El pasado lunes 29 de julio, el musulmán de diecisiete años Axel Rudakubana apuñalaba a once niños durante un evento musical en un centro de recreo en Southport. Tres de ellos murieron.
Como es habitual, la primera cadena de TVE, Antena 3, Telecinco, y el resto de televisiones gubernamentales públicas y privadas dieron la noticia de forma coincidente, haciendo hincapié en dos cosas: por un lado, en lo provisional de la información sobre unos hechos todavía por esclarecer, pero, simultáneamente, “descartando” con sorprendente seguridad que se tratara de un acto de terrorismo. Un planteamiento paradójico, sin duda, que no sólo evitaba hablar de “atentado” o “acto terrorista” sino que, a la vez que encubría el hurto de información a la ciudadanía invocando cautela y prudencia, presumía conocer el móvil del “no atentado” para excluir rotundamente la opción “terrorista”.
Casi una semana después, el sábado 3 de agosto de 2024, RTVE trataba la noticia en la misma línea que las autoridades británicas, persistiendo y abundando en su engaño masivo e intencionado de la población: “Activistas de extrema derecha reaccionaron con violencia tras extenderse por las redes sociales rumores falsos de que el autor del ataque en Southport era un inmigrante musulmán que había cruzado ilegalmente en patera el Canal de la Mancha el año pasado”. Una noticia que incurría de lleno en la conocida falacia del hombre de paja; es decir, desenfocando la cuestión y generando una polémica falsa. Porque las presuntas circunstancias en torno a la procedencia del asesino, inmigrado o nacido en gran Bretaña, no alteran la realidad de que era musulmán e islamista, ni pueden ocultar la gravedad de sus actos. Porque lo cierto es que la gente reaccionó violentamente a las mentiras de las autoridades políticas repetidas por sus lacayos: los mandos policiales1 y la chusma periodística. Y, por supuesto, la primera y mayor mentira fue, ha sido y es negar u ocultar que se tratara de un acto terrorista de carácter islamista escudándose en que el asesino era “un tipo de Gales”. Pero es que, ante la imposibilidad de pasar página rápidamente una vez más, en la cima de la abyección y evidenciando la miseria moral más absoluta, las “autoridades” se han permitido acusar de ¡“criminales”! y ¡“terroristas”! a los manifestantes.
La misma RTVE se convertía en portavoz y cómplice de las mentiras de las autoridades británicas, sumándose a la campaña de descrédito contra los ciudadanos indignados: “La ministra británica de Interior, Yvette Cooper, ha dicho en X que quienes recurren a la violencia «no representan al Reino Unido». Añadiendo que «Los criminales que atacan a la Policía y avivan el desorden en nuestras calles pagarán el precio por su violencia. La Policía tiene todo el respaldo del Gobierno para tomar las medidas más enérgicas posibles». Es decir, que la responsable de la seguridad ciudadana no duda en azuzar a los perros contra los ciudadanos que protestan por su incompetencia… pero, naturalmente, no dice ni mu sobre corregir las políticas irresponsables que han conducido a donde estamos.
Porque al engaño manifiesto e intencionado de la población por parte de las autoridades, y a la porfía en mantener que el acuchillamiento múltiple de niños no era un acto terrorista, debe añadirse el intento sostenido por reprimir a quienes se resisten a las mentiras, empleando contra ellos todos los medios; empezando por arrojarles el arsenal completo de estigmas sociales. Los medios del sistema llevan una semana intentando neutralizar el estallido de indignación popular hablando de “xenofobia”, “extrema derecha”, “desinformación” y “bulos”. Cuando son ellos los primeros agentes de desinformación2. ¿Pero acaso no insistían los telediarios en atribuir los disturbios a la “desinformación” sobre el origen del asesino, aduciendo que éste era de Gales? ¿Acaso existe mayor prueba del afán premeditado de engañar a la gente y tratarla como si fuera imbécil? ¡Como si el “origen galés” de un musulmán de segunda generación le hiciera, por arte de birlibirloque, británico y demócrata! Es decir, la conocida monserga progre que lleva a fingir la igualdad e integración automática de inmigrantes de otras culturas por la teoría legalista-mágica de ¡haber nacido en Europa! ¿Cuántas veces no habremos oído a los devotos de la religión woke eso de que Mohamed es “tan español como tú y como yo” porque ha nacido en Móstoles? Aunque Mohamed se sienta marroquí de pies a cabeza, nos desprecie por infieles y se pasee por la calle con la camiseta de Marruecos y la mujer tapada; aunque no coma cerdo y considere que Al-Ándalus le pertenece.
