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Fuerza Nueva se convirtió en fuerza política de carácter extraparlamentario tras las elecciones generales de junio de 1977. La exclusión de los medios de comunicación, comenzando por TVE, y las campañas difamatorias produjeron un resultado que era previsible de adivinar, habida cuenta el escaso respaldo electoral cosechado por los partidarios del no en el referéndum sobre la reforma política de diciembre de 1976(1). No obstante, hoy puede considerarse que fue un error electoral el haberse presentado Piñar por Toledo en los comicios generales de 1977 y no por Madrid; aunque ello no fue una decisión suya, sino de las fuerzas políticas que conformaron aquella Alianza Nacional del 18 de Julio, entidad auspiciada y controlada por la Confederación Nacional de Ex Combatientes, que presidía por entonces el antiguo ministro de Trabajo, José Antonio Girón. En realidad, la coalición cosechó un gran fracaso en la mayoría de circunscripciones, exceptuando las derrotas honrosas al Senado por Barcelona (274.304 votos) o Toledo (33.984). En Madrid, por ejemplo, la candidatura presidida por un hijo de los ministros más obreristas de Franco obtuvo solo 34.810 sufragios… La modernidad y el voto útil imponían ya sus reglas inexorables.

Sin embargo, fue esta circunstancia negativa de carácter electoral lo que propulsó a FN hacia adelante durante 1978 y 1979, como una fuerza popular representativa de un sector ideológico nacional, con gran convocatoria en las calles, como bien demostraría en las concentraciones de cada 20-N o en las manifestaciones contra el terrorismo celebradas en la capital de España. Y la persecución contra la organización piñarista no disminuyó durante dicho período, pese a quedar fuera de las Cortes. En absoluto.

Para que quede constancia de lo que ocurrió entonces, tomo un ejemplar de la revista Fuerza Nueva de 1978, concretamente el número 586, correspondiente al mes de abril. Pues bien, en la página 35 viene un artículo sobre el atentado sufrido por la joven María del Pilar Peinado, delegada de Fuerza Joven en La Coruña. Agredida brutalmente por una jauría de desalmados tras haberse celebrado un mitin en dicha ciudad con presencia de Blas Piñar y notable éxito. Esta mujer fue agredida brutalmente en la tarde del 22 de enero de 1978, al salir de la sede de FN en dicha ciudad gallega, y a primeros de marzo todavía andaba en tratamiento médico por la paliza recibida; estuvo quince días en el hospital. Los hechos se produjeron de la siguiente manera: se lanzaron piedras contra la sede del partido, y salió el tesorero de FN a perseguir a los agresores, circunstancia que fue aprovechada por una veintena de individuos para agredir al tesorero y a la delegada, con cadenas y otros objetos contundentes. María del Pilar Peinado estuvo a punto de ser asfixiada por los asaltantes, y la presencia de un coche policial evitó la catástrofe. Se detuvieron a los responsables (militantes del Partido Socialista Popular, los del profesor Tierno Galván, y de la “Falange Auténtica”…), pero fueron puestos en libertad de manera incomprensible apenas veinticuatro horas más tarde.

Además, en la misma página se inserta una carta de una chica de Fuerza Nueva de un pueblo de Toledo (La Guardia), llamada M. del S. Sánchez, acosada y coaccionada por la extrema izquierda en la sala de fiestas de la localidad, donde fue amenazada de muerte: “Te vamos a cortar la cabeza cuando salgas de la farmacia, te vamos a  rajar…”.
Como ya he comentado, al tratar la violencia de Sevilla y FN, aquel año fueron arrollados en la capital hispalense por un automovilista, militante del brazo político del GRAPO, dos artistas de Fuerza Nueva al salir de la sede provincial (entre ellos, el cantante De Raymond), sita en la calle Harinas, siendo uno de ellos internado de urgencia en la Residencia Sanitaria Virgen del Rocío. En septiembre y en Arcos de la Frontera, un mitin de Fuerza Nueva fue atacado por centenares de izquierdistas con pedradas, adoquines y disparos contra los asistentes, no produciéndose muertes de pura casualidad.
Del año 1978, refiero, sin solución de continuidad, el inventario de ataques revelados por Blas Piñar en sus memorias políticas. Así, en abril, caía asesinado en Santurce Manuel Lemus Moya, militante de FN y policía municipal. En la misma localidad vizcaína, sería muerto el 21 de diciembre, Vicente Rubio, simpatizante del movimiento piñarista, no en vano tenía hijas militando en Fuerza Joven. Seis días más tarde, sería asesinado en Ondárroa el joven tradicionalista José María Arrizabalaga Arcocha, suscriptor de la revista, cuya sepultura sería profanada en 1992. Meses antes, el siete de junio, ETA había atentado contra un bar pamplonica y contra las propiedades del jefe provincial de Fuerza Nueva en Navarra, el comandante retirado Jesús Alcocer, a quien lograría matar en abril de 1984.

