13/06/2024 20:48
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No descubro nada nuevo al decir que los Presupuestos que ahora se están discutiendo en el Congreso, lejos de ser “progresistas” (palabra hueca, donde las haya) son la fiel representación de una sinfonía inarmónica de auténticas ignominias. La ignominia -para dejar las cosas claras- es una ofensa pública que sufre el honor o la dignidad de una persona o un grupo social. Es decir, deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una probable acción indigna o vergonzosa que, en el caso de Sánchez son todo un cúmulo de acciones indignas (especialmente importantes por provenir, nada menos, que del Presidente del Gobierno).

Indigno es que cambie votos del grupo comunista que forma parte de su nefasto Gobierno, por una elevación de impuestos que va a acabar ahogando a empresarios y ciudadanos que quedarán sin trabajo por culpa de esto. Indigno es que cambie votos, también, con quienes solo desean separarse de España (como es el caso de ERC y JuntsxCat) e imponer el catalán como idioma único en Cataluña. Y más indigno es que ceda competencias en materia de prisiones a los separatistas vascos (PNV y Bildu) cuando estos últimos son, además, cómplices abiertos de los asesinos de ETA.

Y el gran peligro es que las Leyes de Presupuestos condicionan muchísimas cosas y tienen un procedimiento especial de aprobación, muy sumario, que se encuentra en el artículo 134 de nuestra Constitución, en cuyo apartado 6 se establece esta importante limitación a las enmiendas: “Toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación”.[1] O sea, que una vez rechazadas las enmiendas a la totalidad (con el apoyo de Podemos, ERC y PNV), ya solo queda la posibilidad de votar las enmiendas parciales a la misma, en donde, sin duda, quienes se han quedado al margen (como es el caso de Junts, la CUP o Bildu) volverán a sacar tajada.[2] El portavoz de VOX señaló, con acierto, que el «único propósito» de este proyecto de Presupuestos es «pagar el alto precio» que los «aliados» de Sánchez le exigen para seguir manteniéndole en La Moncloa. Afirmó que esta disponibilidad del presidente a hacer estas concesiones provocará «un grave daño a la economía española en un momento delicadísimo».[3]

Por tanto, una economía “tocada” y a punto de hundirse, por el incesante incremento del IPC, la ausencia de ayudas reales a las empresas y a los trabajadores y un montón de dinero público (o sea, de todos nosotros) utilizado en “chiringuitos” que para nada sirven, comenzando por el propio Ministerio de Igualdad o el de Consumo (por no citar más que dos casos muy claros y evidentes). Y si a eso le añadimos la falta total de transparencia en subvenciones de dudoso destino y nulo control, la tormenta económica y social que se avecina con los nuevos Presupuestos está servida, para nuestra desgracia. De modo que estamos ante unos Presupuestos absolutamente aberrantes con lo que peligran, incluso, las ayudas del Fondo Europeo.

A todo esto, añádase la petición formal de Urkullu (PNV) exigiendo acabar con lo que él denomina el “dumping fiscal” de Madrid, y ya tenemos un panorama completo y desolador de lo que nos aguarda con estos Presupuestos “progresistas”. Un “progresismo” que solo beneficia a quienes gozan ya de una fiscalidad privilegiada (por el Concierto con el País Vasco) a quienes, además, recibirían mucho muchos más recursos para inversiones que la Comunidad de Madrid. Situación que traspasa cualquier frontera del sentido común y del principio de solidaridad recogido en los artículos 2 y 138 de nuestra Constitución que dice así:

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El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.
Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.