En Libertad Digital todavía podía leerse lo siguiente ¡el lunes 5 de agosto!: “El trágico asesinato de tres niñas en un club infantil en Southport, perpetrado por Axel Rudakubana, fue inicialmente malinterpretado debido a desinformación que lo vinculaba erróneamente con la comunidad musulmana”. ¡¿Cómo?! La prueba de que efectivamente existe una campaña constante de desinformación es la absoluta sintonía en las desinformaciones transmitidas por los medios de este sistema corrupto, ya sea RTVE o LD; que reproducen sin vergüenza los mismos datos, las mismas conclusiones ¡y en el mismo orden! que reparten esas autoridades que mienten por sistema respecto a la inmigración. Véase cómo cerraba la “información” LD: “El primer ministro, Keir Starmer, ha condenado los ataques, incluido el ataque contra un hotel en Rotherham que albergaba solicitantes de asilo (sic). Ha prometido que los implicados en estos actos de violencia enfrentarán todo el peso de la ley. […] La ministra del Interior, Yvette Cooper, ha asegurado que los centros penitenciarios del país están preparados para recibir a los criminales responsables de los disturbios y que se tomarán medidas contundentes para restaurar el orden”. Es decir, idéntico mensaje al reproducido en todos los medios del periodismo oficial, insistiendo en las represalias contra la población previamente engañada3.
Ni se molestan en contrastar la información y ni se les ocurre preguntar a los vecinos o desplazar un corresponsal al lugar de los hechos para enterarse de lo que pasa e informar sobre ello. ¡Bien lo saben! Lo que pasa es que la gente está harta de la política de sustitución decretada por una Comisión Europea al servicio del Globalismo, y a las personas normales no les agrada que la Policía y los medios de desinformación silencien las consecuencias negativas de esta política criminal.
El deterioro de la convivencia es responsabilidad directa de los políticos traidores que gobiernan contra sus ciudadanos y naciones. Pero, no lo olvidemos, también lo es de los pseudoperiodistas y funcionarios que se prestan a este engaño. Esa basura que oculta o blanquea crímenes por razones políticas y que apoya la represión de sus compatriotas por esas mismas razones políticas.
El caso es que las protestas se han extendido a Sunderland, Rotherham, Tamworth, Middlesbrough, Hull, Plymouth, Belfast… Y, me temo, a no mucho tardar, toda esa escoria de políticos y esbirros a sueldo del sistema tendrá difícil librarse del destino que merece. Al fin y al cabo, eso es la Justicia: dar a cada cual lo que le corresponde.
Filípides 07-08-2022
1Como el superintendente de la Policía inglesa de Northumbria, Mark Hall.
2En 2012 se destaparon los abusos a más de 1.400 de niñas y jóvenes blancas por paquistaníes durante más de treinta años –desde los años ochenta– en la localidad inglesa de Rotherham. Un escándalo tapado por el alcalde del municipio, el director de servicios para menores y el comisionado de la policía de Yorkshire del Sur por miedo a enajenarse el apoyo electoral de la población inmigrante.
En 2015, las autoridades y medios alemanes ocultaron durante algún tiempo cientos de agresiones y violaciones de mujeres alemanas por inmigrantes musulmanes presuntamente “refugiados”. La magnitud de los asaltos y su incidencia coordinada en Nochevieja –simultáneamente en Austria, Suiza, Suecia o Finlandia– hicieron imposible seguir tapándolo.
Más información en: https://es.wikipedia.org/wiki/Agresiones_sexuales_de_Nochevieja_en_Alemania
3 El principal referente de la religión woke en España, no dudaba en “marcar” a sus lectores el camino “correcto” respaldando al primer ministro globalista Keir Stamer: “Starmer anuncia mano dura contra el matonismo de extrema derecha”. (El País, 05-08-2024)
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El asesino de esas tres niñas inglesas actuó movido por un odio religioso hacia los cristianos o por un odio racial hacia los blancos. El hecho de que viviera en Gales con sus padres, que llegaron al Reino Unido procedentes de Ruanda, es irrelevante.