En el capítulo de heridos, Piñar refiere los siguientes acontecimientos sangrientos: en Barcelona, sería herido un militante de Valencia (enero); en la localidad conquense de Horcajo de Santiago (abril) serían maltratados y heridos siete miembros de FN que volvían de Madrid por una cuadrilla de comunistas, armados de escopetas, armas blancas y pedruscos. Conducta nada excepcional, porque la volvemos a encontrar tiempo después en la provincia de Burgos, cuando unos izquierdistas pararon un convoy de FN que volvía de un acto político en Pradoluengo, propinando una paliza a los jóvenes que pudieron sorprender… Volviendo a 1978, en mayo y en la ciudad de Las Palmas, fue acuchillado un militante de FN en un recinto ferial, siendo trasladado a un centro hospitalario donde se le apreciaron varios navajazos. En noviembre, fue apaleado un militante sevillano en el barrio de San Jerónimo y en la ciudad de Santander, fue tiroteado el joven Víctor Manuel Fernández a la puerta de la sede provincial.

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Durante este ejercicio anual, se produjeron los siguientes atentados contra locales de Fuerza Nueva, mediante lanzamientos de cocteles molotov, explosión de bombas y petardos, lanzamientos de piedras e incendios provocados: Málaga (enero y mayo), Pamplona (marzo y septiembre), Lérida, Madrid, Barcelona (junio y noviembre), Las Palmas, Santa Coloma de Gramanet (julio y septiembre), Elche (julio y diciembre), Sevilla y Murcia.

En lo que respecta a agresiones y atentados contra militantes o simpatizantes de FN, fuera de las sedes del partido, Piñar contabiliza una veintena larga de sucesos violentos durante el año 1978, generándose varios heridos y contusionados: Huesca, Elche, Madrid, Córdoba, Málaga, San Sebastián, Zaragoza, Valladolid, Sevilla, Barcelona. Úbeda, Bailén, Pamplona Segovia, Cádiz, Santa Coloma de Gramanet, Granada… Como puede deducirse de lo expuesto, la violencia contra la organización azul y roja se ejercía en todo el territorio peninsular por la izquierda radical, con la complacencia de la prensa progresista(2) y la ignorancia de gran parte de la ciudadanía.