 

Es decir, el hecho de que Sanchez conserve su sillón en La Moncloa, nos va a costar un ojo de la cara y un reparto de los fondos públicos absolutamente contrario al principio de solidaridad, que ese es el precio que tendremos que pagar todos para semejante capricho. Muestra clara de lo que persigue un Gobierno que, ni dice la verdad, ni deja de contradecirse a sí mismo (véase la modificación-derogación de la Reforma laboral), ni resuelve problema alguno y, para colmo, enfrenta a unas Comunidades con las otras sin ninguna clase de pudor. Porque, para desesperación de buena parte de la población española (más de un 82%) siguen sin ser resueltos 379 de los alrededor de 850 asesinatos ETA, lo cual es una abierta afrenta a toda la sociedad española (salvo, claro está, a los propios asesinos y a quienes los ensalzan, como es el caso de Bildu).[4]

¿Es eso realmente lo que significa “progresista”? Me temo que la ecuación correcta es la equiparación de la “progresía” con la ignominia y a toda esta panda que sostiene al Gobierno y al propio Gobierno se le debería caer la cara de vergüenza por semejantes conductas. Aunque, claro, la vergüenza solo puede serle exigida a quienes alguna vez la han tenido y lo demás son gaitas celestiales.

[1] El texto íntegro del precepto es el siguiente:

Corresponde al Gobierno la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado y a las Cortes Generales, su examen, enmienda y aprobación.
Los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter anual, incluirán la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en ellos se consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
El Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior.
Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos.
Aprobados los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno podrá presentar proyectos de ley que impliquen aumento del gasto público o disminución de los ingresos correspondientes al mismo ejercicio presupuestario.
Toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación.
La Ley de Presupuestos no puede crear tributos. Podrá modificarlos cuando una ley tributaria sustantiva así lo prevea.

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[2] El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 continuará su tramitación en el Congreso de los Diputados después de que este jueves el Pleno de la Cámara Baja votara en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Junts, Ciudadanos, la CUP, Coalición Canaria y Foro con las que estas formaciones buscaban tumbar el proyecto de cuentas públicas y parar su desarrollo parlamentario. El resultado de la votación fue de 188 votos en contra, 156 votos a favor y 1 abstención, logrando así los Presupuestos el apoyo de la mayoría parlamentaria para superar este primer obstáculo en su camino por la Carrera de San Jerónimo. «Estos Presupuestos están para devolver, son papel mojado, están muertos» y «son una tomadura de pelo» porque «ya han quedado desfasados», resumió Casado en una intervención sin papeles. «A tiempo están de retirarlos y, si no, una vez más tendrá que venir el PP para arreglar la ruina que por tercera vez ha dejado un Gobierno socialista», sentenció. Al «ausente» Sánchez le preguntó por qué «no publica» el acuerdo cerrado con la Comisión Europea para saber la «condicionalidad» en la recepción de los fondos europeos. «Si no lo hacen público esta semana, iremos al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea a exigir que lo publique»; porque «ya está bien de mentir» diciendo «una cosa» en Bruselas y «aquí otra». Por su parte, en su defensa de la enmienda a la totalidad, Vox aseguró el proyecto de Presupuestos provocará, en caso de aprobarse, «un grave daño a la economía española en un momento delicadísimo», porque, como dijo su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, estas cuentas públicas porque están basadas «en la mentira», carecen «de ningún tipo de credibilidad» y solo pretenden que se mantenga el «Gobierno Frankenstein» que dijo preside Pedro Sánchez. Vid: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11464251/11/21/Los-Presupuestos-de-2022-superan-su-primera-votacion-con-el-rechazo-de-las-enmiendas-de-totalidad.html

 

[3] Me remito a la misma referencia de la Nota anterior.

[4] 379 de los alrededor de 850 asesinatos ETA siguen sin resolver. Sin autor conocido. Hoy se cumplen diez años desde que la banda anunció que dejaba la violencia, y esta es la última cifra que maneja la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en su intento de que los responsables de esas muertes no queden impunes. Un descomunal escollo de cara a la reconciliación y para cualquier intento de acercamiento entre víctimas y terroristas. A final de año, la entidad actualiza la cifra, en base a la ingente tarea de revisar sentencias judiciales, y la del 2021 será similar a la del año anterior, avanza Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la entidad. “Hay un nivel de impunidad altísimo en la historia de ETA”, lamenta. Vid: https://www.lavanguardia.com/politica/20211020/7802054/eta-315-asesinatos-sin-resolver.html