17/09/2024 00:05

No es la primera vez que escribo en las páginas de este medio digital del jugador brasileño Vinicius jr. que forma en las filas del Real Madrid. Es un excelente jugador, no hay duda, como también lo han sido decenas o quizá centenas de jugadores que han vestido la camiseta blanca. Esa misma camiseta que tradicionalmente se ha relacionado con el club del Santiago Bernabéu, la han defendido desde 1902 también jugadores negros de diferentes continentes y compañeros de diversas razas y religiones. Por todo ello, este jugador debe saber que es no es el ombligo del Real Madrid. En suma, que desde hace muchos años en el antes llamado estadio de Chamartín ya jugaron jugadores negros, tan buenos y mejores que Vinicius, marcaban también muchos goles y sobre todo, nunca fueron objeto de polémicas racistas porque ellos mismos no las desataban y porque España no es un país racista.

Este hombre, nada más que jugador de fútbol, otro más de la extensa plantilla del club, de continuo, ha dejado claro su “falta de luces” porque va de polémica en polémica. La última ha sido recientemente, cuando ha manifestado que en España hay mucho racismo y que por ese motivo debería de cancelarse la celebración del Mundial de fútbol de 2030 en nuestro país. Vamos, que ahora Vinicius el futbolista, se nos ha convertido en Malicius el activista anti español. Sólo me consta que haya salido al paso de esas declaraciones el alcalde de Madrid. Nadie de su club ni del gobierno le ha puesto en su sitio a este provocador que vive lujosamente, cobra salarios inalcanzables para los que le aplauden y él insulta y seguro que, hasta conduce un carísimo Lamborghini. Sí, ese vehículo que odia el presidente del gobierno.

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Estoy radicalmente en contra de los insultos que se lanzan en los campos deportivos, pero de todos. Los que antes de que empiece el partido, cuando llegan al estadio, se dirigen al equipo arbitral, cuando saltan al terreno de juego y cuando en los primero lances del partido se encaran al jugador adversario sea este de primera, segunda división o de regional.

Parece ser que a este jugador, ahora activista, no le preocupa que al árbitro se le insulte a su madre, a su padre y a su mujer; que a ciertos jugadores se les lancen insultos a toda su familia; por su aspecto físico – gordo, calvo, pequeño o muy alto -; por su opción sexual, – homosexual -; por sus tendencias políticas; por la profesión de sus padres; por sus creencias religiosas, y también a ciertos símbolos religiosos que ofenden a un gran número de católicos que pueblan las gradas de los estadios de fútbol. A este nuevo activista solo le molesta que le insulten a él por su color de piel, al resto de los participantes en el mundo futbolístico le importan un bledo.

A ese polémico jugador, ahora tornado en activista, que insulta a toda una nación, España, tachándola una vez más de racista hay que recordarle que él en el campo es un auténtico provocador del público visitante, un permanente instigador del contrincante y un continuo tramposo con los árbitros. Vamos, que no juega limpio en el terreno de juego y ahora, siguiendo la estela de otros jugadores que ya abandonaron el club, antes llamado de Concha Espina, quiere erigirse en portavoz del club, entrenador en la sombra y director deportivo.

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A este hombre algún alto directivo del club debiera ponerle en su sitio porque va de polémica en polémica una y otra vez y sus últimas declaraciones son intolerables porque ofenden a toda una nación y dan pie para que el mundo entero piense que en España se odia a toda persona que sea de raza negra.

Futbolistas como Vinicius y mejores que él y por supuesto menos conflictivos hay muchos en el mundo y el Real Madrid puede traerlos a sus filas. Tras las últimas declaraciones del ahora Malicius el activista, el club en el que milita debe abrirle las puertas e invitarle a que se marche a esos países en los que se respeta tanto a las mujeres y a los católicos, en los que se cobra mucho dinero y él ha jugado varios campeonatos.

Malicius, allí verá lo que es el racismo y la xenofobia. Sin duda, en esos países podrá ejercer de activista.

Sobras en España y en su liga de fútbol.

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Miguel Sánchez Asenjo

¡AMÉN!.
 
Estaba preparando un artículo similar a este sobre este maldito engendro, que dice que
las gentes le gritan y le ofenden por el color de su piel, cuando en realidad
es un niñato prepotente, que se pasa la vida insultando a los árbitros, al
contrario, al público y hasta a sus compañeros.
 
Este despreciable personajillo, es un grano en el culo, que tiene el Real Madrid y
puesto que según algún avezado periodista, ha insinuado, que los árabes
multimillonarios por el oro negro, le ofrecían 1.000 millones de euros y 500
millones para el equipo merengue. Si esto fuera así. No sé en qué piensa Don
Florentino.
 
Es el peor ejemplo de un deportista de élite, es simplemente una basura en el campo, que juega bien, muy bien, pero que sus modales son inadmisibles e imperdonables.
 
Un saludo,
.

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