En dicho periodo, no se produjo masacre alguna en las ciudades de Elche y Donostia, cuando la intención alevosa de los terroristas izquierdistas fue evidente. Afortunadamente. De hecho en la ciudad alicantina, en junio, fue colocado en la sede del partido un artefacto criminal de más de 27 kilos de carga explosiva, siendo desactivado fuera de la localidad por artificieros venidos de Alicante y Murcia. Y, unas semanas antes, en la bella ciudad donostiarra, los separatistas ametrallaron un mitin donde hablaba Blas Piñar en un frontón de la capital guipuzcoana. Dispararon a discreción con armas de fuego, de gran calibre, desde un bosque y edificios próximos, respondiendo la Policía Nacional y alguno de los fuerzanovistas encargados de la seguridad del acto(3). En el frontón Anoeta, unas cuatro mil personas fueron tiroteadas, hallándose mujeres, ancianos y adolescentes. La prensa progresista redujo la cifra a la mitad e indicó que los asistentes vinieron desde Asturias, Navarra, Burgos y Madrid… y que quienes dispararon fueron los de FN. Dicha versión ni era exacta ni equivocada, sino una pura intoxicación política. Efectivamente, llegaron algunos autobuses de varias provincias; incluso se desplazaron algunos activistas desde Sevilla, pero quienes comenzaron el tiroteo criminal fueron los terroristas vascos, que siempre actuaban por sorpresa o a traición, como ha sido notorio durante su negra historia. La revista Fuerza Nueva y el periódico El Alcázar informaron detalladamente sobre el  suceso y el audio del acto testimonia el silbido de las balas contra los asistentes así como el cántico del Cara al Sol cuando estaban siendo ametrallados… Incluso, los vehículos y autobuses de los asistentes fueron apedreados y tiroteados por grupos de separatistas. Y eso que se sabía de antemano que el acto de Piñar iba a ser boicoteado. Lamentablemente, el Gobierno Civil se portó como un “gudari” más, dejando hacer a los violentos, cacheando a pacíficos piñaristas y proponiendo gubernativamente unas multas de trece millones y medio de pesetas a seis asistentes al mitin donostiarra por ir armados; pontificando además que nunca más se celebraría un acto de FN en San Sebastián. En fin, postura contraria a la mantenida por aquellos guipuzcoanos que hallaron bastantes similitudes entre la liberación de la ciudad por las tropas de Mola en 1936 y la colorida presencia de camisas azules, boinas rojas y pantalones caquis, con que se adornaron en aquella ocasión los discípulos de Fuerza Nueva.

Con todo, el año 1978 fue una época electoral, teniendo en cuenta que la Constitución fue aprobada por referéndum el seis de diciembre de 1978. FN, así como FE (Falange) y la CT (Comunión Tradicionalista), desplegaron una actividad propagandística en contra de dicho proyecto constitucional; sobre todo Fuerza Nueva, que, a pesar de la persecución, celebró mítines y conferencias por toda España, informando sobre los aspectos que no le gustaban del nuevo texto constitucional. Pues bien, los partidarios del no constitucional obtuvieron 1.400.505 votos en el recuento definitivo, lo que, descontando los emitidos en el País Vasco, indicaba que las fuerzas denominadas nacionales tenían un hipotético campo electoral de aproximadamente 1.245.000 seguidores en el país. Lamentablemente, la escasa unión de estas fuerzas denominadas nacionales y la no fructificación de coalición electoral con los sectores de Alianza Popular, partidarios del “No”, vino a suponer que la coalición Unión Nacional (FN, FE de las JONS, CJA y AJT)(4) solamente obtuviera 378.864 votos en las elecciones generales de marzo de 1979. Como había sucedido en los anteriores comicios de 1977, el voto útil impuso sus reglas de convencimiento electoral, habida cuenta que las candidaturas al Senado por Unión Nacional en las circunscripciones de Madrid y Valencia, con 380.012 sufragios positivos, superaron a los totales nacionales obtenidos por la candidatura al Congreso, que solo conseguiría un escaño nacional, precisamente en la persona de Blas Piñar… Este se dio cuenta de dicha circunstancia y reunió a sus seguidores en el Hotel Meliá de Madrid, quince días después de los comicios nacionales, proponiendo la transformación de la coalición Unión Nacional en un partido único, convirtiéndose él, si fuera necesario, en un simple militante(5). No fue escuchado y las elecciones municipales de abril volvieron a mostrar la fragmentación de las fuerzas nacionales. Con todo, FN obtendría 46 concejales, FE de las JONS, 10; y la coalición Unión Nacional -allí donde pudo constituirse-, 57 concejalías, lo que daba un total de 122 concejales para toda España(6); a lo que habría que añadir las alcaldías y concejalías obtenidas por fuerzanovistas en candidaturas independientes o conservadoras, principalmente en las provincias de Toledo, Burgos, Palencia y León.

