20/09/2024 10:34
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Hoy tendría que hablar de Macarena Olona (puesto que ya mis «oráculos» me han confirmado cómo y porqué se produjo su salida de VOX y su retirada sorpresa). Afortunadamente su enfermedad no era tan grave como pareció al principio y ya la ha superado.

Está claro que la salida de VOX y de la política tuvo, además de los motivos médicos, un motivo fundamental: los celos… o sea, el cáncer que acaba minando a todos los Partidos españoles en cuanto alguien destaca sobre los demás. Se sabe ya que eso fue lo que llevó a Santiago Abascal, el fundador, a la encrucijada vital para el Partido, que puede ser hasta su caída. Porque tuvo que elegir entre unos y otros y eso es como pedirle a una madre o un padre que elija entre uno de sus hijos.

Pero, hoy tras las palabras (escuetas, sinceras pero sibilinas) no quiero entrar en los detalles ni en la situación que está viviendo VOX (a la baja como indican las encuestas de este mes). Por ello no quiero hablar de Ortega Smith, ni de Jorge Buxadé, ni de Iván de los Monteros, ni de Rocío Monasterio. Macarena dijo nada más terminar su “Camino de Santiago” y con el Santo a sus espaldas: “No descarto volver a la política, pero estoy reflexionando cómo hacerlo”… o estas otras: “No sirvo para entretenerme en disputas palaciegas, pero, si hay que envestir, soy un miura”.

Bien, como yo soy amigo del Proyecto de VOX, al menos en su defensa a ultranza de España, me voy a limitar a REFLEXIONAR con doña Macarena y con don Santiago.

Me gustaría que ambos y toda la Cúpula directiva del Partido se reúnan en cónclave y lean la Parábola que recoge San Lucas en su evangelio (capítulo 15. 1-3) 

La parábola del hijo pródigo 

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús todos los publicanos y los pecadores para oírle. Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste acoge a los pecadores y come con ellos.

Jesús les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: «Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde.» Y él les repartió la herencia. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su herencia viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sus supuestos amigos se fueron y no lo ayudaron y sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y llegó a desear llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: «¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.» Y, levantándose, partió hacia su padre. «Pero cuando aún estaba muy lejos, su padre lo vio y, conmovido corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: «Padre, pequé contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.» Pero el padre dijo a sus siervos: «Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado». Y comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: «Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.» Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: «Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu herencia con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!»

Pero él le dijo: «Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado.» 

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Bueno, es mi sugerencia: que ambos, Macarena y Santiago Abascal mediten y sepan elegir lo mejor para VOX, ya que lo que vemos los amigos desde fuera es que si no se produce la vuelta de doña Macarena el partido puede entrar en el «Camino de los Perdedores». 

Pero, de la fórmula posible para la satisfacción de ambas partes y sin que haya vencedores o vencidos les hablaré mañana. Estoy convencido que hay solución y que, además, pasa por Andalucía. 

Así comenzaron la “UCD” de Suárez, el “PCE” de Carrillo y el “Ciudadanos” (Cs) de Albert Rivera y tantos más que se fueron por las ambiciones personales de unos o de otros. Lean, pues, y mediten los responsables. Sobre todo y sobre todos, ESPAÑA.

 

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.