Hace 12 años decía:
ESTO ES MÁS QUE UN CACHONDEO
Con pena y con tristeza reproduzco hoy dos artículos que publiqué entre el año 10 y el año 11, porque al releerlos veo que la situación no solo no ha mejorado y que lo que antes era un cachondeo hoy es ya casi una tragedia. Ya que tragedia es ver las fotos que estamos viendo estos días con el tal Puigdemont y los independentistas catalanes y vascos. Pues, yo al menos lo tengo claro y con la Constitución en la mano vuelvo a decirlo:
TRAIDORES A LA PATRIA (1)
“Si el Rey aquella noche del «23-f» de 1981 salvó la democracia y a España de una nueva Dictadura ( y pudo hacerlo porque el Gobierno estaba físicamente secuestrado) ahora, hoy, ya, no tiene más remedio que coger el toro por los cuernos y salvar la Unidad de España, tan en peligro o más que aquella noche, porque lo de Cataluña es ya de hecho una declaración de independencia y el Gobierno, por sus hechos, está más secuestrado que aquel del Congreso la tarde-noche del 23-F. Al señor Zapatero, por lo que se ve y hasta dice, le importa un bledo España, ya que, por los hechos, sólo le importan los votos y anular a la Oposición. La Constitución lo dice claramente: el Gobierno y las Cortes de la Nación pueden retirarle a una Autonomía sus Derechos, si esa Autonomía no sabe gobernarse o se extralimita en sus funciones. Pues ahí está el caso y no voy a citar artículos, que así se está perdiendo un tiempo precioso. Si la clase dirigente catalana no quiere ser española que se vayan, pero que no se lleven el solar porque el solar es de España desde hace más de 500 años. Así que fuera Estatuto, fuera Tribunal Constitucional catalán, fuera Autonomía POR UN TIEMPO RA- ZONABLE y nombramiento de Un Delegado del Gobierno de la Nación hasta que los «independentistas» aprendan la lección y las rayas rojas que no pueden cruzar. Aunque lo decía en un artículo anterior, que a pesar de todo Cataluña será independiente dentro de poco tiempo, hoy me ratifico y lo adelanto, sólo queda el tiempo que tarde esa marioneta-pantomima del Tribunal Constitucional español en hacer pública la sentencia más elaborada de la Historia. Si ese día esos jueces se atreven a echar para atrás el Estatuto el señor Montilla, como en 1931 el presidente Maciá, y en 1934 el presidente Companys, saldrá al balcón del Palacio de San Jaime y proclamará el «Estat Catalá» y de paso, a lo mejor, hasta la república de Cataluña… y si por cobardía aprueba el texto anticonstitucional España habrá desaparecido.
¿Y saben por qué? Porque los catalanes ya saben que hagan lo que hagan aquí no va a pasar nada o cuando más un cruce de «comunicados» agresivos y de condolencia (justo como los que emiten tras cada atentado de ETA).Porque saben que ya no hay Estado y que las Instituciones, desde la más alta a la más baja, están llenas de perjuros, primero, y luego de traidores a la Patria. Perjuros porque casi todos, también el Rey, juraron ante un crucifijo defender principios y leyes que luego no cumplieron (¿no juró el señor Zapatero defender las leyes y hacerlas cumplir? ¿no juraron los Senadores y los Diputados?
¿No juraron los miembros del Consejo Superior de la Justicia, y los del tribunal Supremo, y los del Tribunal Constitucional (estos sí que no tienen perdón)? ¿no juraron los Presidentes autonómicos, los Ministros y hasta los Alcaldes?) Traidores a la Patria porque aunque el Código Penal fije ese delito para los que vendan valiosos secretos de estado a una potencia extranjera o al enemigo, mucho más lo es vender un trozo de España.
La traición a la Patria ha figurado en todos los Códigos de la Historia, desde Alejandro Magno hasta los Estados Unidos de América, para castigar a los que de algún modo vendían la Patria… Y eso, señores, es lo que aquí está pasando ahora mismo. Unos dirigentes catalanes quieren arrancar Cataluña del tronco madre y nadie está dispuesto a dar el paso que hay que dar. Pues eso, simplemente es una Traición a la Patria. Aunque ya sé que buscarán cien razones para justificarse. Todo, antes de perder el sillón o la Corona. (“AVERROES” 01/02/2010).
