fenicia. Todo esto lo digo para reforzar la tesis de su origen español.
Las primeras citas que recogen este saludo, están en las campañas militares con las que comienza la II guerra púnica, como “SALUDO DE PAZ” de los íberos. Y, para reforzar la tesis, digamos que en aquella época, importantes contingentes hispanos (tanto en infantería como, sobre todo, en caballería), formaban parte habitual de los ejércitos cartagineses, pero las fuentes romanas atribuyen el saludo sólo a los íberos, y no al conjunto del ejército cartaginés.
Por su presencia en exvotos, lo que también le daría al saludo un componente religioso, diríamos que era un saludo de uso general, en el que se deseaba paz (a veces, también sumisión) hacia quien iba dirigido.
El saludo habitualmente representado, es de la palma derecha levantada, con el brazo flexionado, presentando la palma a la persona a quien se le hace. Pero en las legiones, al convertirse en saludo militar, se hacía de una forma más rígida, flexionando un poco el brazo, o manteniéndolo recto, sin flexionarlo (entonces, en vez de extenderse verticalmente, se hacía inclinado unos 45º sobre la horizontal, y con la palma hacia abajo…vamos, como el que se conoce en la actualidad).
Insisto en que su significado fue siempre de paz y de respeto (se mostraba la palma desnuda, sin ningún arma), tanto para fines religiosos, como civiles y militares.
Desde estas primeras citas hasta su uso generalizado en Roma pasaron unos dos siglos. Podemos aventurar que es muy posible que el saludo empezaran a emplearlo las legiones que combatieron en Hispania en la 2ª guerra púnica, y que, una vez licenciados, los legionarios de las mismas lo siguieran utilizando entre ellos como un símbolo de identidad y corporativismo.
Las FALCATAS íberas, la espadas mas duras y letales que sorprendieron y maravillaron a los Romanos.
Poco a poco, el saludo fue extendiéndose a la totalidad de las legiones, y al resto de la población. Y terminó siendo oficial como saludo militar (junto al más tradicional de poner el puño derecho sobre la parte izquierda del pecho), como saludo civil tradicional, y como saludo simbólico en actos oficiales de gran trascendencia (audiencias del César, juramentos solemnes, etc…).
El primer texto romano en que aparece una referencia (aunque no muy clara) al saludo, es de Tito Livio. Los hechos se refieren a la capitulación de una ciudad, Oringis, Auringis, o Aurgi (Jaén) ante los romanos, comandados por uno de los gloriosos generales que dio la familia de los Escipiones, Publio Escipión. Ocurrieron hacia el año 207 a C.
No es la mejor cita sobre el saludo (es algo confusa), pero sí la primera en la que textos romanos se refieren a esa forma peculiar de saludar.
Para entender bien a qué se refiere, pongo el texto en que se cita, precedido del texto previo, para ubicarlo en el tiempo y el espacio:
«Salió Cneo Escipión a prestarles ayuda a los aliados y a la guarnición romana con una legión ligera, entró en la ciudad por entre los dos campamentos causando muchas bajas al enemigo, y al día siguiente hizo una salida brusca con un resultado igualmente favorable. Los muertos en los dos combates pasaron de los doce mil, y de mil los prisioneros; enseñas militares se capturaron treinta y seis. Se produjo así la retirada de Iliturgi. A continuación iniciaron los cartagineses el asedio a la ciudad de Bigerra, aliada de los romanos también ésta. La llegada de Cneo Escipión la liberó del asedio sin tener que combatir.
Desde allí se trasladó a Munda el campamento cartaginés, y allá los siguieron los romanos a toda prisa. Se libró allí una batalla campal de casi cuatro horas en la que iban venciendo claramente los romanos cuando se dio la señal de retirada, porque le había atravesado el muslo a Cneo Escipión una jabalina y los soldados que estaban en torno a él temían que la herida fuese mortal. Pero no había duda de que se podían haber tomado aquel día el campamento cartaginés de no haber sobrevenido aquel contratiempo, pues aparte de los soldados también los elefantes habían sido rechazados hasta la empalizada y fueron acribillados con jabalinas treinta y nueve de éstos encima mismo de las trincheras. Se dice que también en esta batalla hubo cerca de doce mil muertos y que fueron capturados cerca de tres mil hombres y cincuenta y siete enseñas militares. De allí los cartagineses se retiraron a la ciudad de Auringis y los siguieron los romanos para echárseles encima mientras eran presas del pánico.»
(Tito Livio, en XXIV, 41 y 42)
La Dama de Elche, creada en el 426 a. C.- 375 a. C. Realizada en piedra caliza labrada y policromada. Encontrada en 1.897. Procedencia La Alcudia – Elche. Mide 56 cms.
En el siguiente es donde aparece la referencia al saludo. Como se ve, el resultado fue desastroso para los bastetanos que combatían en los ejércitos de Cartago:
«Después, los habitantes cogieron miedo a que el enemigo, en caso de penetrar en la ciudad, degollase a mansalva a todo el que encontrase, cartaginés o hispano indiscriminadamente. Abriendo, pues, repentinamente la puerta, se echaron en masa fuera de la ciudad poniendo los escudos por delante por si les disparaban venablos desde lejos y mostrando desnudas las diestras para que se viera bien que habían arrojado las espadas. No se sabe con certeza si la distancia impidió captar bien esta circunstancia o si se sospechó una trampa; se cargó con saña contra los tránsfugas y fueron destrozados como si fuera una formación que presentaba batalla; y por aquella misma puerta se irrumpió violentamente en la ciudad.
Mientras tanto, en otros puntos se destrozaban y echaban abajo las puertas con hachas y dolabras y, a medida que iban entrando los jinetes, se dirigían a galope a ocupar el foro, pues ésas eran las órdenes recibidas; a la caballería se habían sumado también un cuerpo de triarios; los legionarios invadieron los restantes puntos de la ciudad. Se abstuvieron de saquear y de matar a los que encontraron, salvo si ofrecían resistencia armada.
Fueron puestos bajo custodia todos los cartagineses y también los cerca de trescientos habitantes de la plaza que habían cerrado las puertas; a los demás les fue entregada la ciudad y devueltos sus bienes. En el asalto de aquella ciudad cayeron cerca de dos mil enemigos y no más de noventa romanos.
(Tito Livio XXVIII 3 y 4)
De este texto, y otros posteriores, los historiadores expertos en interpretar textos latinos de la época deducen que los romanos no habían visto antes un saludo semejante.
Es también digno de resaltar que el texto romano, en el 208 a.C, habla de los cartagineses y los hispanos (no de los bastetanos). Y, sin embargo, y a pesar de estas pruebas, 2.200 años más tarde hay unas ideologías, dentro de España, que se obstinan en negar la existencia de «Hispania», no sólo en aquellos tiempos, sino en épocas posteriores, más próximas a nosotros.
Representaciones del saludo ibérico en piezas del Museo Nacional de Arqueología de Madrid.
Autor
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Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.
Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.
Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas
Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.
Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.
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