Hace algún tiempo, charlando con una concejala pepera en el Ayuntamiento coruñés, llamé su atención sobre la gran cantidad de fotografías en las que los componentes de su grupo aparecían posando y, encima, dibujando en sus rostros francas sonrisas con la troupe de la alcaldesita sociata, respondiéndome que lo hacían porque “eran sus compañeros de corporación”.
Por supuesto, le dije que no solo no eran sus compañeros sino sus enemigos políticos, como también lo son de España, a la que, junto con sus socios de gobierno y demás ralea golpista, proetarra y separata, quieren destruir a toda costa con tal de perpetuarse en el poder.
Como sucede en el gobierno de la Nación, la alcaldesita tampoco ganó las elecciones en La Coruña y si se mantiene en el poder es gracias a los votos de los separatistas bloqueros, a quienes les debe su permanencia en el machito tras pactar con ellos para repartirse las alcaldías de La Coruña y Santiago de Compostela, con total desprecio a la voluntad de los votantes.
Por descontado, lo que le dije a aquella concejala popular era una verdad absoluta y el tiempo me lo ha venido a demostrar.
Al parecer, en fechas vísperas de Navidad, en el Ayuntamiento se celebró la tradicional recepción navideña, un acto que concita, en teoría, la presencia de las “fuerzas vivas” de la ciudad aunque al final tan solo van, además de las Autoridades, aquellos que o son de la cuerda sociata o, simplemente se someten a su voluntad para poder seguir recibiendo subvenciones municipales, ya que todo aquel que observa una postura crítica, por mucha labor que haga por La Coruña, queda fuera de la lista de invitados y, por tanto, “no sale en la foto”.
Pues bien, parece ser que con ocasión de aquella celebración, el Grupo popular municipal se negó a posar junto a la alcaldesa y su mariachi al estar disconformes con su política sectaria de “lameculos” al gobierno central. Algo que, por lo que se ve, molestó a la señora que deseaba verlos a todos en la foto para así enviar el mensaje de que todos estaban de acuerdo con sus postulados, que son los mismos que los del resto de su partido. Menos mal que los populares, por una vez, cayeron de la burra. Nunca es tarde.
Pero hete aquí que la venganza de la alcaldesita no se hizo esperar, poniendo de manifiesto, una vez más, la perversa y miserable iniquidad socialista a la que esta señora, por supuesto, no es ajena.
¿Cuál fue esa venganza? La más miserable de todas las posibles, poniendo de manifiesto esa maldad intrínseca de la que hace gala esta individua, al igual que todos los que militan en su deleznable partido. Ha prohibido a los hijos pequeños y a los familiares menores de los miembros del Grupo popular asistir, como venía siendo habitual, a la recepción que en honor a SS.MM. los Reyes Magos de Oriente se celebró en el Palacio Municipal a la llegada de los monarcas a La Coruña.
Venganza pobre y miserable que hace pagar a los niños circunstancias a las que son del todo ajenos y que, el día menos pensado, se volverá contra ella por lo que tiene de rastrero. No debería olvidar esta individua las palabras de Nuestro Señor Jesucristo: “… Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar…” (Mateo).
Esta individua, a la que pagamos todos su cuantioso sueldo, incluso los que como yo no la han votado, parece olvidar, como el resto de los sociatas, que La Coruña no es su huerto en el que puede hacer y deshacer a su gusto y antojo y lo único que ha demostrado con este gesto perverso hacia los niños es su indigna catadura moral y humana.
Eugenio Fernández Barallobre
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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El error lo cometimos (o cometieron) todos los españoles que aceptaron de buena gana que sociatas y comunistas, separatistas, todos los enemigos de Dios y de España (valga la redundancia) pudieran tener acceso a gobernar España. La transición, la maldita transición, que fue la traición y sabiendo que se engañaba a un pueblo ignorante y fiado de sus gobernantes.
Si se tragó con aquello, necesariamente se iba a tragar con sus consecuencias. Ahora es tiempo de náuseas y vómitos. Y si salimos de esta hecatombe histórica, no volver a caer en el mismo error.