ESTO ES MÁS
QUE UN CACHONDEO (2)
Decíamos el otro día que la democracia española era un cachondeo, pero creo que nos quedamos cortos, esto es más que un cachondeo. ¡Esto es una tragedia cómica, esto es el desbarajuste más grande que vieron los siglos, esto es el final de la España que hemos conocido!.
Dicen algunos que aquí nunca pasa nada y, sin embargo, aquí está pasando de todo. Lo de Rubalcaba y el juez Bermúdez en “el caso Faisán” es algo increíble. Pedro J. Ramírez le recordaba a ambos el domingo día 18 de septiembre las “fechorías que cometieron el “11-M. El director de “el Mundo” le recordaba al Juez lo que escribió en junio del 2009: “Yo acuso al juez Javier Gómez Bermúdez de negligencia profesional, al incluir en la sentencia graves errores materiales de carácter fáctico en relación al resultado de la pericia de explosivos; de inconsistencia intelectual, al no reflejar en la sentencia las consecuencias lógicas de la prueba pericial por él mismo encargada; de incoherencia personal, al defraudar las expectativas por él mismo alentadas cuando comunicó a las víctimas que algunos políticos irían “caminito a Jerez”; de frivolidad, imprudencia y posible revelación de secretos al colaborar con el libro de su esposa sobre el juicio; y de manipulación política al hacer una representación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia. Vergüenza sobre vergüenza”.
Pero, Pedro J. Ramírez actualiza aquella sentencia del juez Bermúdez y la condena de Jamal Zougam y dice: “ese hombre que ha sido condenado a tropecientos mil años de cárcel sobre la base de dos testimonios oculares tan interesados como dudosos, ese hombre lleva ya siete años y medio en prisión sometido a un implacable régimen de 22 horas de confinamiento solitario al día (quizás para que se suicide o se vuelva loco) es totalmente inocente y fue elegido como víctima propiciatoria por la trama policial que manipuló la investigación.
Admito que es tremendo lo que acabo de escribir. Pero más tremendo es que un montaje policial basado en falsedades relativamente fáciles de desmontar pasara primero el filtro de la instrucción judicial y luego el de la vista oral. Si la patente incompetencia de Juan del Olmo explica lo primero, la conducta del inteligente Javier Gómez Bermúdez requería de otra explicación y no basta barruntarla”.
Sí, esto es algo más que un cachondeo. Por menos los franceses casi se fueron a la guerra cuando “el caso Dreyfus” (aquel militar que se pasó en la cárcel más de diez años por una sentencia manipulada y unos jueces corruptos). ¿Cómo es posible que en un Estado de Derecho un hombre pueda llevar ya más de siete años en la cárcel siendo inocente? Está claro, porque esto ya no es un Estado de Derecho. Todos los españoles saben (y también el juez Bermúdez) que los cerebros del atentado de Atocha no fueron los que se sentaron en el banquillo o están en la cárcel. Todos saben sus nombres y apellidos y, sin embargo, ni siquiera el poderoso director de “El Mundo” se atreve a publicarlos. ¡Porque no hay pruebas, se dice! ¿Y como va a haber pruebas si los auténticos cerebros han ido haciéndolas desaparecer o manipulando las pruebas? Pero, como diría Agatha Christie sí se sabe a quién benefició lo de Atocha (la autora inglesa esa era la primera pregunta que se hacía en cada caso criminal de sus novelas:
¿a quien beneficia la muerte del asesinado? Por ahí –escribía hay que empezar la investigación).
Sí, es algo más que un cachondeo saber que los responsables de aquella matanza aún siguen libres y en la política. Y seguirán, porque aquí ciertamente nunca pasa nada. Y pasarán los años y nunca se sabrá la verdad.
Como sucedió con los cerebros que programaron la muerte del general Primo con los cerebros que idearon la muerte del Almirante Carrero Blanco (cuando toda España sabe que ETA solo fue el brazo ejecutor y además por encargo pagado).
Pues, en eso va a quedar el “caso Faisán”. Y otra vez los protagonistas son los mismos el señor Rubalcaba y el juez Bermúdez. Uno borrando pruebas y arrojando sobre el caso toda la tinta de todos los calamares y el otro manipulando la Justicia. Primero se le encarga a un juez el caso y cuando ese juez ve un claro delito el juez Bermúdez convoca al pleno de la Audiencia Nacional para revocar el procesamiento de los altos cargos policiales del Ministerio del Interior, que ocupaba precisamente Don Alfredo Pérez Rubalcaba. ¡Y aquí no pasa nada!, y si pasa se le saluda, que decía aquel cachondo.
