23/04/2024 15:56
Getting your Trinity Audio player ready...

Se cumplen 80 años de Krasny Bor la mayor batalla que afrontó la División Azul, en Rusia. Sobre ella mucho se ha escrito. Es sabido que la resistencia, en condiciones casi polares, de los apenas 4.000 hombres del divisionario Regimiento 262, que protagonizó la batalla, frente a fuerzas soviéticas muy superiores, que atacaron con más de 30.000 soldados, 70 tanques,1000 cañones, y aviones, constituyó en muchos sentidos una gesta heroica. Probablemente fue una de las mayores gestas de la historia de la infantería española.

La División Azul jugó un papel clave en la batalla de Krasny Bor, entre el 9 y el 10 de febrero de 1943, la cual de ninguna manera fue un combate aislado, para ayudar a frenar la operación Estrella Polar, una enorme ofensiva soviética que buscaba romper el asedio alemán de Leningrado, la actual. San Petersburgo, de cuyo dispositivo militar la División Azul formaba parte. Apenas hacía una veintena de días que los soviéticos habían conseguido una colosal victoria en el sur de Rusia, al rendirse el ejército alemán que defendía Stalingrado. Ahora pretendían lograr lo mismo pero en el norte. El sector de la División Azul fue el objetivo del ataque principal de la ofensiva soviética. Los españoles defendían dos vías de comunicación de gran importancia estratégica: la línea de ferrocarril Moscú – Leningrado y la carretera que unía también Leningrado y Moscú.. Si los rusos conseguían penetrar las líneas defensivas de la División Azul en Krasny Bor, y alcanzar el ferrocarril todo el Grupo de Ejércitos Norte alemán quedaría en grave peligro.

Pero la División Azul frenó el ataque ruso aunque fuese a costa de dolorosas perdidas. Lo mismo hicieron las fuerzas alemanas que también fueron atacadas durante la ofensiva soviética Estrella Polar. Todos estos combates forman parte de la gran batalla que los alemanes conocen como Segunda Batalla del Lago Ladoga. El frente Norte alemán, en definitiva, resistió.Los soviéticos sufrieron bajas enormes.

Los historiadores militares internacionales cada vez prestan más atención y conceden más valor a la importancia fundamental de esta gran derrota soviética en el Frente de Leningrado para salvar en aquel momento el conjunto del Frente Oriental alemán. Porque no se puede pasar por alto un hecho esencial. Todo el dispositivo militar alemán en Rusia se hallaba en aquel momento en situación crítica, en riesgo de hundimiento total. La rendición de Stalingrado, a finales de enero, dejó un hueco de casi 200.000 soldados en los frentes sur y centro del ejército alemán en Rusia y los soviéticos, con amplia superioridad numérica, se lanzaron en tromba hacia el oeste, penetrando en Ucrania y amenazando con llegar a Bielorrusia y alcanzar las fronteras soviéticas de antes de la guerra.

LEER MÁS:  ¿Quién será el enemigo cuando exista un gobierno mundial tecnocrático? Por Patxi Balagna Ciganda

El ejército alemán se vio forzado a emprender una desesperada retirada hacía el oeste, ya que otros 700.000 hombres de los llamados entonces Grupos de Ejércitos A y Don, al mando de los mariscales Von Manstein y Kleist (más tarde llamados conjuntamente Grupo de Ejércitos Sur) habían llegado mucho más al este de Stalingrado y ahora se veían obligados a retirarse bajo el fuego enemigo hacia el oeste, hacia Ucrania para no quedar atrapados en un cerco colosal, lo que hubiera supuesto un Stalingrado tres veces mayor. De haber conseguido los rusos establecer esa inmensa trampa – y estuvieron a punto – la derrota del Tercer Reich se habría adelantado dos años.

Los rusos reconquistaron la estratégica ciudad rusa de Kursk, llegaron a continuación a Ucrania y tomaron Jarkov, segunda ciudad ucraniana en importancia y cuarta de la Unión Soviética a mediados de febrero, así como la mayor parte de la cuenca del Donetz, o Donbas apuntando ya a Kiev y al río Dniéper, pero los alemanes consiguieron frenar a los rusos en una serie de batallas desesperadas, impidiendo que estos alcanzaran la estratégica ciudad rusa de Rostov del Don, vital nudo de comunicaciones, antes de que se hubiera completado la vital retirada de los 700.000 hombres del Grupo de Ejércitos Sur, sin los cuales los alemanes no hubieran podido continuar la guerra.