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Pues bien, hasta las elecciones municipales de abril, Piñar registra un capítulo siniestro de atentados, agresiones y amenazas cometidos contra los hombres y mujeres de FN, correspondiendo al año 1979. Así, el doce de marzo, un chico de FN fue agredido en las calles de Barcelona, ingresando con traumatismo craneal en el dispensario municipal. Trece días más tarde, la ex alcaldesa de Bilbao y antigua consejera de administración de la editorial de FN, Pilar Careaga, fue tiroteada por un terrorista de ETA cuando se dirigía en su automóvil para oír misa. Fue herida en los pulmones, perdiendo el habla; abandonaría definitivamente las Vascongadas a raíz de este suceso, habiendo sido difamada e injuriada por el nacionalismo aldeano y sus compañeros de viaje de más allá del Ebro.   

Desde enero a abril fueron atacados los siguientes locales del partido mediante el lanzamiento de cócteles molotov, artefactos explosivos, objetos peligrosos y asaltos nocturnos: Badajoz, Valencia, Puerto del Rosario, Salamanca y Pontevedra(7). Los atentados más graves fueron los ocurridos en la capital del Turia, y Salamanca; en esta última capital, los artefactos explosivos se lanzaron estando la sede concurrida por militantes, sufriendo alguno de ellos varias quemaduras.

Anota también Piñar el ataque brutal sufrido en Madrid por una sobrina de José Antonio, Casilda Peche Primo de Rivera, en la calle Princesa, a merced de una cincuentena de energúmenos y el asalto contra un puesto de venta de Fuerza Joven en la calle madrileña de Ferraz por parte de una caravana del Partido Comunista de España, que intentó arrollar y atropellar a los muchachos con atuendo falangista que atendían el citado puesto, amenazándolos y esgrimiendo pistolas. Y la revista Fuerza Nueva  refiere más violencias en la capital, como la amenaza sufrida el 21 de febrero por un militante de solo catorce años de edad, en las proximidades del metro de Argüelles, a quien le exhibieron un cuchillo de monte dos miembros de las Juventudes Socialistas; así como provocaciones y agresiones contra activistas de FN en la provincia de Salamanca.

Con todo, la organización piñarista seguía haciendo su vida y creciendo en popularidad. Así, se intensifican las relaciones con grupos políticos afines de la Europa latina; se abren delegaciones en el continente americano; se pone en marcha el sindicato Fuerza Nacional del Trabajo… Por ende, tanto el acoso como las campañas de desprestigio continuarían.

 

(1) Fuerza Nueva se opuso a la Reforma, solicitando el ‘No’. El referéndum nacional, celebrado el quince de diciembre, contabilizó únicamente 450.102 votos negativos; el 2,57 por cien, a nivel nacional.

(2) La prensa antipiñarista estaba encabezada por el periódico Diario-16, la revista pornográfico-sensacionalista Interviú y por el diario El País. El escritor Rafael García Serrano denominó con sarcasmo al primero de los rotativos mencionados, como “Grapo-16”, por mor de su lenguaje difamatorio.

(3) Cf. “Los ‘aberztales’ de España recibidos a tiros”, Fuerza Nueva, (27.05.1978), pp. 8 y ss. Como curiosidad anecdótica de aquella jornada histórica, he de decir que algún autobús fuerzanovista, ya de retorno, atravesó cierta población euscalduna con gran militancia aberzale y etarra. Pues bien, se detuvo el autocar y bajaron los hombres de Fuerza Nueva, encontrándose con una localidad que se hallaba desierta a propósito…

(4) Fuerza Nueva, Falange Española de las JONS, Círculos de José Antonio y Agrupación de Juventudes Tradicionalistas.

(5) Cf. “Lecciones de unas elecciones”, Fuerza Nueva, Madrid, (07.04.1979). pp. 22 y ss.

(6) La Falange disidente, llamada hedillista, obtendría tres concejales.

(7) El atentado fue cometido por el brazo político del GRAPO, grupo terrorista con activistas en el noroeste peninsular.

 

Fuentes: ABC, Madrid-Sevilla (1978-1979).

  Archivo Linz de la Transición española.

  Archivos y testimonios personales (1977-2017).

  Boletines provinciales de Fuerza Joven (1977-1982).

                  El Alcázar, Madrid, (1978-1979).

  Fuerza Nueva (1978-1979).

  Ministerio del Interior, información electoral.

  Piñar, B. (2004): Así Sucedió, FN Editorial, Madrid

               La Vanguardia, Barcelona (1978-1979).