Señores, ya no hay dudas: el Poder está en el arroyo… y ya se sabe lo que sucede cuando el Poder está en el arroyo. En esas circunstancias llegó Napoleón al Poder, en esas circunstancias llegó el General Pavía y en esas circunstancias llegó el General Franco.
Aquí, por lo que parece, alguien está deseando un 18 brumario.(“AVERROES” 22/09/2011).”
Autor
-
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.
Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.
Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.
En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.
En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.
Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.
Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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Fue Juan Carlos quien organizó el 23-F y luego dejó tirados a los guardias civiles patriotas que le obedecieron.
Dejo tirados a Armada y Milans
No puede haber traición en los que nunca tuvieron lealtad alguna a España.
Alguien que odia a España (por lo que su historia y sus hechos demuestran, de nación más fiel que ninguna otra a Dios Nuestro Señor, uno y trino, y su Santa Iglesia Católica Apostólica, con más santos, santas, mártires, misioneros y soldados de Cristo que todas las demás juntas) y que así lo ha mostrado históricamente (ninguna otra nación es igual ante Dios, se pongan como se pongan los demás). Alguien que odia a la Santa Iglesia Católica Apostólica y al ejército (sí, sí, al ejército, al que odian y quieren desmantelar) y los quiere destruir, alguien que canta la Internacional de Karl Marx como la cantó Lenin, Stalin y Mao Tse Tung (los mayores genocidas de la historia de la humanidad, de los que nos previnieron hasta desde el Cielo comenzando por Fátima) y que sostiene que el comunista/socialista («proletario» antaño, hoy más rico que los propios conservadores, que se dice pronto lo que han robado y no paran de robar) no tiene patria, no puede traicionar nada bueno y santo, como la propia patria (por mucho que la invoquen con engaño). No son traidores, no. No son como Judas Iscariote respecto al Señor, pues ellos nunca estuvieron con Dios, ni con España, ni con nada bueno y santo (ellos son el progreso sí, el progreso al infierno, la animalización de la criatura de Dios, el hombre y la mujer, y la autodestrucción de la humanidad entera que se deja seducir por ellos y sus mentiras interminables, los anticristos). Son una estirpe, son una RAZA, pese a quien pese, la descrita en Mt 23, 33. Quien lo quiera ver lo ve nítidamente. No se olvide que ellos, desde 1879, cuando fueron vomitados por primera vez del infierno en España, «no respetarán legalidad alguna que no convenga a los intereses de su partido» (lo dijo Lenin, lo dijo Pablo Iglesias, lo dijo F. Largo Caballero, y lo cumplieron a rajatabla, y lo siguen cumpliendo hoy como ayer). Lo cumplieron en diciembre de 1930 con su golpe de estado antimonárquico, en 1931 con el golpe de estado municipal, en octubre de 1934 con el sangriento golpe de estado en toda España, especialmente sangriento en Asturias y con proclamación de secesión de Cataluña, lo cumplieron con el golpe de estado electoral de febrero de 1936, con el golpe de estado contra el traidor, este sí, Niceto Alcalá Zamora, presidente de la infernal segunda república y lo cumplieron con su guerra civil revolucionaria, disolviendo el ejército, fusilando a mandos, entregando armas solo a sus milicias rojas y antiespañolas y luchando contra los españoles y católicos, perpetrando el mayor genocidio de inocentes que ha padecido España en toda su historia. Lo demostraron colaborando con ETA en los últimos años del régimen de Franco (y durante toda la democracia, por lo que se vio con ZP, su valedor), lo demostraron el 11 M de 2004 echando con sangre y muertos al gobierno de entonces (el «segundo Prestige» que «hundieron» para alcanzar el poder), lo vienen cumpliendo con fraudes electorales, pucherazos, papeletas suyas sustituyendo a las de los otros partidos en urnas, inmigrantes con nacionalidad para que les voten, etc., etc., etc. No hay traición a España entre los que la odian, como no hay traición al bien, la caridad, la verdad y la justicia en los vástagos de satanás, que nunca tuvieron tales lealtades. La traición estará en otros, que confiaron en quien no debían confiar, como Eva y Adán confiaron en quien no debían. Otra cosa es que tengan humildad para reconocerlo o haya que esperar otros 47 años más para que se den cuenta. Veremos.