Más impuestos, más asfixia de la corrupta del Isofotón. Por Ignacio Fernández Candela

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Millones de familias se están derrumbando económicamente, víctimas de la continuidad del engaño de este desgobierno criminal que, no complacido con la ruina generalizada y la crisis institucional, prepara ahora una batería de impuestos incrementados para terminar de asfixiar los hogares que durante décadas vivieron en una democracia donde se disimulaba, al menos, la intención del latrocinio estatal. El aborrecido nacional e internacionalmente Sánchez tiene ahora-antes fue la plandemia-una excusa perfecta en la guerra de Ucrania para mimetizar los destrozos del PSOE y sus carroñeros socios de Puebla. Pero a nadie engaña, salvo a paniaguados y comprados, siendo el responsable presidencial de la miseria que azota España, tal y como refleja la indignación del pueblo cuando el miserable pasea su egocéntrico hedor. Si Putin no decide iniciar una III Guerra Mundial de cariz nuclear la resistencia frontal contra este gobierno especulador y sin honra debería estar en las calles, sin tregua, aprendiendo de la heroicidad de Ucrania. No se sabe sí es peor la destrucción instantánea que la lenta agonía que se soporta mes a mes con los autónomos y Pymes aniquilados y millones de trabajadores que ven con pánico la tenaza del agobio bancario, sin límites en los pagos impositivos que acucian con severa amenaza. En Ucrania se siente el alivio justiciero de la resistencia frente a la ofensiva de la desolación. En España…

Balance somero: una patulea de sinvergüenzas que serían aborrecidos por sus bajezas personales hasta en una comunidad de vecinos, vende y compra instituciones con la excusa democrática después de un pucherazo y aquí ni la oposición se inmuta siguiendo, con harta ingenuidad, las reglas del juego que otros han roto hace tiempo. Insensatos. La España potencialmente defensiva debería preguntarse cómo se ha permitido que una caterva de mamarrachos haya ocupado el gobierno mediante trampas y malabarismos, hasta el punto de normalizar el hecho delictivo que caracteriza la intención totalitaria del sanchismo.

Aún se ha de despertar para advertir el inminente riesgo que conlleva dejar hacer a una pandilla de estafadores que mediante el pretexto político ha enajenado la democracia y el devenir constitucional de cuarenta años. Es de temer que cuando se quiera reaccionar sea demasiado tarde, con los tentáculos socio comunistas estrangulando definitivamente a una España ingenua, cobarde e inadvertida que pagará caro permitir que el bajo fondo social más repulsivo haya tomado posiciones para satisfacer la sucia estrategia del Foro de Sao Paulo. Estando el mundo en la cuerda floja y con una guerra europea que amenaza la seguridad global, en España las armas de la protesta deberían ser del pueblo estúpidamente dormido, a pesar de sumarse a la ofensa diaria los gritos de la basta que busca reventar el país entero con la amenaza de impagables impuestos Es lo que da, inexplicablemente, de sí la infame e impune verdulera del Isofotón.

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Autor

Ignacio Fernández Candela

Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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