Finalmente, una casi desesperada contraofensiva alemana en Ucrania, con las últimas reservas germanas de hombres y tanques, a finales de febrero al mando del mariscal Von Manstein, logró sorprender a los ejércitos soviéticos, exhaustos y con líneas de abastecimiento demasiado extendidas, y causarles una gran derrota, después de duros combates. Los alemanes reconquistaron el Donbas, región clave desde el punto de vista mineral e industrial. Jarkov fue reconquistada también a su vez, por los alemanes a mediados de marzo y el frente volvió a quedar estabilizado, alejándose el riesgo de hundimiento total alemán. No obstante también más al norte, en la región de Rschev, donde habían tenido lugar duras batallas, los alemanes se vieron obligados a emprender una importante retirada, aunque el frente quedó estabilizado también, en marzo. A la postre todo el frente alemán en Ucrania y Rusia se mantuvo en pie un año y medio más, hasta el verano de 1944, cuando entonces sí, se hundió definitivamente.

LEER MÁS:  Entre Azaña, Franco y el Rey. Por Julio Merino

Todo esto es bien conocido por los historiadores militares, que han indicado que la contraofensiva de Manstein, probablemente el general alemán más destacado de la Segunda Guerra Mundial, casi logró un milagro militar y otorgó dos años más de vida al Tercer Reich, cuando éste podría haberse hundido militarmente a principios de 1943.

Que esta contraofensiva alemana fue un gran logro militar está fuera de duda, pero actualmente los grandes historiadores internacionales militares más prestigiosos, como el norteamericano David Glantz, considerado el mayor experto en el Frente Oriental (quién califica como heroica y encarnizada la resistencia de los españoles en la batalla de Krasny Bor) coinciden en señalar la extrema importancia que tuvo la derrota soviética en la operación Estrella Polar en el frente de Leningrado, en la Segunda Batalla del Lago Ladoga, en la (en la que la División Azul tuvo un papel crucial a su vez, en la batalla de Krasny Bor), en los críticos momentos de febrero de 1943.

La derrota rusa en el frente de Leningrado, de febrero de 1943 fue el primer triunfo táctico del bando alemán en 1943 tras la batalla de Stalingrado y fue crucial para que el dispositivo militar alemán en Rusia pudiera resistir en esos decisivos momentos. Si se hubiera derrumbado el Frente Norte, es muy improbable que Manstein hubiera podido estabilizar el Frente del Sur, a finales de febrero y en marzo de 1943.

En definitiva, se puede decir que el desempeño militar de la División Azul, especialmente en lo referido a la batalla de Krasny Bor gana cada vez más prestigio y aprecio entre los historiadores.

Suscríbete
Avisáme de
guest
2 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
Hakenkreuz

Pero además, el propio Hitler felicitó personalmente a Muñoz Grandes reconociendo que no había soldados más valerosos en el mundo que los españoles. La batalla de Krasny Bor supuso un enorme prestigio para España acallado solo por sus enemigos, incluso los mandos alemanes, que dudaban de los divisionarios al principio, se deshicieron en elogios. Y lo mismo pasó con la también gloriosa Legión Azul, que abatió innumerables aviones soviéticos sobre los cielos de Kursk. Otra hazaña indescriptible española.
Quien sabe si la División Azul, de haber dispuesto de los medios acorazados de una de las divisiones Waffen SS, no se hubiese bastado para plantarse en Leningrado con guitarra y capote torero incluidos.
Por cierto, la población soviética en la zona de la División Azul reconoció el trato exquisito que los españoles les dispensaron, con alegría, buen humor, sin odio ni maldad alguna, aunque sin entender una palabra sino tal vez el Spassiba ese. Ni los partisanos solían atentar contra los españoles. Ni Stalin pudo recoger una sola prueba incriminatoria contra ellos y sí cientos de testimonios favorables (debió quedar pasmado del carácter español). Hasta celebraban misa católica con los ancianos, mujeres y niños rusos allí tan tranquilos. Eso no se vio en frente ni latitud alguna en toda aquella guerra.
Si la guerra contra el comunismo se hubiese llevado como la llevó la división azul, hasta los mismos rusos hubiesen recibido con flores la invasión y hubiesen combatido a Stalin y sus comisarios. Que desgracia de arrogancia estúpida y soberbia alemana.

antonio parra galindo

HE DADO ALGUNA QUE OGTRA CONFERENCIA SOBRE LA BLAU ESCRIBI DOS LIBROS SOBFRE EL ENIGMA RUSO. HUBO DOS ESCRITORES IMPORTANTES NOVELISTAS RODRIGO ROYO Y TOMÁS SALVADOR Y TODA UNA SAGA DE INTELESTUALES ALVARO DE LA IGLESIA, LAIN ENTRALGO EMILIO LORENZO, ANDRES BERLANGA Y OTROS PERO LA FLORIFICACIÓN DE NUESTRA DERROTA NO ME PARECE DEMASIADO OCURRENTE. LOS RUSOS NOS DIERON HASTA EN EL CARNÉ DE IDENTIDAD. LO MEJOR ES QUE AQUELLOS DIVISIONARIOS SE DIERON DE MANOS A BOCA CON EL ALMA RUSA QUE NO ES COMUNISTA SINO CRISTIANA ESE ES EL ASPECTO QUE ME PARECE A DESTACAR CON TODOS MIS RESPETOS PARA EL AUTOR

2
0
Deja tu comentariox