21/11/2024 19:34
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Un buen amigo, magistrado en retiro, y catedrático de Derecho, argentino, me dice lo siguiente:

“En relación a tu artículo, el que, personalmente comparto en todo su contenido, te cuento que por acá las opiniones están, como de costumbre, divididas; por un lado los que piensan que ese “supuesto” atentado fue producto del  odio de la oposición y los medios (incluido el presidente se anotó en ésto), y por otro lado los que creen que todo fue una falsa más del circo que comenzó cuando un fiscal con los testículos bien puestos pidió 12 años de prisión para la señora acusándole, con más de tres toneladas de pruebas, de ser jefa de la banda que se quedó con millones de dólares de todos los argentinos.

Ahora dicen que están investigando al supuesto agresor, pero todavía no se sabe (y no sé si se va a saber) por qué el arma utilizada no tenía el proyectil en la recámara cuando la usó.

Cualquiera que haya usado alguna vez un arma (en el caso una pistola) debería saber cómo hacerlo, de allí que ronda “el misterio” acerca de porque no salió el proyectil si es que la verdadera intención del agresor era llevar a cabo el magnicidio.

De allí, querido amigo, que continuando con la payasada el presidente decretó ayer un feriado nacional (no se entiende para qué) y se movilizaron (mejor dicho, los movilizaron) los de siempre para seguir desviando la atención de lo que realmente ocurre en nuestro devastado país.

Creo que la “habilidad” de esta gente es de tal magnitud que va a ser muy difícil, con una oposición sumamente débil, que algo distinto ocurra en adelante.

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A modo de ejemplo de algunos pareceres te acompaño el  pensamiento de quiénes no creen el relato oficial del supuesto atentado…”.

Y transcribo textualmente:

“1. Con 100 custodios, pagados por la ciudadanía, ninguno actúa profesionalmente.

Ella sonríe de inmediato. Cero stress, al ritmo de “el plan va bien”.
Su primera intención es cuidar su peinado.
Su segunda reacción, recoger un libro del piso.
Instantes después sigue firmando autógrafos.
Los custodios no la tiran al piso (como es rutina), no la cubren con sus cuerpos, no la retiran de la “escena del crimen”.
El “asesino” no es tirado al piso y reducido con violencia.
El “asesino” no es esposado.
Los custodios, con actitud relajada, la siguen acompañando en su recorrido.
Nadie “asegura la escena del crimen” por si hay otro/s atacante/s.
Horas antes, medios adictos al poder habían sacado la noticia.
Hay una foto clara que muestra que no había dedo en el gatillo.
El “asesino” es un extra de Crónica TV, aparecido en innumerables notas del medio.
Después de detenido, el sospechoso tuvo acceso a sus redes y las borró.
El móvil Policial con el sospechoso NO esposado, no tiene división interna entre policías y reos.
Al lado del reo no hay policía sino cameraman.
Todo sucede después que la lapicera de mamá (Máximo) hablara de la búsqueda de muertos.
El prescindente declara feriado (¿¿¿feriado???) para asegurarse que los fanáticos marchen a apoyar la operación.
La desesperación por zafar de sus causas judiciales es palpable. Esperen más capítulos de esta pésima novela mal dirigida y actuada”.

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Gracias amigo, pues solo de la verdad saldrá la luz.

Quien quiera entender, que entienda…

(Y gracias también por ayudarme a escribir este artículo, que en realidad es tu artículo).

Autor

Ramiro Grau Morancho